MUNDIAL DE CATAR

Regragui empezó sus lecciones como entrenador en Santander, con Kanouté y ante Beckham

El seleccionador de Marruecos jugó en el Racing, donde aún recuerdan una lesión clave, su interés por la táctica y su gran día en el Bernabéu.

Regragui es manteado por su selección tras pasar a semifinales./GETTY
Regragui es manteado por su selección tras pasar a semifinales. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Santander saca pecho estos días. Su Racing está en boca de todos. Lionel Scaloni y Walid Regragui, dos de sus jugadores que coincidieron en 2006 en El Sardinero, se han plantado en los partidos decisivos del Mundial como entrenadores. Uno, el más famoso, ya está en la final como líder de la Albiceleste. El otro, menos conocido hasta este sorprendente mes de diciembre, juega hoy las semifinales como catapulta de Marruecos. A Scaloni la vida como futbolista en España le fue de maravilla. Por eso no hay casi que recordarla. Su currículum, coronado en el Depor y la selección, habla por sí solo. La de Regragui, más modesta, cuesta rescatarla y apetece conocerla.

Para hablar de la etapa española de este marroquí (23 de septiembre de 1975), nacido al lado de Ceuta pero criado en Corbeil-Essonnes, muy cerca de París, ya no están dos de sus cuatro entrenadores en el Racing, los inolvidable Nando Yosu y Manolo Preciado. Y, además, Óscar Gutiérrez, el intermediario que en aquella época guiaba en el norte de España a un montón de jugadores formados en Francia, está apartado actualmente de los focos...

Sin embargo, y pese a los años que han pasado, el retrato montañés de una de las sensaciones de Catar puede edificarse a través de los recuerdos de los otros dos técnicos que le tuvieron en sus filas, Lucas Alcaraz y Miguel Ángel Portugal, y de compañeros, aficionados, trabajadores del club y de los pocos periodistas que siguen en la trinchera 17 años después. Todos están encantados de airear que compartieron buenos momentos con él. No es mala señal. Llegó en la temporada 2004-05 con 29 años, con su mujer, de la que era inseparable, y con su primera hija. No dejó una gran huella futbolística. De hecho, disputó sólo 26 partido de Liga y uno de Copa en dos años y medio. Una maldita y escalofriante lesión le cambió la vida.

Regragui, en primer plano, el día de la salvación del Racing con Nando Yosu.
Regragui, en primer plano, el día de la salvación del Racing con Nando Yosu.

Lucas Alcaraz, ahora técnico del Ibiza, fue el primero que le vio entrar por la puerta. Tras jugar en otro Racing, en el de París, y debutar en el Tolouse había llegado procedente del Ajaccio galo, de la Ligue 1. Aterrizaba en España con el cartel de ser el lateral derecho titular de Marruecos. "Antes de que acabara mi primera temporada en el Racing me llamó Ramón Planes para decirme: 'Tengo un jugador que te va a encantar'. Me mandó unos VHS, me gustó mucho y lo fichamos. La pretemporada que hizo fue espectacular. Fuimos a Inglaterra y allí, en un amistoso ante el humilde Ashton United, los ingleses que llenaban Hurt Cross alucinaban con sus arrancadas. Fliparon con él y yo decía: 'Vaya chollo de jugador'. Al jueves siguiente entrenamos y ya el domingo debutábamos ante el Barça en Liga. Y ahí pasó lo que pasó…".

Regragui es ya el seleccionador revelación del Mundial.

 

Dura mañana en La Albericia

Alcaraz se refiere a la lesión que cambió la vida por completo de Regragui y que, presumiblemente, le empujó a ver el fútbol desde otro prisma de cara al futuro: "Mi preparador físico dijo que cortásemos ya el entrenamiento. Estábamos jugando una pachanga. Un jugador había tenido un percance y era mejor no arriesgar. Por la tarde nos presentábamos ante el Athletic. Dejé una jugada más. Sólo una. Y en ese instante se lesionó Regragui. Lo peor que he visto en mi vida. Tenía el tobillo colgando".

El doctor Mantecón, que aún sigue con su pasión de siempre en el club, recuerda la dramática jugada: "Fue una pena. Justo al final de la pretemporada. Iba a centrar desde la banda derecha de La Albericia, al lado de los vestuarios, se quedó clavado y se destrozó el tobillo. Una fractura abierta. El primero que lo atendió fue el doctor Ceballos, que era su mejor amigo, y el que llamó a la ambulancia. A la hora y media le estaban operando. El doctor Cruz se iba ese día de vacaciones y se tuvo que dar la vuelta para poderle intervenir. Se recuperó, pero ese tobillo ya nunca fue el mismo del todo. Hubiera sido titularísimo".

El doctor Ceballos, el propio Mantecón como médico y el fisioterapeuta Javier Vázquez se convirtieron en su familia. Estuvieron medio año a su lado ayudándole con la recuperación. Ceballos había estudiado en Francia, así que estaba todo el día hablando y bromeando con Regragui en su idioma. Es políglota, ya que sabe árabe, francés, inglés y castellano. Y eso le ha abierto muchas puertas en la actualidad.

Oriol, que compartió defensa con él, nunca se olvidará de aquella agria mañana: "Era muy inteligente jugando, pero tuvo esa mala suerte. Era impactante ver cómo tenía el pie para fuera. No lo podré olvidar jamás". Javi Guerrero le ayudó a llegar al vestuario y no podía ni mirar. Se mareaba: "Era muy, muy majo. En el campo siempre estaba donde había que estar y era de los que siempre daban buena nota. El día que se partió el tobillo la escena fue tremenda. Nos quedamos todos hundidos. Me alegro mucho de verle donde está. Se lo ha ganado a pulso porque es un tipo extraordinario".

Foto de la plantilla del Racing a la que se unió Regragui en el estadio del Ashton United. DE GRADO
Foto de la plantilla del Racing a la que se unió Regragui en el estadio del Ashton United. DE GRADO

"Su fuerza de voluntad le hizo volver a jugar. Esa lesión es muy jodida", recuerda Alcaraz. Y añade: "En enero regresó y en un partido ante el Villarreal le expulsaron por doble amarilla en el minuto 33. Justo al acabar ese encuentro me cesaron... Era educado, súper profesional, muy interesado en lo táctico, cognitivamente muy bueno. Luego volví a tener contacto con él cuando empezó a ser segundo entrenador de Marruecos, con Richard Taoissi de primero, hace ya diez años. Yo estaba en el Granada y ahí jugaba El Arabi, por lo que la comunicación con Regragui era continua. Ahora, a su selección se le nota la mano del entrenador, es coherente con lo que tiene y demuestra que se puede ganar de muchas maneras".

La noche de Kanouté y el Bernabéu

Después de Alcaraz y tras la interinidad de Nando Yosu, llegó la era de Manolo Preciado. Y en esa etapa, tras los meses que pasó en la sombra, Regragui ya era otro. Juanjo Expósito, delantero de la cantera, lo recuerda así: "Siempre estaba pendiente de los jóvenes y daba buenos consejos. Era y es muy buena gente. Sigo manteniendo el contacto con él y eso que han pasado ya 17 años".

Hay una anécdota que el propio Juanjo cuenta con mucha gracia que demuestra que, desde joven, estaba hecho para el banquillo. "En su segundo año fue titular en el primer partido de esa temporada. Yo ya había debutado con Alcaraz, pero éste era uno de mis primeros grandes partidos. Jugábamos en el Sánchez Pizjuán y antes de comenzar el partido estuvimos inspeccionando el césped y nos sentamos en el banquillo. Ahí me dijo, de repente, que si sabía quién era Kanouté. El delantero, recién llegado del Tottenham, jugaba su primer partido en España. No lo conocía casi nadie, sobre todo era desconocido para los más jóvenes, y nos hizo un informe completísimo de él sobre el césped. Era un profesional. Me dijo: 'Tú que eres delantero fíjate bien en él'. Ya analizaba a conciencia a los rivales. Y Kanouté pasó a ser mi ídolo".

De esa temporada, lo realmente inolvidable, y por lo que la afición recuerda a Regragui, es porque fue titular en la última victoria del Racing ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Tumbó al mismísimo Madrid de los Galácticos, que esa noche sorprendió con un imberbe Sergio Ramos de mediocentro. Regragui hizo un partidazo, mostró mucha personalidad y hasta se encaró con el mismísimo David Beckham. "Era tranquilo y calmado fuera del campo, pero dentro era un volcán que siempre mordía para defender a los compañeros. Era un líder, tenía el partido en la cabeza y no había quién le tosiera", recuerdan sus compañeros y varios periodistas.

Regragui y Beckham se encaran en un Real Madrid-Racing de 2005.
Regragui y Beckham se encaran en un Real Madrid-Racing de 2005.

Más tarde llegó Portugal. Y pese a no utilizarle casi, hicieron buenas migas: "De Walid solo puedo hablar bien como persona. El club no contaba con él y quería buscarle equipo por el límite de extracomunitarios y estuvo entrenando conmigo hasta febrero pero sin jugar. Sólo algún amistoso. Tenía un comportamiento de diez entrenando. Entendía las dificultades que siempre tiene un entrenador. Era lateral diestro aunque, alguna vez, al tener ese puesto ocupado por Pinillos y un canterano como Aitor, le ponía por delante. Nunca tuvo un mal gesto y siempre se entrenaba con buena actitud en el grupo. Se fue al Dijon. Siempre tenía curiosidad por los ejercicios que hacíamos, algo que no es habitual y máxime en la situación suya, que no jugaba. Siempre mantenía un buen humor y actitud".

Scaloni y Regragui, juntos, en un amistoso del Racing ante el Naval de Reinosa. WEB NAVAL
Scaloni y Regragui, juntos, en un amistoso del Racing ante el Naval de Reinosa. WEB NAVAL

Alma de entrenador

Regragui ya se comportaba entonces más como entrenador que como un jugador. Toño, el portero que hizo historia en El Sardinero al llegar a jugar la UEFA con el club, da la clave. "Tenía madera de técnico porque miraba por todos. Pese a no jugar se preocupaba por animar a los que menos minutos tenían. Éramos vecinos en el barrio de Valdenoja y fue un gran apoyo para mí, ya que en ese momento yo tampoco jugaba. No paraba de darme aliento. Era muy buen tío. Serio y muy comprometido. De los que hacían grupo".

Alberto Aparicio, director de comunicación del Racing en la etapa de Regragui, corrobora su cercanía: "Es una bellísima persona. Se llevaba bien con todo el mundo. Era trabajador y disciplinado". Era muy casero, coinciden los que más le conocieron. Sólo acudía al Gambrinus, restaurante de cabecera de la plantilla, en las cenas de equipo. El resto del tiempo prefería estar en casa, con su familia, viendo fútbol de varias ligas diferentes. Era muy amigo de Dalmat y otros extranjeros, y compartía siempre habitación en los hoteles de concentración con el brasileño Felipe Melo.

David Aganzo (AFE) junto a Regragui hace días en Catar.
David Aganzo (AFE) junto a Regragui hace días en Catar.

La importancia de Santander en la vida de Regragui es tal que aún permanece la conexión. Dos hechos lo demuestran. Uno: David Aganzo, presidente de AFE y que fue compañero suyo en el Racing, le ha visitado estos días en Catar, donde han estado hablando (en perfecto castellano) de los buenos tiempos. "Siempre nos hemos gastado muchas bromas. Recuerdo cuando regresó de la lesión y cojeaba al principio por eso de la precaución. Le decía: 'Cuidado con los hoyos...'. Y él no paraba de reír. Es un gran tipo que siempre estaba hablando de los sistemas del equipo y del de los rivales". Y dos: recientemente Regragui ha recomendado a un compatriota suyo para el filial del Racing. Ayoub lleva el 2 en homenaje al actual seleccionador de Marruecos, puesto que era el dorsal que él lucía en los Campos de Sport. 

Y ha demostrado no tener mal ojo. El delantero ha disputado 16 minutos en tres partidos diferentes (sin derrota) con el primer equipo. El legado de Regragui sigue más presente que nunca en el Cantábrico.