COREA 2 - PORTUGAL 1

Ocho minutos interminables: así vivió Corea la espera hasta saber que estaba clasificada

Tras acabar su partido, todo quedaba pendiente del Ghana-Uruguay. La eliminación uruguaya llevó el delirio a Corea.

Los surcoreanos estallaron de alegría después de consumarse su clasificación para octavos. /EFE
Los surcoreanos estallaron de alegría después de consumarse su clasificación para octavos. EFE
Sergio Fernández

Sergio Fernández

Corea parecía haber bajado los brazos al final. Era una trampa. Más de 90 minutos jugados y Uruguay controlando su partido. El empate los mandaba a casa y el derroche físico había sido brutal... para nada. Pero a Son le quedaba una carrera. ¡Vaya carrera! A toda velocidad contra el muro de Portugal y con pocas esperanzas de éxito. El cerebro se cansa mucho más tarde que las piernas: un pase filtrado, seguramente el más difícil posible, dejaba sólo a Hee Chan. Gol. Increíble.

Vídeo resumen del partido entre Corea del Sur y Portugal.

La (normalmente formal) expedición coreana explotó. Más de medio banquillo corriendo a abrazarse con ellos; otros, celebrando con el público; Paulo Bento gritando a sus hombres; otro tirando botellas de agua... Ha sido precioso.

Poco más del partido en el Education City Stadium, pero se estaba jugando otro. Un gol de Uruguay rompía la magia coreana. Y allí se fueron, al centro del campo. Todos juntos abrazados en un círculo. Su seleccionador, Paulo Bento, miraba desde el túnel de vestuarios intentando disimular la histeria. Juntos, pasaron el trago de los ocho minutos más largos de sus carreras deportivas. Móviles en el suelo. Nervios y hasta algún rezo.

Los jugadores coreanos esperan en círculo la resolución del partido de Uruguay contra Ghana AFP
Los jugadores coreanos esperan en círculo la resolución del partido de Uruguay contra Ghana AFP

Final. Estallido de alegría y vaya, sí que les quedaba una carrera más: la de llegar hasta donde estaba su público y lanzarse al césped. A sus pies. El fútbol se ha puesto hoy de parte de Corea del Sur y ellos lo han celebrado como merecía la ocasión. Han llorado, han bailado y han agradecido.

Vaya carrera, Son. ¡Qué ocho minutos más malos pasamos en Doha! Y qué subidón después. Empieza un Mundial nuevo para Corea pero, pase lo que pase, ya habrá merecido la pena. Ha pasado ya casi media hora desde el final del partido mientras termino esta crónica. Las gradas están casi vacías. Casi. A ver quién saca a los coreanos de ahí.