Zlatko Dalic, el entrenador 'invisible' de Croacia que rechazó el oro chino
El técnico, que llevó a su selección al subcampeonato mundial en 2018, al tercer puesto del Mundial en 2022 y ahora a la final de la Nations League, sigue siendo un desconocido para el gran público.

Es bastante probable que si alguien acude a cualquier punto del centro de una ciudad española y empieza a preguntar a los viandantes por el nombre de los seleccionadores de España, Francia, Argentina, Países Bajos u Brasil, la inmensa mayoría acierte. Técnicos más o menos reputados pero que ya están en la mente de los aficionados. No ocurre lo mismo con el entrenador de Croacia. Se llama Zlatko Dalic, y aparece en la fotografía que encabeza esta pieza. Conviene no olvidarlo, porque hace cuatro años llevó al país balcánico a la final del Mundial de Rusia, en el de Catar la dirigió hasta el tercer puesto y hoy certificó el pase a la final de la Nations League después de derrotar en la prórroga a Países Bajos (2-4).
Su etapa en los banquillos comenzó en 2005 y, para ser honestos, nunca saltó a la primera línea del panorama futbolístico. Sus equipos durante la siguiente década fueron: NK Varteks Varaždin, Rijeka, Dinamo Tirana, Slaven Koprivnica, Al-Faisaly, Al-Hilal y Al-Ain. Clubes de Croacia, Albania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. Ni un acercamiento a una gran liga, ni una presencia como ayudante en el cuerpo técnico de un gran club, nada. Pero en 2017 le llegó la oportunidad de su vida.
En octubre de este año, la Federación de Fútbol de Croacia destituyó a su seleccionador, Ante Čačić, tras encadenar una serie de malos resultados. El riesgo de quedarse fuera del Mundial de Rusia era muy alto, y los dirigentes del ente federativo se fijaron en Dalic.El croata aceptó el reto y señaló que solo seguiría en el cargo si lograba la clasificación para la Copa del Mundo, algo que finalmente logró un mes después de estrenarse en el cargo.
Y así se plantó en Rusia. La selección con la camiseta a cuadros no partía entre las principales favoritas para alcanzar las rondas finales. Liderados por Modric, Rakitic y Kovacic, el resto de jugadores estaban lejos del primerísimo nivel futbolístico. Pero tenían a Dalic. Su primera fase fue impecable por dos motivos. El primero, que consiguió pleno de victorias, incluido un contundente 3-0 ante Argentina. El segundo, que al seleccionador no le tembló el pulso para mandar a Kalinic, uno de los referentes de aquel equipo, a casa a los cincos días de comenzar el torneo.
El futbolista se había quejado de unos problemas en la espalda para no ingresar al terreno de juego en los minutos finales de un partido y el técnico no dudó. "Kalinic calentó en la banda contra Nigeria pero cuando iba a salir me dijo que no estaba listo. Lo mismo ocurrió en el último encuentro ante Brasil y en el entrenamiento de este lunes. Necesito jugadores que estén sanos y listos para jugar y él no lo está", sentenció por aquel entonces Dalic. En los cruces, Croacia superó a Dinamarca y Rusia por penaltis y a Inglaterra en la prórroga para colarse en una final en la que no pudieron superar a Francia. Eran subcampeones del mundo, el mejor resultado de su historia. Sin embargo, los focos estaban apuntado hacia Luka Modric, que poco después se llevaría el Balón de Oro, mientras que el técnico seguía siendo 'invisible'.
Diez millones limpios al año
Lo era para el gran público, pero no para el mundo del fútbol. Tanto, que comenzó a recibir ofertas de diferentes clubes de todo el mundo, alguna especialmente relevante. Tal y como ha reconocido posteriormente, la última vez durante el Mundial de Catar, el seleccionador croata rechazó una propuesta de 30 millones por tres temporadas procedente del pujante fútbol chino. "Cuando llegaron las ofertas, me dijeron que aprovechara la situación y me llevara el dinero. Después de la Copa del Mundo me quedé porque hablaba todo el tiempo sobre la unidad y el patriotismo. Si hubiera ido tras el dinero entonces, ¿qué tipo de mensaje habría enviado a los jóvenes y a todos en Croacia? Digo una cosa, hago otra", expuso en una rueda de prensa previa al Mundial de Catar, donde llevó a su selección al tercer puesto. "Nunca me arrepentí, estoy orgulloso de esta decisión", sentenció.

Uno de sus secretos de Dalic está en su bolsillo, aquel al que acude si las cosas no van bien. Ahí suele llevar un rosario que le acompaña en todos los partidos. El entrenador nunca ha ocultado sus creencias religiosas. "La fe me da fuerza, siempre tengo un rosario en el bolsillo y rezo antes de cada encuentro. Doy gracias a Dios todos los días, porque me ha dado fuerza y fe pero también la oportunidad de hacer algo en mi vida. Para mí y mi familia, la fe es extremadamente importante", reconoció en una entrevista a Glas-Koncila en 2017. Hoy, ese mismo rosario le acompañó contra Países Bajos y se metió en la final de la Nations League.