LA CRISIS DE RUBIALES

Confirmado: Rubiales paró el proceso para que Busquets no pudiera ser sancionado antes de un Clásico

Ana Muñoz no cita ningún nombre pero cuenta en Relevo el episodio de diciembre de 2019, poco antes de dimitir como vicepresidenta y responsable de Integridad de la RFEF.

Busquets, junto a Alberola Rojas./David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images
Busquets, junto a Alberola Rojas. David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Ana Muñoz ha concedido su primera entrevista en ocho años en Relevo (de la que hemos publicado una primera parte), en plena crisis en el fútbol español y en la Real Federación Español de Fútbol, casa que abandonó hace más de tres años y medio. Un lugar al que llegó como vicepresidenta del área de Integridad en julio de 2018, poco después de que Luis Rubiales accediera a la presidencia de la RFEF en el mes de mayo. Muñoz desempeñó el cargo durante un año y medio (hasta enero de 2020 aunque dimitió en diciembre del 19), hasta que decidió dejarlo tras una serie de discusiones con el actual presidente suspendido por FIFA.

El último encontronazo tuvo lugar a mediados de diciembre de 2019, en las vísperas de un Clásico de Liga. Barcelona y Real Madrid se enfrentaron el 18 de diciembre en el Camp Nou (el encuentro acabó 0-0,). Cuatro días antes, los azulgranas visitaron a la Real Sociedad y no pasaron del 2-2. La actuación de Alberola Rojas en Anoeta no gustó en la expedición culé y el portavoz del malestar fue Sergio Busquets. "Si pones el listón tan bajo como en el primer penalti, tienes que pitar muchos más", dijo, haciendo alusión al 1-0 del cuadro donostiarra, anotado por Oyarzabal desde los once metros. "El VAR tiene que entrar en la última jugada. Yo creo que el árbitro lo ha visto y no lo ha querido pitar", sentenció sobre un posible penalti a Gerard Piqué en la recta final.

Unas declaraciones que ahora, en 2023, serían motivo, cuanto menos, de denuncia por parte de Integridad y de apertura de expediente por el Comité de Competición. Pero en 2019 también habría sucedido lo mismo... de no ser por Rubiales. Lo recuerda Muñoz en la entrevista a Relevo, sin dar los nombres, pero refiriéndose a este caso: "Me llamaron a capítulo, con un plantel numeroso de hombres -creo que eran todo hombres, aunque no es un elemento que aporte nada-, para que diera explicaciones de por qué mi departamento pretendía trasladar al Comité de Competición una posible comisión de una infracción por parte de un jugador que había hecho comentarios que podían ser despectivos respecto del árbitro. Algo absolutamente cotidiano, habitual, que se producía todas las semanas".

Prosigue: "Dije 'porque lo ha dicho'. Lo había dicho en público y, por lo tanto, nosotros, como en tantas ocasiones, actuamos de oficio cuando veíamos declaraciones contrarias a las normas deportivas y no habían sido reflejadas por el árbitro, bien porque no las había conocido o no se habían producido en el terreno de juego; o bien porque no las había considerado relevantes. Entonces tuve que escuchar que desde cuándo éramos nosotros quienes denunciábamos a los deportistas. Le dije que era habitual, que lo habíamos hecho con presidentes de otros equipos y con personas que realizaban comentarios de ese tipo. Comentarios sobre los que esperábamos que la Comisión Antiviolencia o LaLiga nos remitiera la denuncia".

La contestación guardaba relación con la celebración de un Clásico escasos días después: "La respuesta fue muy interesante: había un partido de fútbol que se celebraba a los pocos días y a ese jugador le podían caer cuatro partidos. Y yo dije: "como a cualquier otro jugador". A raíz de eso y tras decir 'no lo entiendo, explícamelo, dónde está la diferencia con lo que hicimos la semana pasada', todo estalló y supe que me tenía que ir".

Norma en vigor desde 2020

Cucho Hernández, Gayà, Canales, Pezzolano... Existen varios ejemplos, unos más recientes que otros, de sanciones por declaraciones ante los medios de comunicación. Está en el ambiente de forma más frecuente en los últimos dos años, especialmente, pero la norma mediante la cual un futbolista o un entrenador se expone a una suspensión de entre cuatro a doce partidos por cuestionar la honradez e imparcialidad del colectivo arbitral se encuentra vigente desde la temporada 2020/21.

Artículo 106. Declaraciones a través de cualquier medio sobre los miembros del colectivo arbitral o miembros de los órganos de garantías normativas

La realización por parte de cualquier persona sujeta a disciplina deportiva de declaraciones a través de cualquier medio mediante las que se cuestione la honradez e imparcialidad de cualquier miembro del colectivo arbitral o de los órganos de la RFEF; así como las declaraciones que supongan una desaprobación de la actividad de cualquier miembro de los colectivos mencionados cuando se efectúen con menosprecio o cuando se emplee un lenguaje ofensivo, insultante, humillante o malsonante, serán sancionados.


Tratándose de futbolistas, técnicos/as, preparadores/as físicos, delegados/as, médicos/as, ATS/FTP o encargados/as de material, de cuatro a doce partidos de suspensión y multa en cuantía de 601 a 3.005,06 euros.

Es decir, en ese momento, el Comité de Competición no tenía instrumentos para sancionar a Busquets mediante este artículo, al no formar parte del Código Disciplinario de la RFEF en ningún caso. En consecuencia, estas protestas frente a los micrófonos se juzgaban mediante otro tipo de artículos, punto al que no se llegó con Busquets por la intervención de Luis Rubiales, según desvela Ana Muñoz. Un Clásico que, pese a todo, el actual mediocentro del Inter Miami no disputó. Integró la convocatoria, pero no salió del banquillo, al estar aquejado de un proceso febril.

La propia Ana Muñoz, en publicaciones en su cuenta de twitter de aquellos tiempos, se refería a situaciones parecidas. En febrero por ejemplo con unas declaraciones de Sergio Ramos contra el Levante criticando la labor de Hernández Hernández: "El criterio es distinto según los días. Mi última mano en la Supercopa ante el Valencia la pitan y es involuntaria. Y hoy hay dos manos involuntarios y no las pitan". No se abrió procedimiento.