ESPAÑA 3 – SERBIA 0

España se gana los cuartos y De la Fuente, un contrato vitalicio

La Selección vuelve a ganar y se clasifica matemáticamente para la ronda de marzo de la Nations League. Marcaron Laporte de cabeza, Morata tras fallar un penalti y Baena de falta.

Morata hizo el segundo gol del partido y lo celebró por todo lo alto. /GETTY
Morata hizo el segundo gol del partido y lo celebró por todo lo alto. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Córdoba.- Dicen estos días que Luis de la Fuente se ha venido arriba y que su nuevo tono, respaldado por los títulos, se evidencia claramente en las salas de prensa. Pero lo verdaderamente es raro es que no se haya comprado ya un ático en la luna. España está en cuartos de la Nations League y la ilusión, por las nubes. Sólo le falta, obligado por las bajas, alinear a Pedro Rocha de mediapunta para seguir sumando victorias y fidelizando seguidores por el camino. Y eso sí que es absolutamente por su culpa.

Córdoba, como hace unos días Murcia, vibró con una Selección que no sacia su hambre, que corre como si se jugara el descenso y que pisa el área como únicamente se hace en una pista de baile. Y eso que jarreó por momentos como hace tiempo que no pasaba en estas tierras. El gol de Laporte nada más empezar ayudó a que el partido fuera la continuidad de una luna de miel que comenzó en Países Bajos, que tuvo una segunda etapa en Alemania y que podría alargarse hasta el próximo verano o incluso al Mundial. Porro, sacudidos ya los nervios y los gafes frente a Dinamarca, demostró en el Nuevo Arcángel que hay lateral para una década. Aún tiene cosas que pulir, pero tiene la raza de Carvajal y ese guante de Jesús Navas. Su centro desde la derecha llevó el tempo justo para que Aymeric cabeceara.

La Selección, agobiada por tantos problemas musculares de gravedad y el cansancio que se acumula, pudo optar por bajar de marcha con tanto tiempo por delante y las ligas y las competiciones europeas que se avecinan. Pero eso, en este equipo, hace tiempo que ya está prohibido en su código interno. Merino estrelló un cabezazo en el palo, tras una rosca de Baena made in Almería, y más tarde pudo coronar una jugada de libro de esas tan habituales con la España del tiqui-taca. Morata también pudo sentenciar tras una suicida salida del portero, pero su remate fue demasiado blando. Al menos le sirvió para levantar a la grada y que le coreara. Menos en una parte del Bernabéu, le adoran en toda España.

Con tal estado de ebullición, Zubimendi demostró que, como dice su entrenador, hoy es el segundo mejor mediocentro del mundo, y que no tardando mucho escalará al pedestal.Fabián siguió a lo suyo, que es mandar con la elegancia de los elegidos. Y Merino disfrutó a sus anchas, yendo, viniendo, ofreciéndose al compañero y apuñalando por la espalda al rival. El nuevo jugador del Arsenal fue una de las novedades del once, junto a Cucurella, y Baena. Y todos mejoraron las prestaciones que, por unas u otras cosas, ofrecieron el pasado sábado Pedri, Grimaldo y Lamine. Los revulsivos se han empeñado en complicar la vida al míster y encender los debates del pueblo: ya no se sabe quién es suplente o titular. En qué maravilloso enredo se ha convertido que lleguen los partidos oficiales de España y no aquellos amistosos incómodos que sólo servían para echar un ojo al mapa.

En ese reparto de galones, Vivian y Oyarzabal volvieron a salir airosos. El central fue de nuevo titular y lo hizo rayando a un nivel sobresaliente. Tener a Le Normand por delante, hasta ahora, y a Cubarsí por detrás, veremos hasta cuándo, no hace más que motivarle. Si Raya ha abierto el debate con Unai Simón, el central del Athletic podría discutirle ahora mismo a Puyol. Haber frenado a Mbappé en la Eurocopa ha hecho que ya no tema a nadie de los que se le ponen por delante. Lo de Mikel, por su parte, es digno de estudio. Una mayoría le pone en duda cada vez que aparece en escena menos el que realmente sabe de esto, que es el dueño del banquillo y que le dio el biberón. Juega en una banda, en la otra, por detrás del punta o de delantero. Y en todas las posiciones cumple su función, aglutina al equipo, abre espacios, los ataca, desahoga cuando toca y picotea cuando se le exige.

¿Y el rival?

Serbia también estuvo, no se crean que los cronistas la olvidan. Pero no jugó. Por sus enormes carencias en la construcción y para romper líneas. Sólo tuvo una opción y el zarpazo acabó en el segundo anfiteatro. Y porque no supo jamás cómo superar la presión de España y hacerle casi cosquillas. Si en el primer tiempo pidió el descanso a gritos, porque estaba tan deprimida como empapada, en el segundo pidió clemencia. Al menos es lo que entendió Morata, que lanzó a las nubes un penalti en el 54' hasta que se reencontró con el gol diez minutos después con un zurdazo delicado que disparó a todos la moral.

Pedri acababa de salir al campo, por lo que el estadio, además de revitalizado, tuvo que multiplicarse para repartir tanto cariño. Donde hace años había pitos a algún que otro jugador, peleas encendidas por cada una de las listas y alguna mueca con el entrenador de turno, ahora todo es camaradería, felicidad y sentimiento patrio. Con el gol de Baena de libre directo, que le costó la roja al infractor, el campo se cayó. Cuando regresen Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Gavi, Rodrigo, Nico, Olmo, Lamine y compañía la Selección va a tener que jugar en algún cortijo o barbecho al aire libre y a campo abierto. No caben tantos fieles ni tanta felicidad.

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FICHA TÉCNICA

España (3): Raya; Porro, Vivian (Cubarsí, 82'), Laporte, Cucurella; Zubimendi, Fabián (Aleix García, 82'), Merino (Pedri, 65'); Oyarzabal, Morata (Joselu, 78') y Baena (Bryan Zaragoza, 78').

Serbia (0): Rajkovic; Erakovic, Milenkovic, Pavlovic; Nedeljkovic (Cumic, 64'), Zdjelar (Andrija Maksimovic, 64'), Maksimovic, Birmancevic, Samardzic (Grucic, 46'); Joveljic (Jovic, 46') y Mitrovic (Simic, 79').

Árbitro: Daniel Stefanski (Polonia). Expulsó a Pavlovic (76'). Amarillas a Oyarzabal (6'), Erakovic (37'), Mitrovic (52') Y Milenkovic (53').

Goles: 1-0 Laporte (4'). 2-0 Morata (65'). 3-0 Baena (77').

Estadio: Nuevo Arcángel. 19.500 espectadores (un centenar de serbios).