PAÍSES BAJOS 2- ESPAÑA 2

Mikel Merino, el '9' de moda, rescata su capa de héroe y evita un disgusto

El internacional del Arsenal salió en el minuto 84 y empató la eliminatoria en el 93' tras la remontada de un rival que fue mejor.

Mikel Merino celebra el gol del empate en el descuento. /GETTY
Mikel Merino celebra el gol del empate en el descuento. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Seguramente Países Bajos dé mucho menos miedo que verbalizar la palabra Holanda. Pero De la Fuente, que se formó en Haro con la Naranja Mecánica, sabe que el peligro es el mismo de siempre y que tiene una idéntica acidez a naranja. Por eso, en el sorteo de estos cuartos de final ya rebajó la euforia de aquellos que veían a la Selección en la final four de junio sin sudar. Ronald Koeman ha resucitado a un equipo que puso contra las cuerdas a España durante todo el partido. Ni siquiera el hecho de que Nico Williams adelantara a la Selección (9') cambió sus planes de castigar a una defensa que tembló más de la cuenta. Sin el mariscal Laporte a los mandos se vive peor. Y con Cubarsí fuera de combate, por una inoportuna lesión, se saca peor la pelota jugada. Por eso la Oranje llegó a remontar e intimidó. Menos mal que Mikel Merino nació en Pamplona y no pone nunca mala cara pese a calentar más que jugar.

España entró bien al partido. Aferrado a su once de gala, con la presión en campo contrario de siempre y con la pausa que ya ha imprimido al bloque Zubimendi. Esa buena colocación y mordiente llevó a Lamine a encontrar premio en las dudas de Hato a orillas de su área. Su robo, pegado a la banda derecha, sirvió para habilitar a Pedri en el punto de penalti con su rival en plena estampida, y favorecer que éste, con ojos en la nuca, asistiera a Nico para que controlara, girada y fusilara. Las risas de la celebración nos devolvieron a Alemania. Sin embargo, la resaca de los abrazos volvió a poner al personal con los pies en la tierra.

De la Fuente analiza el partido ante Holanda: "Es muy difícil ganar siempre". RFEF

Lo que sucedió desde entonces hasta el descanso fue un ejercicio de imprecisión con el balón y de sufrimiento entre líneas. De Jong manejó el centro del campo donde a Pedri y Fabián les costaba hacer acto de presencia. Frimpong, una lombriz desatada, se empeñó en ser un incordio mientras que Gapko y Memphis se pusieron como objetivo aguar la noche a Unai Simón. El empate (28') del extremo del Liverpool fue casi lo de menos, tras una mala defensa del balcón del área y la timidez de Porro para evitar líos punitivos en el área. Unai y el larguero se preocuparon después de que España no entrara a vestuarios pensando en hacer de Mestalla la Bombonera. Un 2-1 o 3-1, con Huijsen ya en el campo como debutante con el corazón partío y junto a otro central nacionalizado, no hubiera sido injusto.

Pero si malas fueron las sensaciones antes del intermedio, las peores llegaron con la reanudación. Sin necesidad de llegar al minuto de juego, Frimpong castigó la espalda de Cucurella y encontró la llegada de Reijnders para batir con un sutil toque con la zurda la estirada de Unai. La remontada calentó más aún a De Kuip e hizo saltar las alarmas en la Selección, que hacía mucho tiempo que no se veía tan apurado. El balón seguía durando un suspiro y todo el mundo buscaba a los líderes que no estaban o no aparecían. Se hacían de rogar como la entrada de la primavera.

Toque de corneta

Con media hora por delante, España tenía la obligación de ir hacia adelante para ajustar cuentas y el temor de dejar espacios en en defensa con todos mirando hacia arriba y el adversario corriendo como gacelas. De la Fuente decidió arriesgar y no fiarse de la vuelta en Valencia, por lo que igual amenazaba Porro a la contra que Gapko hacía lucirse a nuestro guardameta. En ese tobogán de emociones fue viviendo la Selección sin noticias del medio campo, sin que los extremos apagaran sus intermitencias y sin que Morata se presentara voluntario como apagafuegos.

Gapko celebra el 1-1 en De Kuip.  GETTY
Gapko celebra el 1-1 en De Kuip. GETTY

Con las estrellas nada finas, el seleccionador tiró de un triple cambio. Y no fue un giro de guion cualquiera. De la Fuente sentó a Morata, el capitán, y a Pedri y Lamine, normalmente los dos jugadores más lúcidos que habían fabricado el tanto español. Metió por ellos, por este orden, a Ayoze (vio tarjeta y se pierde la vuelta), Olmo y Oyarzabal, confirmando varias cosas de una tacada: entre otras, que no le tiembla el pulso pese a que la decisión con dos sustituidos pueda justificarse con el miedo a las tarjetas, y que Olmo y Pedri no maridan de rojo como sí lo hacen de blaugrana.

De la Fuente espera un gran ambiente en Mestalla en la Vuelta. RFEF

El resultado a esa revolución inicial no fue exactamente el esperado. Cuantitativamente cambió poco de partida, porque el resultado no mejoró hasta después, pero al menos España recuperó el mando, comenzó a asociarse como suele y a amenazar por fin a Verburggen. Nico tiró del carro por él y por todos sus compañeros. Sobre todo en los últimos diez minutos cuando Hato, en su noche para el olvido, dejó a su equipo en inferioridad por una patada al borde de la multa a Le Normand.

Ahí fue cuando la entrada de Mikel Merino puso las cosas en su sitio, ese centrocampista que se vistió de héroe en la Eurocopa en el minuto 119 frente a la anfitriona en cuartos y que Arteta ha reconvertido a delantero centro en el Arsenal. Su oportunismo, tras un rechace a deshora, evitó un disgusto y desempolvar los fantasmas de Escocia. Pero no evita que la Selección aún deba apelar al calor de Mestalla y que siga recordando que todavía no sabe lo que es ganar a domicilio a este adversario. Como Holanda, como Países Bajos o como lo que quiera.

---

FICHA TÉCNICA

Países Bajos (2): Verburggen; Geerruida; Van Hecke, Van Dijk, Hato; Reijnders (Wieffer, 91'), De Jong (Simons, 73'); Frimpong, Kluivert (Koopmeiners, 73'), Gakpo; y Memphis (De Ligt, 84').

España (2): Unai Simón; Porro, Cubarsí (Huijsen, 41'), Le Normand, Cucurella; Zubimendi, Fabián (Merino, 84'), Pedri (Olmo, 66'); Nico, Morata (Ayoze, 66') y Lamine (Oyarzabal, 66').

Árbitro: Glenn Nyberg (Suecia). Expulsó a Hato con roja directa (81'). Amonestó a Gapko (45'), Huijsen (61'), Ayoze (72') y Van Dijk (79').

Goles: 0-1 Nico Williams (9'). 1-1 (28') Gapko. 2-1 (46') Reijnders. 2-2 Merino (93').

Estadio: Stadion Feijenoord (43.000, de los que 2.550 eran españoles),