Oyarzabal y Unai Simón le pintan la cara a Países Bajos y Pedri recoge el testigo de Iniesta
Los penaltis meten a España en la 'Final Four' de la Nations League superando a un gran rival que entró picado por las declaraciones de Nico en la ida y se fue frustrado en esta vuelta.

Valencia.- La Selección ya está donde quería con esa alegría que contagia, une y emociona en esta nueva era. Se sitúa a orillas de un nuevo título internacional como que no quiere la cosa. No le basta con la Nations League de 2023 ni con la Eurocopa de 2024. Se ha empeñado en dar otro subidón nacional, mejorar el cuatrienio glorioso de Aragonés y Del Bosque y se va a plantar en la 'Final Four' de Alemania como favorita como ensayo de lo que espera en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá dentro de 20 meses. Oyarzabal fue de nuevo clave con un doblete. Mientras que para Lamine quedó la gloria de otro golazo y el disgusto de un fallo en la tanda de penaltis. Ahí, Unai volvió a demostrar quién manda. Es un león en toda regla.
Con un ritmo que nada tuvo que ver con el de Róterdam, con una salida en tromba y con Mestalla entregada, la Selección pintó la cara a Países Bajos, que diría Nico Williams, antes de empezar y no tanto después. sufrió mucho para lograr el objetivo. La Federación puso en los videomarcadores el gol de Iniesta de nuestras vidas en Sudáfrica ante ese mismo adversario que luce de naranja y de repente, como por arte de magia, comenzó a cambiar el ambiente con un efecto bipolar. Los españoles sintieron ese escalofrió que recorre los cuerpos cada que vez que aquel derechazo entra en las mallas, así que pusieron a saltar. Los neerlandeses, 2.500, enmudecieron con dolor, como el que mira una cicatriz olvidada que lleva 15 años sin sanar.
Pero por encima de todo, lo que de verdad cambió la tendencia de la eliminatoria fueron los cambios. De la Fuente, poco dado a los experimentos y mucho menos a las sorpresas, decidió agitar las horas previas a un partido trascendental moviendo el avispero. Introdujo cuatro retoques en el once y aireó todas las líneas. Pese a que públicamente se contendrá, el partido del jueves no terminó de convencerle ya que se corrieron muchos riesgos innecesarios, la pelota no voló como en otras ocasiones y tocó apelar de nuevo a la épica que tiene patentada Mikel Merino. Sin embargo, el cansancio y las alturas que llevamos de temporada también pesarían en su excel.Si quiso despistar a Koeman, logró hacerlo de una tacada con todo el estadio, incluyendo a ese último anfiteatro donde se sientan los 'plumillas'.
Huijsen dio continuidad a la luna de miel que comenzó esta semana en su tierra y formó pareja de centrales con otro nacionalizado como Le Normand. Albert Luque y Francis Hernández lo estarían celebrando desde su casa en el destierro. No es para menos. Su pelea para convencerles de que Francia y Países Bajos son menos que España futbolísticamente tiene su trabajo y su fe. El concurso del defensa del Bornemouth, con el cruyffista 14 a la espalda, fue sobresaliente aunque también pecó. Pudiendo mostrarse como un becario, con las lógicas dudas del que acaba de entrar en el oficio, tuvo gestos de Puyol o Marchena atrás y de Hierro en esa salida con la cabeza elevada mientras busca rendijas por las que colar sus atrevimientos.
En esa defensa que ha encajado cinco goles en la eliminatoria (Vivian y Laporte son mucha tela) también brotó de la nada Mingueza en el lateral con el objetivo de dar una salida de balón más aseada que hace unos días. Su concurso no fue uno cualquiera y tiene más peso en esta remontada de lo que parece. Aportó más templanza que Porro con balón y supo mantener a raya a Gapko hasta mandarle a vestuarios. El futbolista del Celta hizo todo bien. España empezó a carburar con su inteligencia.
Olmo también tuvo la ocasión de reivindicarse. Pero le costó desenredarse de un medio campo rival que pecaba bocados por la espalda. De la Fuente, como en la Eurocopa, le dio la batuta de la imaginación de Pedri y la explotó a conciencia con ese primer control que sólo tiene él y esa querencia a buscar el área. Quedará para los exámenes de junio ver si algún día las dos estrellas del Barça pueden convivir juntas de rojo como de blaugrana. Con Flick han coincidido en el verde 1.240 minutos esta temporada. Con España sólo seis.
Oyarzabal, mientras, se dedicó a lo de siempre. Sumó otra noche de esas en la que, de partida, nadie le ve como titular y le pone en duda, pero en la que al final todo el mundo acaba encantado con sus prestaciones. Pese a que no levanta la voz, se llena el cuello de tatuajes y hace celebraciones estridentes es, entre otras cosas, el héroe de la Eurocopa. Por eso se fue ovacionado. A él le hizo Van Hecke el penalti que abrió la lata en el primer tramo y él mismo se encargó de materializarlo con esa sangre fría que tiene por garrafas. Después, pudo sentenciar él mismo y Nico en la primera parte, pero decidieron que la emoción hace más gratificante la recompensa.
Memphis se enfada...
Koeman, en su regreso a la que fue su casa volvió a irse mustio. Solucionó con Maatsen las tropelías que Hato había cometido en la ida (gol de Nico tras pérdida y expulsión con 2-1 que acercó el empate). El lateral del Aston Villa sujetó bien a Lamine e hizo daño en ataque cuando pudo. Del resto, el míster no tocó nada. Bastante tenía ya con las bajas de Dumfries, De Vrij, Aké y Gravenberch como para cambiar lo que le funcionó en casa. Aun así, a Países Bajos le costó generar hasta que se desató. De Jong estuvo demasiado tímido. Y España, tras una primera presión alta, supo regresar al área propia y juntarse sin dejar espacios a la espalda donde sus gacelas te destrozan.
El segundo tiempo arrancó como el primero. Con España desatada a lomos de Nico. Cómo tira del carro. A este equipo no le vale con ganar ni rendir un homenaje a una tierra muy tocada aún por la DANA. Le mueve convencer y hacer disfrutar. De ahí que sólo sepa mirar a la portería rival. Hasta que el colegiado señaló un penalti de Le Normand a Memphis que dejó dudas porque el agarrón tiene menos fuerza e intención de lo que parece. El exbarcelonista ejecutó la pena máxima con rabia. España perdió entonces el norte, sufriendo de lo lindo sin el balón y aculado, y sin esa presión tras pérdida que ha exportado a todo el mundo,. De la Fuente se vio obligado a mirar quién se movía por su banda.
Nico, como en Holanda, se rebeló e hizo ver que las soluciones seguían en la cancha. Pero Verbruggen parecía un pulpo. Le sacó dos manos a mano espectaculares. Lamine, que no estaba demasiado acertado, se contagió de ese hambre de su 'bro'. Y cuando dos joyas como estas coinciden en el espacio y el tiempo, no queda más que babear y que el enemigo se ponga a resguardo. El 2-1 nació en sus botas, con un arranque prodigioso que mejoró Nico por el camino y culminó Oyarzabal a trompicones. Pero Países Bajos no entregó nunca la cuchara y volvió a castigar con saña. Una pérdida de Olmo en la salida cayó en las botas de Maatsen para fusilar a Unai con tanta potencia como precisión (2-2). Él llevó la pelea a la prórroga junto a Unai, porque sus manoplas también fueron de oro. Y ahí pasó de todo. Lamine puso por delante a España con una jugada messianica más en el primer tramo del alargue, y Simons, en el segundo, provocó un penalti de Unai que materializó, llevando estos cuartos a una ruleta rusa donde entre Unai y Pedri salieron coronados.
Ahora, a ver quién frena a esta Selección. La última vez que perdió fue en un amistoso contra Colombia en Wembley el 22 de marzo de 2024. Y del verdadero palo de Escocia (28 de marzo de 2023) ya no se acuerda casi nadie. Próxima parada, Final Four del 4 al 8 de junio en Alemania, la tierra prometida. Allí nos espera la convocatoria más difícil de la historia con el nivel de esta plantilla. Y la seguridad de quien se ponga la estrella en el pecho irá con el cuchillo entre los dientes. De la Fuente se ha empeñado en pasar a la historia con este grupo de chavales a los que dio de mamar y, por ahora, conviene seguirle la corriente.
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FICHA TÉCNICA
España (3): Unai Simón; Mingueza (Porro, 93'), Le Normand, Huijsen, Cucurella; Zubimendi (Aleix, 105'), Fabián (Merino, 84'), Olmo (Pedri, 84'); Nico Williams (Baena, 117'), Oyarzabal (Ferran, 69') y Lamine.
Países Bajos (3): Verbruggen; Geertruida (Lang, 77'), Van Hecke, Van Dijk, Maatsen; Reijnders (Koopmeiners, 110'), De Jong (Taylor, 105'), Kluivert (Malen, 77'); Frimpong, Memphis (Brobbey, 101') y Gakpo (Simons, 77').
Árbitro: Clement Turpin (FRA). VAR: Willy Delajod (FRA). Amonestó a Le Normand (52'), Memphis (80') y Unai Simón (108').
Goles: 1-0 (8') Oyarzabal (penalti). 1-1 (54') Memphis (penalti). 2-1 Oyarzabal (66'). 2-2 Maatsen (79'). 3-2 Lamine (103'). 3-3 Simons (109').
Penaltis (5-4): Van Dijk (gol), Merino (gol), Koopmeiners (gol), Ferran (gol), Simons (gol), Aleix (gol), Lang (fallo), Lamine (fallo), Taylor (gol), Baena (gol), Malen (fallo) y Pedri (gol).
Estadio: Mestalla (48.082 espectadores, de los cuales 2.500 eran holandeses).