La vida de Cucurella después de su 'boom' en la Eurocopa: "No me gustan los focos, ahora no me puedo sacar ni un moco"

Marc Cucurella (Alella, 22 de julio de 1998) se presenta al encuentro con Relevo maldiciendo el tiempo que se ha traído a Madrid desde Londres y, como siempre, con la energía del que vive feliz en una marmita de café. Tiene tal fuerza, simpatía y predisposición por charlar de fútbol y de la vida que parece más el entrevistador que un futbolista profesional deseoso de quitarse de encima cuanto antes a los periodistas.

Con este lateral reconvertido a héroe desde la Eurocopa de Alemania, los guiones valen de poco y es complicado mantener una conversación sin llorar de la risa a cada instante por la naturalidad, su gracejo y una personalidad tan arrolladora. No es casualidad que sea uno de los futbolistas más queridos por la afición española (la alemana aún le recuerda por su particular 'mano de Dios') y que, además, sea un pilar en el vestuario de España como también lo es en el Chelsea. En su cambio de vida y en ese liderazgo se centra este diálogo en el que él nos habla como a un colega y de vez en cuando le preguntamos, más que por cambiarle de tercio para que este terremoto coja aire.

No, no. Siempre te queda eso porque al final en España hay mucho nivel. Hay muy buenos jugadores y yo siempre la miro con un poco de intriga. De saber a ver si sí o si no.

No, no. Sí que es verdad que había visto que, bueno, había gente que ponía que podía ir él y tal, pero al final, nosotros, el míster también lo sabe, somos muy diferentes el uno al otro. Sólo puede jugar uno de los dos. Pero, aún así, como que nos llevamos muy bien y eso no influye al grupo, no crea mal ambiente, da igual quién juegue. Yo creo que al míster eso también le tira mucho y sabe que a nivel de grupo eso ayuda.

Sí, al Barça me gusta verlo. Sobre todo ahora, este año. Es muy divertido de ver. Porque pasan muchas cosas y juegan muy ofensivo. No los veo todos los partidos, pero de vez en cuando me los pongo en la tele y voy viendo.

La verdad es que ahora no lo pienso. O sea, estoy bien donde estoy y tal, estoy disfrutando del momento.

Pues mira, la verdad creo que ellos están más contentos que yo en Londres. Para vivir me gusta mucho y ellos están muy a gusto y el tiempo es un poco lo que mata un poco, pero creo que para una experiencia de unos cuantos años... A ver, nunca digas nunca, ¿no? Creo que no me quedaría vivir ahí para siempre, pero para estar unos cuantos años más, pues estoy muy contento.

Bueno, sí, porque en Inglaterra al final los ingleses pasan más, ¿no? Como es lógico. Pero sí que es verdad que siempre que vengo a España, aunque sea a pasar unos días, noto mucho el cariño de la gente y todo el amor que me tienen. Es una cosa muy bonita. Porque antes, quizás, gustaban más otros tipos de jugadores y ahora como que me tengan el cariño a mí, un jugador un poco diferente, me gusta. Me da mucha alegría.

No, yo creo que tiene sus dos partes buenas. Al final, si no vienes a la Selección tienes días libres y también vienen bien. Pero al final venir a la Selección es un orgullo, un privilegio. Sí que es verdad que el calendario es duro y tal, pero si no te llamasen, o cuando ya no te llamen más, o cuando ya estés retirado, lo echarás de menos. Ahora, para lo cortas que son nuestras carreras, mejor ir a exprimirla a tope y ya descansarás.

Yo no, la verdad. Quizás algunos compañeros sí. En los partidos antes de Selección es verdad que alguno no mete la pierna [sonríe]. Yo no lo pienso mucho. Al final, si te tiene que pasar te va a pasar, y yo voy a todo y ya veremos lo que tiene que pasar.

Bien, me gusta. [Se queda pensando...]. O sea, a ver, no me gusta, pero es lo que hay [risas]. Que la gente te tenga todo el cariño que te tiene es bueno. Y al final es una cosa que tú, aunque no tuvieses la repercusión que tienes… Yo jugaría al fútbol o jugaba porque de pequeño me gustaba. He ido subiendo escalones y al final he podido ganar una Eurocopa. Hacer una cosa que te gusta y que encima la gente te dé las gracias o se vea reflejada en ti o le guste tu manera de ser o tu manera de jugar, creo que es una cosa muy bonita. Siempre intento darles lo que… [resopla] en plan, un poquito de atención. Si es una foto, una foto, si es un autógrafo, un autógrafo… porque al final con eso que les das que para ti es nada, a lo mejor les puede cambiar el día o ya les puedes alegrar un momento en el que lo están pasando mal. O cualquier vídeo o cosas así…

El momento ese fue raro porque encima quedaba poco para que saliese él y entramos y, claro, como que toda la gente se puso a mirarnos a nosotros y a chillar y la verdad que no sabía muy bien qué hacer. Digo, 'madre mía, no me puedo sacar ni un moco ahora'. Toda la presión ahí. Pero bueno, mucho cariño y al final es lo que os digo, es bonito y luego cuando no te pase o cuando ya la gente no se acuerde de ti, lo vas a echar de menos. Ahora es una cosa que hay que disfrutar.

Sí, todo esto es muy guay. Al final, a ver si me llaman más, que últimamente no me llaman… [bromea]. No, pero es bonito. Al final, por ejemplo, tú cuando eres niño ves a jugadores o a famosos haciendo anuncios o cosas de marcas y ahora te toca a ti y es una cosa muy guay. Yo siempre me lo tomo como algo muy divertido y ahí están las típicas marcas que son muy míticas y que por lo menos a mí me hace ilusión que me llamen o pregunten para hacer este tipo de cosas.

No, no, de momento no. Hemos tenido... [se lo piensa] Algunas me han llamado pero luego no acaban de concretar. Pero había algunas que me hacían ilusión, la verdad.

Sí, ella me ayuda bastante y lo podríamos hacer mejor también. Y también los que me llevan las redes me meten caña y dicen esto y lo otro. Soy un poco pasota... ¿Sabes qué pasa? Que en mi día a día voy muy ajetreado, voy al límite y como que el móvil y tal, no estoy muy al día. No estoy muy puesto. Pero bueno, intentamos hacerlo de la mejor manera posible.

[Risas] Ya te digo... Sí que es verdad que antes de la Euro tenías que estar más atento. Ser más constante, podríamos decir. Y ahora como que ya da igual lo que hagas o si un día subes una cosa o tres. Como que a la gente le sigue gustando.

No, no, de momento no, es lo que te digo.

Jajaja. Qué va. Porque al final tampoco he hecho muchas cosas. Me gustaría haber hecho más. Y al final habían cosas guays y tal, pero como que por unas cosas o por otras han quedado ahí en stand-by. A ver si me llaman, a ver si me llaman…

Me contactó Danet, por ejemplo, que me hacía ilusión. Las míticas natillas Danet, esos anuncios son míticos. No se acabó dando, pero bueno, cositas así que... Pues a mí, por ejemplo, me hacen ilusión. Cuando yo era niño veía los anuncios y ahora que te lo pregunten a ti... es una cosa que me hacía ilusión.

A mí que me llamen y ya veremos a ver qué hay.

Bueno, la verdad es que nunca lo he pensado. Nunca me lo he planteado ni nada. Yo soy como soy al final. Creo que la gente que quiere hacer gracia no la hace. Es como que me sale natural y lo que hago lo hago porque me nace. No intento buscar ni la aprobación ni nada, sino que me sale así. Al final yo juego al fútbol porque me gusta y soy así porque soy así y ya está.

Sí, eso es verdad [se ríe]. Es que el TikTok ha hecho mucho daño, es que el TikTok no ayuda, el TikTok no ayuda. Se me recuerda mucho también por la canción, pero también como que la canción lo bueno que va a tener es que siempre se va a recordar con ese momento. Esa canción siempre se va a recordar al verano cuando ganamos la Euro. Igual que la canción de La Potra Salvaje. A veces, cuando la escucho, o me sale ahí que voy pasando canciones y me sale, siempre me recuerda a esos momentos. La celebración o eso, y todo va a quedar como un recuerdo de un gran verano que vivimos.

Yo sé que soy líder porque soy muy trabajador. Intento darlo todo y la gente en ese aspecto me respeta. Pero luego a la hora de tener que dar charlas, como que no sé cómo expresarlo. Allí en el Chelsea sí que me meten caña, tenemos como un coach que me dice eso, que no sé si yo lo sé pero que soy muy líder. Que los compañeros me respetan mucho, que tendría que hacerlo más. Dar más charlas. Yo creo que soy líder, pero de otra manera. No dando charlas ni eso, sino dándolo todo. Con mi trabajo, con lo que aporto. Soy líder en ese aspecto. Pero luego a la hora de hablar y tal, la verdad que me cuesta un poco. Lo siento porque muchas veces, por ejemplo, estoy en casa y digo 'ah, pues mira, podría decirles esto, creo que estaría bien, les ayudaría'. Pero luego a la hora de la verdad no me sale. Tengo que mejorar eso, pero...

No, no, sin más. Yo creo que también porque ahí en Inglaterra tradujeron la canción y llegó un poco fuera de contexto. Y me imagino que a él le llegó también fuera de contexto. Sin más. Jugamos el primer partido de Liga contra ellos, nos marcó, perdimos, lo típico... Un montón de memes por allá. Luego creo que a las dos semanas hubo una ceremonia de premios y fue Palmer, y estuvieron hablando con Haaland. Le preguntó por mí y Palmer le dijo que era muy buena gente y que era muy divertido. Y se quedó ahí.

No, no, la verdad que recuerdo amargo, para nada. Es lo que hay y nosotros somos los que hemos salido campeones y ya está. Sí que la gente a veces se acuerda. En Inglaterra no mucho, yo creo que si fuese más para Alemania sí que me pondrían más a caldo. Pero bueno, sin más, al final son cosas del fútbol, momentos que pueden ir como una moneda al aire para un lado o para el otro y ya está. No hay que hablar más. Ya no hay vuelta atrás.

No, no, obviamente. Si me llegan a pitar la mano podría haber sido el tío más odiado de España. Posiblemente, si nos hubiesen metido el penalti y nos hubiesen eliminado. No pitaron nada, ganamos, luego di la asistencia en la final y ahora puedo ser de los más queridos. Es lo que te digo, el fútbol son momentos y son detalles. Una decisión del árbitro de pitar o no pitar el penalti pues podría haber sido de... que me pusieran en busca y captura aquí en España o de ser uno de los más queridos [bromea].

No, no, la verdad que no. Yo creo que ya fue suficiente…

Le saludaría y le preguntaría qué tal le había ido el verano [se ríe].

Los nuevos tienen que cantar. Esa me la hicieron a mí. Porque se ve que nadie cantaba y a mí me llamó la Selección hace mucho tiempo y claro, estaba Jordi Alba, Busquets y tal y me dijeron 'tienes que cantar'. Como en la Sub-21 lo hacíamos digo 'guau, pues voy a cantar'. Y se ve que canté y luego me dijeron que hacía como ocho años que ya nadie cantaba en su primera concentración.... Y a partir de ahí ya se volvió a hacer lo de que canten los nuevos. Les va a tocar cantar. La verdad es que son muy buena gente, muy tranquilos, hemos entrenado poquito, pero con ganas ya de que llegue el partido y a ver si tienen la oportunidad de jugar.

Canté la de Purpurina, creo de Alberto Gambino. Tenía que ser un clásico, me la tenía que saber de memoria, me podía la presión.

No, no, yo creo que va a seguir siendo lo mismo. Se ha ido Pablo Amo, que le teníamos mucho cariño al final. Nos ayudó mucho y fue una persona muy importante. Se ha ido a una cosa que para él era importante para el futuro. Ahora ha venido el hijo del míster a ayudar y nada, bien, uno más. Me parece que le va a tocar cantar también. Lo bueno es lo que digo, la base del grupo sigue siendo la misma y vienes aquí y es como que no ha pasado el tiempo. Parecía que hacía poco que nos habíamos visto y el ambiente es muy bueno y muy contento de estar aquí.

Era una persona muy importante. Como persona y también lo que aportaba en las charlas que hacía. Como nos hacía llegar el mensaje como todo el staff. En preparar los partidos creo que era muy bueno. Esto que le ha salido ahora se lo merecía y se lo ha ganado a pulso. Estoy contento de lo que le ha tocado vivir. Respecto a lo de irme por ahí, depende, se tiene que valorar...