La Selección pone rumbo a los Juegos Olímpicos tras cumplir otro sueño... y aún queda la final
Jenni Hermoso, Aitana Bonmatí y Ona Batlle pusieron los goles en una Cartuja que se vistió de récord pese a la mala difusión del partido.

La Selección sigue a lo suyo: desbloqueando sueños para no dejar de hacer historia. Da igual los obstáculos que se encuentra en el camino. España tiene aura de campeona y se resiste a perderla. Para esta final four y tras una Nations League en la que le ha ocurrido de todo, se topó con dos piedras en forma de mala organización y un cambio de sede que silenció la semifinal en La Cartuja.
📹 𝗥𝗘𝗦𝗨𝗠𝗘𝗡 I ¡ESPAÑA GOLEA PARA SEGUIR HACIENDO HISTORIA!
— Selección Española Femenina de Fútbol (@SEFutbolFem) February 23, 2024
💥 @Jennihermoso
💥 @AitanaBonmati
💥 @OnaBatlle
🇪🇸🆚🇳🇱 I 3-0
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No obstante, el equipo de Montse Tomé transformó el ruido en música sobre el verde para ganar a Países Bajos y conseguir el billete para los Juegos Olímpicos. Los primeros que disputará España en esta categoría. Y aún hay más. Porque está a 90 minutos de ser aún más campeona si levanta este trofeo el próximo miércoles (19:00h) en este mismo estadio contra Francia, que venció a Alemania (2-1).
En el campo, dominó y, pese a abusar del perdón en el área rival, volvió a demostrar por qué es campeona del mundo. Poderío ofensivo y juego vistoso, con una presión alta y efectiva que, pese a no encontrar sus frutos en el inicio del partido terminó dejando el duelo con 2-0 al descanso.
La magia de Jenni Hermoso y la imparable Aitana Bonmatí
Un tiki-taka que une a ambos países y que, en esta semifinal, fue de nuevo para España. Los primeros acordes de esta melodía fueron entonados por dos jugadoras emblema: Jenni Hermoso y Aitana Bonmatí. Dos símbolos del éxito deportivo y extradeportivo en el fútbol español. Dos referentes que han marcado un antes y un después en los últimos meses y que nos hacen soñar con colgarnos la medalla de oro al cuello.
El balón comenzó a rodar en una Cartuja a medio gas con un goteo imparable de ocasiones que copó Salma Paralluelo. La maña las tuvo de todos los colores. Y no fue la única que se echó las manos a la cabeza en el área. Athenea del Castillo, Olga Carmona e Irene Paredes también levantaron al público para ver que poco a poco, el gol de España estaba muy cerca. Y tenía que ser ella. Tenía que ser Jenni Hermoso la que rompiera el hielo. Aunque no estaba siendo su partido, en el que se mostró incómoda moviéndose entre líneas, la atacante madrileña cazó un balón en la frontal del área y se metió hasta la cocina para sumar el 1-0. No le hace falta brillar en exceso. Tiene ese don de saber estar y ser.
¡𝑳𝒐 𝒉𝒂 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐 𝑯𝑬𝑹𝑴𝑶𝑺𝑰́𝑺𝑰𝑴𝑨 𝒃𝒊𝒆𝒏, 𝑱𝒆𝒏𝒏𝒊!
— Teledeporte (@teledeporte) February 23, 2024
Lo ha dicho @AliciaArevalo29 y no le falta razón
Que golazo de 🇪🇸 para ponerse por delante https://t.co/80DuyyUmO9 pic.twitter.com/qb5H5jSaeq
Cuatro minutos después, un centro desde la izquierda de Mariona Caldentey sumaba un nuevo estribillo para cantar el segundo tras un gran remate de Aitana Bonmatí. La considerada como mejor jugadora del mundo (Balón de Oro y The Best, entre otros muchos premios individuales) fue imparable por la defensa neerlandesa. El 2-0 lucía en el marcador para marcharse al descanso con las mejores sensaciones.
La Cartuja, un récord en medio del desastre
Sobre todo después de saber que, desde Lyon y de manera simultánea, Francia anotaba dos goles en los mismos minutos (41 y 45) para dar más tranquilidad en caso de que el partido se pudiera complicar en el segundo tiempo. Pues las galas están clasificadas para los Juegos Olímpicos como anfitrionas y si llegaban a la final dejaban otro billete en juego en la pelea por el tercer y cuarto puesto. Aunque aún quedaban 45 minutos por delante para terminar de decidir la final.
El duelo perdió ritmo en el segundo tiempo. La Selección mantuvo la calma, se guardó bien las espaldas y quiso dejar toques de atención en el área rival con varias ocasiones que fueron subiendo de tono con la llegada del final. España se gustó, movió el banquillo y no tembló. Porque las campeonas ya ni sufren. O eso parece. E incluso quisieron añadir tranquilidad con otro gol de Ona Batlle a falta de un cuarto de hora para el final tras una jugada muy trabada en la que también fueron a rematar Salma y Alba Redondo.
La Roja dio un golpe sobre la mesa en medio de la tormenta por la mala organización del partido. Con muchos sectores de la grada desiertos -es un estadio para unos 57.000 espectadores- se registró un récord en un partido de la Selección femenina. Aunque este logro llegó con mal sabor de boca. Según informaron por megafonía, 21.856 personas asistieron al encuentro, pese a la baja promoción en Sevilla. Con este lío al margen, la campeona ganó y consiguió el objetivo: nos vamos a París y podemos ser doblemente campeonas si ganamos la final ante Francia. Casi nada.