Los pies de plomo de Iñigo Martínez con la Selección tras un historial de lesiones y una rutina que funciona a los 33 años
El central, en uno de los mejores momentos de su carrera, no podrá volver a vestir los colores de la Selección española durante este parón.

"Me parece mal dudar de Iñigo, si el club ha sacado un parte médico diciendo que está lesionado me parece una falta de respeto no creerlo", espetó Unai Simón en rueda de prensa para defender a su compañero. El portero del Athletic Club dilapidó los falsos rumores que apuntaban a una 'borrada' del central vasco a la llamada de Luis de la Fuente. El blaugrana, en uno de los mejores momentos de su carrera, se ganó a pulso regresar a La Roja. Pero unos problemas en la victoria culer en el Metropolitano la torpedearon.
El lunes por la mañana, el Barcelona informó de la lesión del central. "Las pruebas realizadas esta mañana han confirmado que el jugador del primer equipo Iñigo Martínez tiene una parameniscitis interna de la rodilla derecha. El jugador realizará tratamiento en Barcelona bajo la supervisión de los servicios médicos del Club", explicaba el comunicado. El vasco tuvo que quedarse en tierra y tendrá tiempo para recuperarse hasta el domingo día 30, cuando el Barça jugará en el Lluís Companys contra el Girona. Tampoco pudo viajar Marc Casadó, que tiene un pronóstico más grave.
La convocatoria le llegó a Iñigo en un momento de alegría necesariamente medida. Se ha ganado ser titular indiscutible en el Barça de Hansi Flick, uno de los conjuntos con una propuesta defensiva más arriesgada, por delante de un futbolista como Ronald Araujo. "He leído lo de Iñigo, que se ha borrado de la convocatoria. Estoy seguro de que Iñigo tenía muchas ganas de venir. Me parece una falta de respeto para un compañero que he tenido en el club y en la selección y no lo merece", remató Simón.
Un historial que no se puede olvidar
Iñigo, a pesar de que ha olvidado la mala racha de lesiones del curso pasado a la que se sumó la irrupción de Pau Cubarsí cuando ya se sentía titular, tiene presente su historial y su edad: a final de temporada cumplirá 34 años. Aunque ya ha demostrado aquello de que la edad solo es un número, muchos culers lamentan que no llegara al Camp Nou en 2017, cuando lo reclamó Ernesto Valverde. El último 'aviso' que le mandó su cuerpo fue en enero, cuando se lesionó en la final de la Supercopa.
El central se perdió varios partidos a principio de año y Flick repartió los minutos entre Araujo y Eric Garcia, al que ha recuperado para el tramo final de campaña también como mediocentro. La lesión ante el Real Madrid fue una de las poquísimas bajas por problemas musculares que ha tenido el Barça este año. Y todo se debe al cambio en un cuerpo médico que lidera Julio Tous, de quien todos en el club, desde el vestuario hasta la plana mayor de la directiva, hablan maravillas.
No es la primera vez que Iñigo se pierde una cita con La Roja. No fue a la Eurocopa del 2021, cuando la Selección la pilotaba Luis Enrique, y lo explicó en un comunicado en el que revelaba que no se encontraba "al 100% ni física ni mentalmente" para competir al máximo nivel. Ahora, los problemas en la rodilla han impedido que viaje a Las Rozas. Los rumores sobre una hipotética borrada no tienen ni pies ni cabeza. En el horizonte había la posibilidad de disputar la Nations League, que está lejos de tener el peso de una Eurocopa o un Mundial.
Existe la sensación de que quizá haya sido la última bala de Iñigo para volver a la selección. Aunque, por otro lado, también se podía entender su situación como un capítulo ya cerrado que se acabó reabriendo a la fuerza: por su rendimiento y las bajas en la zaga de De la Fuente. Falta por ver cómo responden Asencio o Huijsen. Ahora, Iñigo afronta un momento crucial en su carrera y con el Barça. Su compromiso con los blaugrana, donde es uno de los líderes del vestuario, es total. Y tiene por delante la posibilidad de llenar sus vitrinas.