OPINIÓN

La Selección podría ser pronto Asencio y 10 (del Barça) más

Los internacionales del Barça que fueron campeones este verano, muestran su medalla. /GETTY
Los internacionales del Barça que fueron campeones este verano, muestran su medalla. GETTY

Estábamos avisados. Raúl Asencio y el Barça abanderan la Selección para estos cuartos de final de la Nations League ante Países Bajos. El madridista se lo ha ganado con esa efervescencia que le hace líder de una defensa con goteras. Y los culés ya son algo más que una tendencia. Íñigo Martínez y Ferran se suben a un carro donde ya estaban Cubarsí, Casadó, Pedri, Lamine y Olmo y donde no sería nada raro ver, al mínimo contratiempo, a Balde, Fermín (campeón de Europa con De la Fuente) y a su ojito derecho, Gavi.

Igual en la 'final four', si España pasa este trago, vemos —con el máximo respeto a todos los demás— a Asencio y a 10 (del Barça) más. Como en los tiempos de Del Bosque, Luis Enrique o el mismísimo Clemente. No es descabellado. Pocos hay con este nivelazo. Ya lo dijo Albert Luque el otro día en Relevo: "Al final, un jugador poco habitual en un grande, para mí es mejor que un jugador que sea titular en otro equipo".

Hace bien De la Fuente en aprovechar las inercias. Pese a que la encanta dar continuidad a su núcleo duro pase lo que pase y a no tocar demasiado lo que viene funcionando, no le tiembla el pulso a la hora de echar mano de las 'prendas' que en cada estación están de moda como complemento. es un buen mensaje al personal: si te esfuerzas tienes premio. De la plantilla a la que hizo volar en Alemania a la que presentará ahora en Rotterdam y Mestalla este mes hay ocho novedades. Sería de torpes no sacar partido a aquellos futbolistas que marcan el paso a estas alturas de la temporada. Pero se necesita valentía porque lo que espera a España es una eliminatoria a tumba abierta, donde no tienen cabida los experimentos, y no un partido de clasificación o un amistoso infumable.

De la Fuente convoca a Raúl Asencio a la Selección absoluta. RFEF

Con Asencio hay que darle las gracias, más allá de a sus padres, a Ancelotti. No era fácil confiar en él y lo hizo aunque fuera por mero accidente. Con la invasión azulgrana conviene acordarse de Flick. Ha resucitado a un equipo que se había caído. Y lo ha hecho tomando muchos riesgos. Íñigo podría ser estos días el defensa más retratado con una línea defensiva en medio campo y aparece como el mariscal que brilló hace una década.

Aunque tenga recaídas, una de las obsesiones de Luis de la Fuente es rejuvenecer su equipo con celeridad. Y no por perseguir porque sí a los veteranos. Con el central del Barça (a orillas de los 34 años) ha hecho otra excepción. El míster, que tiene 63 y la gloria le está llegando cuando otros de su quinta ya están jubilados, tiene el máximo respeto a los trienios acumulados. Pero mantiene una fe ciega en cómo se viene trabajando en Las Rozas con la base. Es a ese producto al que quiere dar salida. El cuerpo podría pedir pasar de Casadó, por ejemplo, y sin embargo sigue en sus trece mientras Rodrigo siga fuera.

Está empeñado en hacer de España un club más que una Selección y ese trabajo no sólo se ejecuta en estas concentraciones. Es una labor del día a día desde las categorías inferiores que tan bien controla. Su fe en Omorodion no es casual pese a que lleva dos goles en lo que va de 2025. Prefiere el talento que emana bajo su paraguas que los brotes verdes que vayan surgiendo extramuros. Asencio (22 años), que no había vestido de rojo jamás y es del Castilla, es un caso anómalo que confirma la regla.

De la Fuente cuenta en su currículum con haber puesto sobre el césped el once más joven de la historia de la Selección con 22,3 años de media. Y aunque el récord tiene trampa marca el camino hacia la perfección. Aquella noche del 8 de junio de 2021 en Butarque, la Absoluta debía enfrentarse a Lituania en un amistoso, pero un brote en plena pandemia acabó con el equipo de Luis Enrique aislado y dando paso a la Sub-21, que ganó 4-0 con Zubimendi a los mandos y hasta con Brahim, goleador ese día, que por cierto es el futbolista con el que más contó el técnico riojano en su paso por las categorías inferiores.

El once más joven que alineó el seleccionador en la pasada Eurocopa tuvo 26,5 años de media. Fue ante Italia. Y llegó a apostar en esa cita internacional por uno de 28,8 años frente a Albania. Su deseo es tirar más hacia la valentía de Luis Enrique (25,3) que hacia el apoyo indisimulado en los veteranos de Hierro y Lopetegui alrededor de Rusia 2018 (29,8). Por eso, tras la renuncia de Jesús Navas, con el que hubiera contado hasta con bastón, se han ido cayendo Nacho (35) y Joselu (34), y es reticente a contar con Marcos Llorente (ya pasa los 30) o Isco (32). Con Lamine como abanderado a sus 17 años, está clara la estrategia. 

Mola ver y comprobar que hoy hay chavales por los campos de fútbol 7 con más opciones de acudir a la Selección que muchos de los que se pavonean a diario en Primera.