¡Estoy agotado, qué angustia! Y lo peor es que todavía no tenemos solución definitiva al embrollo de la Champions

Estoy agotado. Exhausto. ¡Qué noche! Lo de menos, casi, son los 18 partidos a la vez y la posibilidad de verlos todos de golpe en una multipantalla. Lo de más es que cada vez que llegaba un gol, 64 en total, Mr. Chip nos contaba en directo todas y cada una de las posibilidades que se daban de cara a los siguientes enfrentamientos. Tanto de la ronda intermedia de ajuste como de los octavos de final. Puras cábalas, pero todas con su razón de ser. ¡Qué angustia! Y lo peor es que todavía no tenemos solución definitiva al embrollo. Todavía tendremos que seguir esperando para conocer los duelos de verdad.
Al final no se quedó fuera de la competición ninguno de los clubes grandes-grandes. La nueva Champions tuvo parecidos resultados a la vieja Champions en este sentido. Es difícil que los mejores se estrellen de manera definitiva a las primeras de cambio. Eso sí, serán bastantes los equipos que tendrán que penalizar sus errores en una eliminatoria para la que ya están escarmentados y se antoja que será aún más difícil que se vean sorprendidos salvo en los duelos en los que, a priori, puede pasar cualquier situación.
Las primeras conclusiones de este nuevo formato nos permite señalar que la medida de los ocho primeros puestos estaba en los 16 puntos. Ni más ni menos. Ninguno de los que sumaron 15 puntos tuvieron opciones. Las cinco victorias del Madrid no fueron suficiente. Tampoco hubo que recurrir al 'goal average' para decidir ninguna posición. Perder tres partidos (Lille, Liverpool, Milan) tuvo su castigo. Se veía venir.Si el rival del sorteo depara el Celtic, no habrá quejas, si cae el City, las agoreros recordarán esas noches malditas. No todos piensan que quedar undécimo en una liga de 36 sea una posición digna del campeón en ejercicio, pero los errores se pagan.
El Atlético no tuvo tiempo casi ni de celebrar su quinto puesto, ni tampoco de saborear que se ahorra dos partidos. La amenaza de que el rival de octavos pueda ser el Real Madrid, el City, el Bayern Múnich o, en menor medida, el Celtic tunea su brillante clasificación entre los ochos primeros. Al final, ha ganado seis partidos consecutivos y su reacción no tendrá el premio de un rival más accesible. Suele pasar. Mejor futuro se presenta en el horizonte del Barcelona, aunque el morbo del PSG y Luis Enrique encierre un alto riesgo. Suceda lo que suceda, este equipo de Flick se antoja fiable en todas las facetas del juego.