REAL MADRID

La nueva política 'anti-orgullo' en la cantera del Real Madrid: quiere recuperar a Casado tras echarlo en junio por un 'compromiso'

El club prefirió mantener a su suplente y dejarle salir al cadete del Leganés. Tras brillar con la Sub-16, lo quiere de vuelta cuando antes había una norma no escrita que lo desaconsejaba.

Juan Casado, en un partido con el cadete A del Leganés esta temporada. /CDLEGANÉS
Juan Casado, en un partido con el cadete A del Leganés esta temporada. CDLEGANÉS
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

En los últimos movimientos en el mercado de fichajes entre canteras, en el que el Real Madrid es protagonista tantas veces, se ha desempolvado un lugar común en las diferentes negociaciones que se están produciendo por fichar a las promesas del fútbol español. El club blanco ha entrado en la pelea por las joyas que un día tuvo bajo su paraguas y que, por unos u otros factores, acabaron saliendo, brillando en otros equipos de la Comunidad y siendo fichados más tarde por otros grandes. Ha sucedido, por ejemplo, con Marcos Parriego y Byron Mendoza, joyas exmadridistas a las que el Barça ha pescado recientemente en la capital de España.

Lo noticioso de este peculiar trasiego de fichajes en la base es que antes, hace relativamente pocos años, las intenciones del Real Madrid de recuperar lo que dejó escapar un día hubiera sido impensable. Según muchos técnicos que han entrenado en la Ciudad Deportiva, y que lo siguen haciendo en algunos casos, existía una máxima no escrita que desaconsejaba este tipo de 'arrepentimientos'. Ya fuera por una cuestión de orgullo u honor, la estrategia siempre era mirar hacia adelante, no rebobinar y convencerse de que el error entra dentro de las probabilidades con chavales que en muchas ocasiones explotan su potencial cuando uno menos se lo espera. Y la novedad no sólo es que esa norma haya saltado completamente por los aires. Se puede decir, incluso, que este cambio de rumbo se ha convertido en ley.

Un buen ejemplo como el de Juan Casado lo confirma. El lateral derecho que se ha estrenado recientemente con la Selección española Sub-16, perteneció desde crío al Madrid hasta el verano pasado, ahora brilla con el Leganés ―donde encontró acomodo― y tiene bastantes papeletas de regresar a casa sólo unos meses después de que tuviera que salir por la puerta de atrás. Casos como éste son bastante comunes en la actualidad. Sin embargo, el de Juan Casado es más llamativo por el ruido que generó su salida y debido a los comentarios que pueden producirse de nuevo con su vuelta.

En Valdebebas es vox populi que se cometió una importante injusticia hace meses con "uno de los mejores laterales derechos de Madrid" a ojos de varios de los entrenadores que lo han tenido. Después de haber entrado en la cantera con apenas 9 años y haber completado cinco temporadas de blanco, al finalizar el curso pasado se llevó la desagradable sorpresa de que prescindían de sus servicios, así que le abrieron la puerta de salida. "No hay fichas disponibles", le dijeron a alguien que hasta entonces había sido indiscutible y muchas veces capitán. Por eso se fue a casa llorando. El fichaje de un carrilero cordobés al que también perseguían otros clubes fue el detonante, ya que había que hacerle sitio en el lateral derecho. Pero el origen real de este divorcio comenzó mucho antes y fue por otro motivo diferente.

“Nadie entendió nada”

La clave apareció cuando la dirección deportiva dio entrada en 2018, más por compromiso que por convicción, a otro defensa cuyo parentesco familiar con un importante empresario ―y a la vez colega de la directiva― le ayudó a entrar, consolidarse y progresar. Unos movimientos y camaraderías que, gusten más o menos, son demasiado comunes en todas las canteras del mundo. Así, con tres laterales derechos el pasado verano, el club se vio obligado a dar una salida en esa demarcación del cadete y el elegido fue… el titular. "Nadie entendía nada; Casado era, de sobra, el mejor de todos", reconocen varios de los ojeadores más expertos de las categorías inferiores. Y más, tras rebobinar y recordar que había estado presente en 21 convocatorias en el último curso 2022-23, con 18 titularidades, y que aquel privilegiado suplente entró 17 veces en la lista y sólo en cuatro de ellas jugó de inicio…

Ahora, Casado ha despuntado en el cadete A del Leganés que le acogió, mientras que parte de su competencia en el Madrid ha tenido una participación muy discreta. Al defensa saliente le llamó en febrero la Sub-16 para jugar el Torneo Desarrollo UEFA disputado en Turquía del 28 de febrero al 4 de marzo, donde brilló frente a a Japón, Francia y Dinamarca. Disputó los últimos diez minutos en el primer partido a las órdenes del seleccionador David Gordo (2-0), fue titular y participó en 81' en el segundo (1-1 y derrota por penaltis) y jugó media hora en el tercero (1-1). Y eso ha obligado al Real Madrid a recuperar la estrategia de recoger cable cuanto antes, llamar a la familia del chaval y empezar a negociar un posible regreso.

Pese a que es un jugador muy menudo, aunque fibroso, y alguno pensaba que se había quedado estancado físicamente, el poderío de Carvajal en el primer equipo, con unas condiciones parecidas, hacen que se haya recuperado la prudencia en este tipo de análisis precipitados. En el Madrid consideran que la temporada próxima es propicia para catapultarle al Juvenil B. Hay optimismo en poder convencerle.

Una larga lista

El modus operandi con Casado no es nuevo y, según las fuentes consultadas, habla bien del mayor espíritu crítico que hay ahora en comparación con otras épocas, aunque otros más puntillosos apuntan más a que éstas son las consecuencias, ni más ni menos, de cierta desorganización en la gestión del talento. Ya pasó algo similar con Gonzalo García, que tuvo un breve paso por Mallorca entre sus idas y venidas; Municio, al que se dejó ir del cadete al Getafe y regresó en 2022; Gonzalo Aranaz, que resucitó deportivamente en Las Rozas tras dos años en Valdebebas, o incluso con los juveniles Ángel Carvajal y Manu Márquez, que han vuelto a casa después de un exilio forzoso en el Rayo Alcobendas. Ellos son los más sonados, pero hay muchos más en los últimos tiempos bajo la dirección de Manu Fernández en la cantera.

El defensa del juvenil B Víctor Valdepeñas estuvo en La Fábrica de 2018 a 2020, se fue al Leganés y volvió en 2022. Aarón Gómez, guardameta del juvenil C, vistió de blanco de 2016 a 2019 y ha vuelto esta temporada. Rubén López, en la cantera de 2016 a 2018, se fue al Rayo siendo cadete A y volvió hace dos temporadas. Marcos Pérez y Gonzalo Reina, infantiles, volvieron en 2022 después de marcharse al Leganés… La lista es extensa. Y tiene pinta de agrandarse más y más. Corren nuevos aires en Valdebebas.