Óliver Torres y su pasado como 'niño bonito' del fútbol español: "Siempre hay gente que ha dicho: 'Con lo que iba a ser este chico...'"
El flamante fichaje de Rayados repasa su trayectoria en la segunda parte de su entrevista en Relevo.

Tras explicar su decisión de abandonar el fútbol europeo y embarcarse en una nueva aventura en México, Óliver Torres se abre en canal en Relevo. En esta segunda parte, el exfutbolista del Sevilla repasa su trayectoria, habla de sus miedos, de cómo se gestiona tenerlo todo con 17 años, de no morir -de éxito- en el intento.
"Pasé de cero a 100. Las cámaras de televisión me acompañaban a la Selectividad", cuenta. Dice que no se arrepiente de nada y que su suerte son su familia y sus amigos, los de toda la vida. También, recuerda cuando a Iker Casillas, tras darle el infarto, le llamó el Rey de España para preguntarle qué tal estaba. "He vivido cada cosa que no me creerías...", confiesa, entre risas, fuera de cámaras.
¿Cómo valoras tus cinco años en el Sevilla?
Bueno, pues son cinco años donde, como en la vida, pasan muchas cosas. Por suerte, hemos podido ganar dos Europa Leagues, que han sido muy importantes tanto para el club como a nivel personal. Salvo el último año y medio, que ha sido un año complicado, difícil, pero que también hay que pasarlo para poder valorar todo lo que has conseguido antes y para poder aprender de cara al futuro. Pero mis cinco años en Sevilla creo que han sido muy buenos y muy positivos, tanto a nivel futbolístico como a nivel personal, que creo que ha sido de gran crecimiento.
¿Cuál es la lección más valiosa que te llevas?
Deportivo, no sé si aprendizaje, pero sí ponerme en valor en el sentido de que han pasado muchos entrenadores y con todos al final he tenido importancia y eso creo que hace parte del trabajo y del esfuerzo y de estar comprometido. Y, a nivel personal, pues sobre todo a no caer. Siempre lo cuento, pero el año que ganamos la final de Europa League en Budapest al principio del año me dejaron fuera de Champions. Fue un momento muy duro, un mazazo duro, pero del que al final me recompuse y fui titular en la final de Europa League. Creo que el nunca rendirte en los momentos malos, sacar esa fortaleza, el apoyarte de la gente que te acompaña en el camino como es tu familia y tus amigos, creo que eso es el mayor aprendizaje.
Tu despedida del Sevilla recibió cientos de comentarios de cariño. ¿Qué significa para un futbolista salir así de un club?
Yo creo que eso es realmente el éxito. El éxito no es ganar partidos, que también, no es ganar títulos, que también, creo que el mayor éxito es que te valoren como persona, que dejes un pequeño trozo de ti en cada sitio en el que has estado. Ese cariño y ese sentimiento que las personas mostraron hacia mí, ya sea de aficionados o de gente de dentro del club es lo que me llevo y de lo que más orgullo tengo. Pasarán años y la gente no se acordará si juega bien, si juega mal, si un partido lo hice mejor o peor. Se acordarán del chico que he sido, de lo que les he podido ayudar en cualquier momento y creo que eso es lo más importante.
Hablabas de un año complicado. ¿Cómo se ha vivido desde dentro? Se me viene a la cabeza el caso de Jesús Navas...
Fue curioso porque por la mañana nos reunió en el gimnasio y nos dijo que había tomado la decisión de marcharse. Nos quedamos todos... porque nadie se lo esperaba. Jesús es un hombre de club, el sentimiento que tiene hacia el Sevilla va por encima de todas las cosas y, por suerte, se solucionó. Creo que Jesús debería retirarse y colgar las botas en el Sevilla y por suerte fue un momento de caos. Pero que, al final, estoy seguro de que será un final feliz tanto para Jesús como para el Sevilla.
"Creo que Jesús Navas debería retirarse y colgar las botas en el Sevilla. Por suerte, fue un momento de caos"
Jugador de RayadosEl otro día, reconoció que había jugado lesionado para salvar de una posible sanción a Dani Carvajal. ¿Cómo es Jesús Navas como capitán?
Creo que Jesús es un referente, un ejemplo y sobre todo porque lo hace desde el silencio y en la sombra. En muchos momentos ha tenido dificultades incluso para jugar, en el sentido de que ha estado con molestias. Nunca se ha caído, nunca ha dejado al equipo tirado, siempre ha sido el primero que ha dado la cara y creo que eso es lo importante, que sea un buen ejemplo porque al final es un referente para todos y tener esa pieza en un vestuario es fundamental.
Cuando viniste a la tertulia Sergio Ramos todavía no se había despedido del Sevilla, lo hizo unos días después. ¿Has hablado con él?
Sí, me escribió hace poco para decirme que, de hecho, en la entrevista que subisteis vosotros, hablando de Sergio, me escribió y me dijo que gracias por las palabras, que enhorabuena por lo de México, me dijo que le habían llamado también de México para poder ir a jugar allí, que estaba mirando diferentes opciones. Estoy seguro de que elegirá la mejor de ellas. Se merece lo mejor, creo que tiene mucho fútbol para dar, creo que es un jugador del que me siento orgulloso de haber compartido vestuario con él. He aprendido mucho de cara al futuro y ojalá tanto a él como a su familia la nueva etapa le sonría como le ha sonreído siempre.
Jesús Navas, Sergio Ramos... con otro con el que has compartido vestuario es con Iker Casillas, durante tu etapa en el Oporto.
Con Iker tengo muy buenas relación. Con Iker y con la gente con la que compartí vestuario en Oporto, que éramos 4 o 5 españoles. Al final, teníamos un vínculo muy grande, estábamos casi todos los días juntos, pasamos momentos muy bonitos, también momentos muy duros porque cuando le dio el infarto, ahí estábamos todos apoyándole. Pero sí, sí, Iker es una persona que siempre está atenta, que siempre tiene un mensaje en un momento inesperado y eso también se valora, que un tipo como Iker te tenga presente. Le estoy muy agradecido porque no tendría que estarlo, pero sobre todo sé que en cualquier momento que lo voy a necesitar, siempre va a estar ahí.
Si no recuerdo mal, fuiste una de las primeras personas que estuvo con él tras el infarto.
Fue brutal, fue brutal porque se lo llevaron del entrenamiento. Me acuerdo que estábamos Adrián López y yo en el Oporto, y entonces Sara, que era su mujer en ese momento, estaba de viaje. Entonces Adri y yo nos presentamos allí en la habitación, él estaba despertando y cuando nos vio aquí, lo primero que nos dijo es: '¿Qué hacéis aquí? ¡Iros a casa y dejadme en paz! Y nosotros: '¿Iker? Te acaba de dar un infarto'. Claro, él todavía no era consciente de todo, pero fueron momentos increíbles, desde llegar al hospital a visitarle, que hubiera mil periodistas, hasta estar con él en la habitación, que le llamara al Rey de España para ver cómo estaba, cosas muy heavy que recordamos.
Tenemos fotos de esos momentos todos allí visitándole, todos medio dormidos, y creo que esas cosas son las que más te unen, pasar esos momentos y luego también poder celebrar títulos, creo que es la combinación perfecta para que esa unión no sea del momento, sino que pasarán años y seguiremos teniendo ese vínculo especial.
Atleti, Villarreal, Oporto, Sevilla y Rayados. ¿Alguna espinita clavada?
No, siempre lo digo, todo lo que he conseguido en mi vida ha sido más de lo que me hubiera imaginado nunca. Cuando era un niño, con tres años, y estaba en la plaza, no me imaginaba poder conseguir todo lo que he conseguido. Es verdad que siempre he sido muy ambicioso. Quizás, la única espina clavada que se me queda es que aún no he ido a la selección española absoluta, pero bueno, bendita espina, significa que he conseguido muchas cosas.
Pero bueno, por eso también Rayados ahora, porque he conseguido muchas cosas a nivel europeo, he vivido cosas increíbles, noches mágicas de Champions, he conquistado títulos, y ahora quiero poder hacer eso en otro continente. Salir de mi zona de confort, y seguir ganando y viviendo noches increíbles y días increíbles en México.
El nombre de Óliver Torres lleva sonando muchísimos años. Antes, decías que tienes ganas de irte a México porque allí no te conocen tanto, que es volver a que la gente te valore según lo que vea en ese momento. ¿Crees que has gestionado bien las expectativas que se pusieron sobre ti?
Sí, no es fácil. Ahora, con 29 años, te puedo decir que si hubiese sabido con 17 años lo que sé ahora, quizás mi vida hubiera sido otra, no sé si mejor o peor, pero hubiera sido otra. Quizás, podría haberlo gestionado mejor, pero era como tenía que gestionarlo, era un niño. Creo que las expectativas muchas veces no nos las ponemos nosotros, sino el entorno que nos rodea. Creo que lo más importante es ser fiel a uno mismo siempre, he visto muchos casos de chicos que les han generado expectativas y han terminado odiando el fútbol, o estando en otro tipo de equipos, de categorías. Yo, por suerte, dentro de mis expectativas, he estado siempre en los equipos más competitivos, he conseguido jugar en todos los equipos, he conseguido ganar en todos los equipos. Y, aún así, es verdad que siempre hay gente que ha dicho: 'Con lo que iba a ser este chico...' Y con lo que yo me quedo es que este chico ha sido campeón en Sevilla, campeón en Oporto, campeón en el Atlético de Madrid, tuve una etapa en el Villarreal.
Entonces, ¿qué más puedo pedir? Si echara la vista atrás, hubiera firmado donde fuera que mi carrera en Europa hubiera sido como está siendo, como ha sido. Y me quedo con eso, con que la expectativa está ahí, está a un lado, pero que la realidad es la que vive uno mismo y el valor que le damos a la realidad es el que le tenemos que darle nosotros mismos y la gente que nos rodea. Que, al final, es la que nos quiere.
"Ahora, con 29 años, te puedo decir que si hubiese sabido con 17 años lo que sé ahora, quizás mi vida hubiera sido otra, no sé si mejor o peor, pero hubiera sido otra"
Jugador de RayadosCreo que acabas de contestar mi siguiente pregunta. Si echas la vista atrás, ¿te arrepientes de algo?
Bueno, al final, partiendo de la base de que también creo que somos las decisiones que tomamos, y que todas las decisiones, salgan bien o mal, en el momento, generan algo en nosotros: no, no hubiera cambiado nada. No hubiera cambiado nada porque sino mi historia sería totalmente distinta y mi historia es como es. La he vivido como es, con mis cosas buenas, mis cosas malas, pero es así. Y creo que las personas cuando tomamos una decisión es porque la sentimos así, entonces no hay hueco para el error, hay hueco para el aprendizaje, pero no para el error. Cuando se hace desde el corazón cualquier decisión es acertada.
¿Cómo se gestiona llegar a los 17, 18 años y tenerlo todo?
Difícil, difícil. En mi caso, pasé de cero a 100. Fue todo muy rápido. Vine de ganar un Europeo Sub-19 y las cámaras de televisión me acompañaban a hacer la Selectividad. Los periodistas iban a mi pueblo a hacer reportajes de cinco minutos para Deportes Cuatro, que en ese momento era el boom. Pues creo que esa gestión se tiene que hacer desde la tranquilidad y desde tener un entorno favorable.
Yo siempre he tenido esa suerte. Creo que lo que soy hoy, y lo que he sido siempre, es gracias a mi familia. En los momentos donde se me podía haber ido la cabeza, que era fácilmente posible, siempre me han bajado al suelo. Creo que también mis amigos de toda la vida siempre han sido mi conexión con la tierra, con la realidad. Al final, sé que lo que vivía en ese momento de poder estar en cualquier mesa sentado con cualquier tipo de personas, personas a las que yo idolatraba, me abrían las puertas de sus casas, no era fácil para un chaval de 17, 18 años, pero creo que la clave fue esa: tener un entorno que siempre me ha guiado desde el bien y desde el cariño.
¿Cuál es el momento más surrealista en tu carrera?
Es que tengo historias miles, porque me han pasado y he compartido equipo con gente increíble. Pero, por ejemplo, cuando volví de Oporto, que me unía la pretemporada con el Atlético de Madrid, era cuando habían fichado a Villa del Barça, claro, imagínate. Llegamos a la pretemporada y me pusieron en la habitación con Villa. Y, claro, yo tenía 18 años, no quería hacer ni un ruido, no quería moverme, no quería hacer nada. Y para mí, imagínate, con 18 años, tener en la cama de al lado a David Villa, que para mí era un referente que le había visto ganar un Mundial, ganar una Eurocopa, pues como vivir un sueño, pero siendo realidad. Yo no quería ni que se me pusieran los pelos de punta por si le molestaba, imagínate (se ríe).