ELECCIONES RFEF

Las opciones reales de los candidatos en una Guerra Civil marcada por el pacto Louzán-Galán y que decidirá AFE

El gallego (51 avales) y Gomar (25) se ven ganadores, mientras que Merchán, (plan B oficialista con 23 apoyos) no está ni se le espera en unas elecciones (16 de diciembre) con voto secreto.

David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). /GETTY
David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Con los tres candidatos ya proclamados oficialmente por la Junta Electoral de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y con todas las impugnaciones resueltas o en papel mojado, ahora es el turno de las encuestas a pie de campo, al estilo Tezanos en política, para poder prever por dónde sopla el aire y las opciones reales de victoria que tienen Rafael Louzán, Salvador Gomar y Sergio Merchán. 

Atendiendo a las sensaciones de los dos primeros, en sus candidaturas no se pronuncia otra palabra que victoria. Comprobando el silencio del tercero, que ha hecho, por ahora, como una avestruz desde que saltó a la palestra y está rezando porque lleguen las Navidades aferrado al anonimato, todo hace indicar que esto será cosa de dos. Si los tribunales lo permiten. Tanto es así que los medios de comunicación que preparan debates para la próxima semana no cuentan con el extremeño, delfín de Pedro Rocha, que además no coge el teléfono a nadie como si le llamaran teleoperadores de lo más insistentes para venderle alguna oferta de gas, luz u otro seguro. Si Louzán llega al 16-D, que es lo más probable, Merchán puede que se retire antes. Y si concurre a los comicios puede que no tenga ni un voto. Si alguien apea a Louzán tras alguna denuncia, Merchán recogería los apoyos del gallego, aunque seguramente no todos porque nadie le ve como un líder ideal. En ese escenario, Gomar se beneficiaría.

Para entender bien cómo está ahora mismo el equilibrio de fuerzas, hay que recordar que no es lo mismo lograr avales, con su mafia y pantomima, que votos. Es decir, que por mucho que Louzán presentara 51 apoyos para poder presentarse, le cediera a Merchán 23 por si el Consejo Superior de Deportes (CSD) o el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le metían mano, y Gomar reclutara 25, otra cosa será lo que suceda cuando se abran las urnas. Ahí habrá voto secreto y hay que tener en cuenta que se están produciendo una cantidad de noticias de relevancia por el camino que quedan en la retina y en el subconsciente. Eso podría hacer que los 141 asambleístas citados a las urnas se muevan de uno a otro bando una o varias veces.

Louzán, que es favorito a la victoria final por el hecho de ser el candidato más continuista que ha heredado el sillón de Pedro Rocha con su connivencia, ha logrado aunar en estos días a 14 de las 19 federaciones territoriales, dueñas y señoras de casi todo lo que pasa de puertas para adentro en la Federación. La influencia de los 19 barones con voz y voto es determinante en lo que hagan buena parte de los 109 asambleístas que representan a los cuatro estamentos de fútbol (50 clubes, 32 jugadores, 11 árbitros y 16 entrenadores), los 12 de fútbol sala (5 clubes, 4 jugadores, 1 árbitro y 1 entrenador) y el del fútbol playa (un club). Aunque la realidad respecto a esa mayoría de presidentes afines ahora es bien distinta. Algunos de ellos le avalaron porque no sabían que Salvador Gomar (Comunidad Valenciana) iba a dar el bombazo a última hora y que, además, muchos de sus avales desembocarían en manos de Merchán (Extremadura) por si se le complicaban las cosas al gallego.

Con Louzán están a muerte, sobre todo, Joan Soteras (Cataluña), Monje Carrillo (Murcia), Rafael del Amo (Navarra), Jacinto Alonso (La Rioja, en pleno proceso electoral interno donde no seguirá), Diego Martínez (Melilla) o, entre otros más, el propio Sergio Merchán (Extremadura). Ha aprovechado este año largo a la sombra de Rocha para reforzar su liderazgo. Hay otros que están frontalmente en contra. Por un lado, los apoyos de Gomar (Valencia, Castilla-La Mancha, Baleares y Andalucía) y en esa misma acera se sitúa el País Vasco, que en un principio avaló a Juanma Morales (ya fuera de la carrera) y que estará del lado de cualquiera menos del expolítico del PP. Otros directivos más, van y vienen y son indescifrables...

Marcelino Maté (Castilla y León) es uno de esos ejemplos. No hay quien le tosa con una personalidad y experiencia muy respetadas y debido a que va por libre. José Ángel Peláez (Cantabria), por el hecho de que, a diferencia de los demás colegas, no quiere cargos de responsabilidad y huye de ellos, habla con todo el mundo y todos los candidatos y no suele desvelar sus preferencias. Paco Díez (Madrid), debido a que tan pronto le da la mano a Gomar y le promete apoyo como que aspira a ser vicepresidente primero con Louzán en esa permanente lucha de que su federación tenga el peso que merece por historia y licencias. O incluso ahí está José Juan Arencibia (Canarias), que un día es beligerante al estilo del Che y firma cartas para solicitarle al CSD que tome cartas en los asuntos de la RFEF, como al siguiente llama a Louzán dándole aliento y jurando amor eterno. Dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos estos presidentes pueden ir también hacia un lado u otro.

Louzán cuenta en principio con el apoyo de LaLiga, pese a que amagó con retirarse a última hora en esa captación de avales: para no marcarse y viendo que el gallego iba sobrado y, sobre todo, porque comenzaba a ver diferencias entre los clubes y algunos no estaban dispuestos a seguir a rajatabla la disciplina de voto que les llegaba de parte Víctor Martín, jefe de gabinete de la presidencia de LaLiga, en nombre de Javier Tebas. El presidente de la patronal apoyó públicamente a Rocha, pero no fue tan contundente con Louzán de cara al exterior, aunque internamente le ha dado su venia por la amistad que les une desde hace años, porque fue de los pocos que presentó batalla en su día frente a Villar, porque mantendrá las actuales buenas relaciones entre la RFEF y LaLiga y, sinceramente, porque Gomar le parece peor candidato y hay quien tiene sospechas de que está respaldado por enemigos de LaLiga. Con AFE, sin embargo, Louzán no ha logrado más que un par de visitas y cero avales. Y eso que se presentó la semana pasada con Merchán y Jacinto Alonso (La Rioja), juntos y arriesgándose a que les impugnaran por incumplir el deber de neutralidad, para exponer sus líneas maestras.

El hecho de que Louzán haya pactado con Galán, más allá de ofrecerle más posibilidades de llegar sano y salvo a la votación del 16 de diciembre, le puede hacer daño internamente. Pocos quieren ver cerca al director de CENAFE después del daño que ha hecho a la RFEF con sus denuncias (en Las Rozas le llaman Querellator). Y eso, sumado al careo que tuvo con Gomar en un restaurante madrileño y el hecho de haber colocado a Merchán como alternativa sin consultárselo a todo el mundo no ayuda a muchos a justificar con su voto el apoyo a un candidato que arrastra una condena (a espera de sentencia firme en el Tribunal Supremo) de siete años de inhabilitación para cargo público por prevaricación. Lo que todo el mundo valora de Louzán es su capacidad, inteligencia, mano de hierro y lealtad a los que le arropan.

Louzán (de azul) y Galán (a la derecha), el jueves en Madrid.  RELEVO
Louzán (de azul) y Galán (a la derecha), el jueves en Madrid. RELEVO

Gomar ya ha empezado el 'tour'

Ahí, en río revuelto, es donde Gomar quiere pescar. Después de un año peleando por hacerse un hueco en esta crisis institucional, ha llegado a la semana clave fuerte y con cierto viento a favor. Hasta el punto de que, según los que mejor le conocen, está dispuesto a acudir incluso a Galicia para hablar con los asambleístas que, supuestamente, estarán con Louzán. Por ahora, al igual que está haciendo su contrincante, va fortaleciendo los vínculos con los que ya le dieron el aval para pasar, desde este mismo fin de semana, a la acción con aquellos que están entre dos aguas. Manuel Torralba (Aragón), por ejemplo, acaba de llegar a la Federación tras suplir al histórico Óscar Fle y se verán cara a cara. Cuetos Lobo (Asturias) también anda con dudas y será visitado, como Antonio García Gaona (Ceuta).

Aún reconociendo que el feeling que hay con varios pesos pesados de LaLiga no es igual de bueno que con el que manda, Javier Tebas, la candidatura de Gomar espera poder tener un encuentro con el dirigente de la patronal para exponerle el programa que presentará este lunes, tender puentes y exprimir las últimas posibilidades de que le apoyen. No tener su apoyo es un importante punto en contra, como el hecho de que en los mentideros le relacionen continuamente con Rubiales e incluso con mantener buenas relaciones algunos trabajadores de la RFEF que fueron despedidos recientemente por ciertas prácticas que fueron censuradas. Si nada cambia, tendrá que conformarse con aquellos clubes más rebeldes, que los hay dentro de los 12 profesionales (9 de Primera y 3 de Segunda, aparte de los 8 de la Liga F), que no vayan en grupo hacia Louzán al no seguir la disciplina de voto. Con los 30 no profesionales, y que por tanto dependen de las territoriales, tiene más fe. 

Además, los árbitros y los entrenadores, dos estamentos muy vinculados a la RFEF y con menos independencia de la deseada, son complicados de persuadir. Siempre juegan a caballo ganador. Medina Cantalejo sabe que sólo con Louzán, e igual ni con él, podría salvar su cabeza. Pero también se preocupa por no perder el vínculo con Pablo Lozano (presidente de la territorial andaluza), que ahora va con Gomar. Como superviviente que es, no pierde el tiempo. Al frente de los entrenadores al menos le queda el consuelo a Gomar de que está dirigido por un profesional con el que coincidió en la federación valenciana, David Gutiérrez, aunque últimamente está más distante…

Con este panorama, AFE es clave para declinar la balanza hacia un candidato u otro. David Aganzo, su presidente, no se cansa de resaltar la independencia de sus afiliados, pero todo el mundo sabe que no va a desaprovechar la ocasión de contar a su lado con 32 asambleístas entre el fútbol profesional y el no profesional, tanto femenino como masculino. Dando por hecho que algunas de las jugadoras no internacionales y vinculas al sindicato Futpro estarán con Louzán (le han avalado cuando el resto no lo hizo), todavía hay 29 asambleístas en el aire. Y eso, dado lo ajustado que está todo, será decisivo. Aganzo tiene una relación cordial con Louzán y ahora puede presumir de un trato muy cercano con Tebas, apoyo del expolítico, tras sus rencillas del pasado con amenazas de huelga incluidas. Pero, por otra parte, también guarda cierta cercanía con Gomar, con el que tiene trato habitual, y habla de tú a tú con Uribes, valenciano y el hombre más interesado de todos en este circo en que no progrese Louzán...

Aganzo, según fuentes de su entorno, siempre anda preocupado porque el sindicato al que representa vuelva a tener el respeto en la Federación que Luis Rubiales le negó en su última etapa cuando veía que no podía meter mano en AFE a su antojo. Y, ya de paso, revisar la ayuda que la RFEF da al colectivo y restablecer el Partido de AFE que suponía alrededor de un millón de euros y que la anterior dirección se lo cargó por revanchismo. Por eso, los candidatos ya han deslizado que harán eso y más en su estrategia de tender la mano. Entre otras cosas, podrían ofrecerle que ocupe un puesto importante en la próxima Junta, como hacía como vicepresidente Rubiales en tiempos de Villar, y dar su opinión de la mano de la institución y de la Liga en todas aquellas decisiones que afecten a los jugadores y a las jugadores.

Pero hay más: quien desee ganarse su apoyo, según los que mejor le conocen, también deberán mirar al papel de Futbolistas ON (acreedor en los últimos años al reparto económico a sindicatos pese a tener una afiliación muy baja) y, entre otras cosas, explicarle (y en su defecto actuar) por qué su presidente Juanjo Martínez pasó de estar enfrente de Rubiales a posicionarse bien cerca, hasta el punto de que hasta hace nada era habitual verle en primera fila en los actos de Pedro Rocha e incluso, según algunas fuentes consultadas, tener encargos en algunas relaciones entre instituciones.

Composición de la Asamblea General de la RFEF tras las elecciones a asambleísta del pasado 25 de noviembre.
Composición de la Asamblea General de la RFEF tras las elecciones a asambleísta del pasado 25 de noviembre.

Una votación peculiar

Tras la constitución de la Asamblea el pasado 25 de noviembre, el 16-D se celebrará la votación bajo este escenario aquí explicado, siempre que acuda al menos la mitad más uno de los asambleístas. En este caso son 72, ya que el número total es impar (141 al no haber presidente). El voto será secreto y no a mano alzada como en otras Asambleas. Cada asambleísta que decida votar deberá depositar en la urna la papeleta con el nombre de un candidato. A diferencia de las elecciones a la Asamblea no hay voto por correo ni es posible delegar el voto.

Al haber tres candidatos, si ninguno de ellos se retira antes por cualquier motivo, es probable que haya una segunda vuelta. El Reglamento Electoral establece que será elegido presidente el candidato que consiga la mayoría absoluta de los votos en la primera votación. Por ejemplo: si acuden todos los asambleístas, todos votan y todos los votos son válidos, un candidato necesitaría 71 votos para ser proclamado presidente tras la primera votación.

Si ningún candidato logra la mayoría absoluta, entonces los dos más votados pasarían a la segunda vuelta, donde ganaría el candidato que lograse la mayoría simple de los votos. Si hubiera empate en esa segunda vuelta, la sesión se suspendería durante una hora y luego se volvería a votar. Y si persistiera el empate, entonces el presidente se decidiría por sorteo. Tal cual. Esta tercera vía, improbable pero no imposible, sería el remate a un sainete que dura ya más de un año y que vive sus días más calientes.