Adebayor en el Real Madrid: rescatando su vida desconocida en un barrio de Torrejón
El jugador togolés tuvo un fugaz pero recordado paso por la Casa Blanca. Hablamos con Bala, el peluquero que le cortó las rastas.

Emmanuel Adebayor anunció su retirada a través de las redes sociales. A sus 39 años ha puesto punto y final a una carrera que le ha llevado por algunos de los mejores clubes del mundo, entre ellos el Real Madrid. Vivió seis meses en la capital de España en calidad de cedido, procedente del Manchester City. Una etapa que, a pesar de corta, fue muy recordada por la afición madridista y que dio un rédito más que aceptable sobre el terreno de juego.
El togolés se presentó al Santiago Bernabéu el 27 de enero de 2011. Sus primeras palabras fueron "soy una buena persona", una afirmación curiosa para una presentación pero con la que quería enterrar su fama de duro con compañeros y rivales. De hecho, jugadores que coincidieron con él en aquel vestuario que lideraba Mourinho destacan su buen carácter. "Estaba siempre feliz y bailaba constantemente. El primer entrenamiento con el Madrid lo hizo con el Castilla porque el primer equipo iba a jugar ese día y flipamos con sus condiciones", comenta un canterano que subía habitualmente desde el filial.
Como futbolista, Adebayor destacaba por su fuerza y su capacidad para rematar cualquier balón. Lo que más impresionó en su llegada fueron sus más de 1,90, que no le restaban un ápice de agilidad. "Era muy grande y los pantalones largos siempre le quedaban pequeños. Siempre los llevaba pesqueros", recuerda otro futbolista de aquella plantilla.

Llegó con el difícil reto de sustituir a Gonzalo Higuaín, delantero titular de Mou, que pasó por quirófano para solucionar unos problemas de espalda. Casi sobre la bocina del mercado, el conjunto blanco se lanzó a por el delantero de Manchester City, al que firmó hasta final de temporada sin pagar por el préstamo pero asumiendo su ficha.
Comercios y peluquerías africanas en Torrejón
Tuvo una adaptación exprés a Madrid. Hizo muy buenas migas con varios compañeros de vestuario. Principalmente, Lassana Diarra, Marcelo y Sergio Ramos. Gran parte de su vida se desarrollaba en Torrejón de Ardoz, localidad en el extrarradio donde acudía a comercios africanos en los que compraba productos difíciles de conseguir en los supermercados españoles. Más concretamente, al barrio de San José, donde todavía a día de hoy se concentran una gran cantidad de inmigrantes del continente africano.

Allí se encontraba la peluquería de Bala, ghanés que fue el encargado de cortarle sus míticas rastas. Lo conoció gracias a un amigo en común, que le dio su contacto. "Estaba muy contento porque era fan de Adebayor y del Real Madrid", comenta el propio Bala Ibrahim, dueño del local, a Relevo. "Le invité a que se cortara el pelo, pero fue muy complicado porque todo el mundo le pedía fotos".

Desde entonces, Bala entró en el círculo del futbolista y acudía a su casa todas las semanas para algún retoque. "Vivía con su mujer y su hija en La Moraleja. Era muy buena persona. Me invitó junto a unos amigos a un partido. Tengo en casa el recorte de periódico de cuando se cortó las rastas", afirma el peluquero que actualmente vive entre España y Suecia. Todavía lo recuerda con una serie de fotos que le firmó y que guarda en su maleta como un tesoro.

Otra historia curiosa que cuentan vecinos de la zona es que un día, en el restaurante La Isla Verde, que todavía existe, invitó a comer a todos los presentes. Algunos incluso añadieron más platos a su cuenta para llevárselos a casa. Lo hizo como agradecimiento al cariño que allí recibía.
La etapa de Adebayor en Madrid acabó con 22 partidos disputados y ocho goles marcados. No consiguió ni LaLiga ni la Champions, pero pudo levantar una Copa del Rey que los blancos consiguieron ante el Barcelona con gol de Cristiano Ronaldo en la prórroga. Y lo que también se llevó de regreso a Inglaterra fue el cariño de toda la afición blanca, que recuerda a 'Manolito' como un futbolista que mereció más tiempo de blanco.