CASO RUBIALES

El círculo de Jenni Hermoso aplaude las palabras del juez, pero le sabe a poco la sentencia

Fuentes cercanas a la jugadora confirman que están satisfechos con la condena a Rubiales, aunque les "sabe a poco" por la falta de pena en las presiones probadas.

Jenni Hermoso, jugadora española, en la salida del juicio por el 'Caso Rubiales' en la Audiencia Nacional. /EFE
Jenni Hermoso, jugadora española, en la salida del juicio por el 'Caso Rubiales' en la Audiencia Nacional. EFE
Mayca Jiménez
Natalia Torrente

Mayca Jiménez y Natalia Torrente

Rubiales, culpable de agresión sexual a Jenni Hermoso. Es la noticia del día. Y una de las más esperadas en los últimos años. La que más, en lo que concierne al ámbito deportivo. La sentencia por el beso del expresidente a la futbolista en la entrega de medallas de la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda y las posteriores presiones a la futbolista ha visto la luz. Y, aunque "sabe a poco" porque no hay condena por un delito de coacciones —absueltos los cuatro acusados—, el veredicto del juez satisface al entorno de la futbolista, según adelantó COPE y confirmaron a Relevo fuentes cercanas a la madrileña.

Más allá de una condena mayor, lo más importante es que se probaran los hechos que, en todas sus declaraciones, ha defendido Jenni Hermoso, quien no buscó ni dinero ni venganza con su lucha. Solo quería justicia. Y la justicia se ha pronunciado con una condena por agresión sexual. La jugadora dio un paso al frente para acabar con estos comportamientos de abuso de poder y agresión sexual convencida de que podría ser un ejemplo para todas las mujeres que sufrieran algo similar a lo que ella misma soportó. Por eso, en ese sentido, el resultado final ya es satisfactorio en sí mismo. Hay condena, se ha probado que el beso fue no consentido y que, por ende, hay agresión sexual.

Aunque no ha habido castigo del juez por no considerar las coacciones —para las que tiene que haber, según recoge la legislación, violencia moral o física— el magistrado sí considera probadas las presiones sobre la jugadora y su entorno desde el túnel de vestuarios, hasta el bus, el avión y su estancia en Ibiza y ejercidas por múltiples personas de la estructura federativa.

Según ha podido saber Relevo, el entorno de la jugadora lo tiene claro: "Con que haya una mujer a la que se le ayude con este paso al frente de Jenni Hermoso, quien no buscó ni ese beso ni todo lo que vino después, la sentencia es satisfactoria". Los hechos denunciados y probados en la sentencia sucedieron en el día más importante de su carrera como futbolista, tras ser campeona del mundo.

Todo lo que vino después le supuso un desgaste profesional y personal incalculable. Desde su baja de la Selección en las últimas convocatorias hasta el desembolso emocional y económico de todo este proceso —sus viajes desde México y los honorarios de los abogados—, o el acoso que ha sufrido desde que denunció los hechos. La madrileña incluso tuvo que marcharse de su ciudad y sufrió amenazas graves por las que temió por su integridad física y la de su familia.

Más allá del debate sobre si la pena es más o menos dura respecto al delito reconocido de agresión sexual —el expresidente no irá a la cárcel y tendrá que pagar 20 euros al día durante 18 meses y otros 3.000 euros a Jenni Hermoso, a quien no podrá acercarse a menos de 200 metros—, la principal 'victoria' pasa porque la sentencia confirma como probados los dos hechos denunciados y reconoce un delito de agresión sexual.

El primero, con la condena a Rubiales. El segundo, con hechos probados, pero sin condena por coacciones después de que el juez absolviera a los cuatro acusados —el propio Rubiales, Vilda, Luque y Ribera—. O, lo que es lo mismo, el magistrado habla de que lo denunciado es cierto, pero no ha podido probarlo penalmente. Ambas cosas dejan un sabor agridulce en el entorno de la futbolista, que esperaba más sobre las coacciones y valora, por todo lo que supone, la condena a Rubiales por agresión sexual.

En cuanto a las coacciones, el juicio contó con la declaración de varios testigos: el hermano de Jenni Hermoso, un amigo de la jugadora que también viajaba en el avión, Ana Ecube, amiga de la futbolista que estuvo presente en Ibiza y fue también víctima de presiones, o jugadoras como Misa Rodríguez, Irene Paredes, Alexia Putellas y Laia Codina. Todos se reafirmaron en haber presenciado, de una u otra forma, las presiones a la jugadora y su círculo más cercano en el viaje posterior a la final del Mundial.

Ahora, la opinión mayoritaria en el círculo más cercano a Jenni Hermoso, a la espera de lo que decida la jugadora, es no ir más allá. El triunfo está en el gran avance que supondrá para las mujeres que vivan algo similar. Una sentencia que genera un precedente importante y que, además, da visibilidad a la lucha contra cualquier abuso de poder o delito sexual. Así, desde su entorno miran con orgullo a Jenni Hermoso. Por su coraje y su gran lucha porque ha logrado lo más importante: concienciar sobre este tipo de agresiones y provocar un cambio sin precedentes en el deporte español.