Periodistas valencianos desmontan el "mito falso" de que el antimadridismo che naciera con Mijatovic (y haya seguido con Vinicius): "El arbitraje ha influido mucho"
Alfonso Gil, Paco Lloret y Cayetano Ros fijan en la "rivalidad histórica", el poder del Real Madrid y los arbitrajes las causas del antimadridismo entre la afición valencianista.
"Judas Mijatovic" fue el malnombre con el que el valencianismo pasó a denominar a Pedja Mijatovic tras su salida del club che en 1996, después de tres temporadas, 128 partidos, 68 goles y 7 asistencias. Su última campaña en el Valencia, adonde llegó procedente del Partizán de Belgrado, le llevó a convertirse en el mejor jugador de la liga española y a que el Real Madrid pagara su cláusula de rescisión (1.489 millones de pesetas, unos 9 millones de euros). "Mijatovic era un futbolista para jugar Liga de Campeones con un gran equipo. Yo, cuando vi jugar por primera vez a Mijatovic, hacía mucho tiempo que no había visto un futbolista tan excepcional en el Valencia. En los últimos 25 años, jugadores excepcionales, delanteros: Mijatovic, Penev y Villa y, a lo mejor por orden, no sé si ponerte el primero a Mijatovic. Y, claro, estaba jugando en un club importante, pero no era un club Champions de primer nivel", recuerda Alfonso Gil, periodista deportivo, autor de cinco libros sobre la historia del Valencia, además de la coordinación de los dos del centenario del club, y quien fuera delegado de la agencia EFE en Valencia durante casi cuarenta años.
En esa postrera temporada, sus 28 goles (6 más en Copa) y 6 asistencias contribuyeron a aupar a los de Luis Aragonés al subcampeonato de una Liga con la que se hizo el Atlético de Madrid. La afición del Valencia no entendió y, sobre todo, no aceptó que el balcánico hiciera las maletas rumbo al Real Madrid, que esa campaña quedó sexto clasificado, y aún menos le perdonó que dijera públicamente que no se iba a marchar del Valencia, cuando con el tiempo se supo que semanas antes de esas declaraciones en la Agrupación de Peñas Valencianistas, el 13 de marzo de ese 1996 ya había firmado un precontrato con el club blanco. "El enfado de la gente fue en parte porque se iba al Madrid, en parte porque el Valencia competía en ese momento, aspiraba a competir con el Madrid, en parte porque dijo que no se iba a ir, que mucha gente se cree que un burro vuela. Puedes decir una cosa y después cambiar de opinión, tampoco pasa nada, pero sí es verdad que sentó muy mal, comparable a lo de Figo cuando se fue del Barça al Madrid. Es parecido, lo que pasa que el Barça tiene mucha más repercusión que el Valencia, pero sería más o menos lo mismo porque se te va al gran rival", analiza el excronista del Valencia durante tres décadas en El País, Cayetano Ros, que añade otra razón al enfado che.
"Y porque es verdad que en ese momento el Valencia estaba creciendo y Mijatovic estaba creciendo. Es decir, Mijatovic no había alcanzado su pico, no es como, por ejemplo, David Villa, que cuando se va del Valencia sigue jugando muy bien y hace buenas temporadas en el Barça y el Atlético, pero él ya no juega tan, tan bien como en el Valencia, que es su mejor etapa. Pero Mijatovic no, Mijatovic seguía creciendo, o por lo menos daba esa impresión, aunque después en el Madrid sí que triunfó, pero tampoco llegó a lo que fue aquí en la segunda temporada con Luis Aragonés. Aquí se hablaba de que cuando se marchó Sol o cuando se marchó Quique Flores la gente no se lo tomó mal, pero es porque Sol ya venía para abajo y Quique Flores también, habían cubierto su pico aquí y ya era la fase final de su carrera, en decadencia. Lo que supo mal es que Mijatovic se fue en su mejor momento, en su apogeo, que tú tenías un equipazo, querías ser mejor, y encima se te va la estrella en el momento culminante de su carrera", cuenta Cayetano. Alfonso añade otros nombre a esa lista de futbolistas del Valencia que se marcharon al Real Madrid sin levantar polvo, como Gaspar Rubio, Tendillo o Raúl Albiol.
El propio Pedja Mijatovic le reconoció hace un par de meses a Josep Pedrerol en El Cafelito que hoy en día él mismo se enfadaría "tanto o más" que la afición del Valencia en aquel momento cuando vio a su estrella de 27 años marcharse a su principal rival a batir. "Su marcha fue un revulsivo para reavivar y alimentar la rivalidad histórica, porque es un caso flagrante, en un momento en que el Valencia estaba disputando el título de Liga, el gran jugador del equipo se lo llevan, y eso genera rechazo y animadversión. Más que de antimadridismo, de lo que me gustaría hablar es de rivalidad histórica. Es decir, probablemente el antimadridismo como término es más reciente, pero la rivalidad histórica, que es lo que muchas veces no se ha querido ver desde Madrid, ha existido y ha generado episodios desde Valencia de querer ganarle al Madrid, de querer competir con el Madrid, entre otras cosas, porque durante muchas décadas se ha considerado como el equipo a batir, el mejor", explica Paco Lloret, periodista, escritor y autor de siete libros sobre el Valencia y su historia, entre ellos, 'Crónica de un desencuentro. Valencia-Real Madrid'.
"Más que de antimadridismo, de lo que me gustaría hablar es de rivalidad histórica, que es lo que muchas veces no se ha querido ver desde Madrid"
Periodista deportivoContextualizado lo que supuso Pedja Mijatovic en el Valencia y en su adiós del club blanquinegro, desmontamos con Alfonso Gil, Paco Lloret y Cayetano Ros la creencia de que el 'antimadridismo' naciera en Valencia con la marcha de Mijatovic. "Eso es una teoría falsa, el antimadridismo ha sido toda la vida. El gran rival del Valencia ha sido siempre el Madrid", responde contundente Cayetano. Los arbitrajes polémicos es una de las grandes razones que esgrimen los tres como sustento de la rivalidad Valencia-Real Madrid, y con ejemplos fechados.
La rivalidad y los arbitrajes, causas del antimadridismo en la afición che
"La marcha de Pedja es una circunstancia menor. Todo es muy anterior. Hay varios episodios a lo largo del siglo pasado donde esa rivalidad queda manifiesta: la eliminatoria de Copa de 1930 con la retirada del Valencia en Madrid, después del 2-5 en la ida y el 0-2 en la vuelta. Los goles anulados al Valencia y la retirada fueron un primer punto de inflexión", asegura Alfonso Gil sobre un encuentro que detalla así Paco Lloret: "El partido de ida ya fue bastante agitado porque ganó el Madrid con un arbitraje muy polémico, hubo incidentes, 2-5, y luego en la vuelta el Valencia fue a Madrid e igualó la eliminatoria, pero el árbitro le anuló los goles que. según lo que dicen las crónicas, eran legales. Es más, el Valencia decide retirarse y la gente del Madrid les aplaude, como diciendo que era una injusticia, eso es significativo. Para el Valencia enfrentarse al Madrid era como un plus de esfuerzo. La primera eliminatoria de Copa, que es del año 28, a la prensa de Madrid que viene a Valencia le impacta mucho el clima de pasión desbocada que se vive en Mestalla y el Valencia, además, elimina al Real Madrid en esa eliminatoria. Luego viene este famoso arbitraje, dos años después, en el que el Valencia se retira del campo en Chamartín y donde ya se crea la sensación de que te han quitado la cartera".
"Luego, en los años 40, el Valencia está un poco por encima del Real Madrid, aunque al Real Madrid le gana una final de Copa, pero ahí no hay tanta rivalidad, y luego hay otro partido en la temporada 68-69 con un empate a cero, en el Bernabéu, que al Valencia le anulan tres goles. Parece que uno es muy claro el fuera de juego, pero los otros dos son perfectamente revisables. Hay otros episodios, como el arbitraje de Sánchez Ibáñez, un arbitraje muy sibilino en el 1-2 del día de San José del 72, con Di Stéfano en el banquillo del Valencia, por cierto, que hasta los medios de Madrid reconocieron aquella circunstancia, y un episodio que yo viví personalmente en el 77, en el Bernabéu, cuando silbaron al Valencia de una manera estruendosa por llevar la Senyera. Es decir, un no reconocimiento de una realidad tan palpable en este país como que, estando todos juntos, también tenemos nuestras particularidades, y yo creo que llevar la propia bandera no era un motivo para esto", rememora Alfonso. Paco también presenció aquel partido, "no me lo tiene que contar nadie. El Valencia sufrió todo el partido una bronca tremenda, y lo que provocó fue que en la vuelta la gente en Mestalla, coincidió también, mira qué casualidad, el día de San José del año 78, todo el campo se llenó de Señeras y el Valencia le ganó 2-0".
"Entonces", prosigue Alfonso, "en la década de los 90, cuando la marcha de Mijatovic, hay mucha animadversión hacia Mijatovic, pero la tensión con el Real Madrid entonces está muy, muy provocada por el entonces presidente del Valencia, Francisco Roig, que potenció mucho el tema de la crítica a la meseta. La verdad es que el Madrid siempre ha sido un club muy potente a todos los niveles y el Valencia sentía en aquel momento que con esa línea de actuación podía mermar un poco las diferencias, y luego hubo una época al principio de la década siguiente donde el Valencia le ganó la mano al Madrid en varias ocasiones, aunque no pudo hacerlo en la final de la Liga de Campeones", reflexiona Alfonso.
"Cuando la marcha de Mijatovic hay mucha animadversión hacia él, pero la tensión con el Real Madrid entonces está muy, muy provocada por el entonces presidente del Valencia, Francisco Roig, que potenció mucho la crítica a la meseta"
Paco Lloret suma otras actuaciones arbitrales históricas que añadieron rivalidad a los duelos Valencia-Real Madrid: "En la temporada 68-69 también hay un partido en el que se le anulan tres goles al Valencia, y en los años 50 hay un partido que le pitan tres penaltis en contra, expulsan a un jugador y el Valencia se iba a poner líder y fue un arbitraje tremendo, en la 52-53. El arbitraje ha influido mucho en esta rivalidad con el Real Madrid. La sensación de que cuando ibas a Madrid te iban a pitar mal y que cuando Madrid venía a Valencia los arbitrajes iban a ser siempre un poco perjudiciales. De hecho, hay un capítulo muy importante, que es la temporada 71-72, que se enfrentan en el día de San José, el Madrid era el líder, el Valencia defendía el título y era segundo, y el partido se suspendió por incidentes, el árbitro salió en el coche de la policía. Estas cosas, ¿sabes lo que pasa?, que en Madrid nunca se han considerado, las han olvidado. Eso es para mí lo preocupante, están centrados en Mijatovic y de ahí no los sacas, sólo ven Mijatovic".
Cayetano Ros tampoco duda que el antimadridismo en Valencia no surge con la marcha del montenegrino al Real Madrid. "Desde que yo tengo uso de razón y desde que yo sigo el Valencia, desde los años 70, siempre era el Madrid el gran rival, porque era el que en teoría siempre se había beneficiado de los arbitrajes. Si tú ganabas en el Bernabéu, era el partido más grande que podía haber y el rival más grande al que podías derrotar. La rivalidad con el Barça vino con la Transición y con el manejo que hicieron los grupos de extrema derecha regionalistas contra el catalanismo, pero realmente el principal rival ha sido siempre el Madrid, el equipo a batir y el que tenía los privilegios, el poder. Siempre ha habido un sustrato antimadridista y lo sigue habiendo, y lo de que fue por culpa de Mijatovic y que antes la afición del Valencia era simpática con el Madrid, mentira. Eso es una mentira como una casa. Eso de Mijatovic lo que hizo fue acrecentarlo, acelerarlo, y esa simpatía la basan en la teoría de que hubo un partido de Champions que jugó aquí el Madrid porque tenía cerrado el Bernabéu, contra el Nápoles (en 1987), y se llenó el campo, pero es que aquí hay muchísima afición del Madrid también, como en toda España. Muchísima. Pero eso no tiene nada que ver con la afición del Valencia, ésa no era la afición del Valencia, era la afición del Madrid que venía de toda la Comunidad Valenciana o incluso de comunidades limítrofes o de donde fuera. Eso es un mito falso", relata Cayetano.
"La rivalidad con el Barça vino con la Transición y con el manejo que hicieron los grupos de extrema derecha regionalistas contra el catalanismo, pero realmente el principal rival ha sido siempre el Madrid, el equipo a batir y el que tenía los privilegios, el poder"
Periodista deportivoEl periodista valenciano revive, además, la tensión personal que palpaba en enfrentamientos del Valencia contra el Real Madrid: "Yo recuerdo los años 70, en un chalet que tenía mi abuelo en Gilet, en el pueblo de Javi Guerra, y allí escuchábamos el transistor y los partidos del Madrid eran los que generaban una tensión, había como una tragedia ahí amenazante, parecía que te iban a quitar el partido, que te iban a robar o, si ganabas, eran héroes. Era una cosa épica, todo esto existía en esa época, yo era pequeño y lo sentía. Ese partido era el partido del año". De los recientes, destaca tres actuaciones arbitrales "clamorosas" que sí le han generado tensión: "Yo no me acuerdo mucho de los árbitros, pero sí recuerdo el que pitó el penalti de Marchena a Raúl, el 'Ushiro Nage' (llave de judo con la que se comparó la acción), que era Tristante Oliva, y recuerdo también un gol que le anularon a Adrian Ilie de cabeza, un fuera de juego que era dos metros que no era, que también fue escandaloso, y aquí en Mestalla, en un partido de noche, que yo estaba allí y Sergio Ramos cogió el balón con la mano y el árbitro hizo como que había parado el juego, y el juego no lo había parado. Estaba dentro del área, era penalti y expulsión e hizo como que no pasaba nada", como también recordaba Paco.
"El antimadridismo está porque es un club muy poderoso con el que has conseguido ser competitivo, y eso aflora mucho. Fíjate que casi todos los casos que te estoy yo comentando de la época anterior a Mijatovic son casos en los que, fundamentalmente, hablamos de actitudes o de circunstancias arbitrales, pero ¿qué se sostiene en la mentalidad colectiva del valencianismo? Pues que esas circunstancias arbitrales, obviamente, son errores del árbitro, de las cuales el Real Madrid puede considerar que no ha tenido participación, pero como subyace una mentalidad de que es un club poderoso y es un club influyente. Entre comillas, el Real Madrid puede decir 'yo no tengo la culpa de que el árbitro se equivoque', ese puede ser un argumento pero, evidentemente, llevamos un siglo largo de fútbol y ahora se va a cumplir un siglo de la Liga y hay muchas circunstancias", comenta Alfonso, que añade otros "dos partidos más o menos recientes", el de Sergio Ramos citado y "luego, la consideración de un atraco porque se le pitaron tres penaltis que le metió Carlos Soler a Courtois poco antes de la pandemia. Bueno, en alguna ocasión también se puede haber visto beneficiado el Valencia, pero el valencianismo está convencido de que no ha habido una balanza equilibrada en el tratamiento para los dos equipos a lo largo de la casuística de toda la competición", apunta Alfonso.
«El momento más bajo de antimadridismo en los últimos 50 años»
Los números globales de uno y otro equipo dimensionan la globalidad de la rivalidad entre Valencia y Real Madrid. Los blancos han levantado 15 Copas de Europa, 9 Mundiales de Clubes, 6 Supercopas de Europa, 2 Copas de la UEFA, 36 Ligas, 20 Copas del Rey y 13 Supercopas de España, entre otros trofeos, frente a las 8 Copas del Rey del Valencia, sus 6 Ligas, las 3 Copas de la UEFA o las 2 Supercopas de Europa, entre otros títulos también. A pesar de ello, los periodistas destacan "momentos brillantes del Valencia con el Real Madrid", apunta Alfonso, en los que "ha sido capaz de ganarles: la Copa aquella del año 95 que el Valencia jugó la final en el Bernabéu es porque ha eliminado antes al Real Madrid. Hay un 6-0 ante el Real Madrid de Toshack que al Valencia le permite ganar la Copa del 99. Hay momentos en los que el Valencia ha estado a la altura y, mira, un dato es que de los partidos disputados en Mestalla, el Valencia ha ganado en Liga 38 y el Real Madrid, 28, que es una diferencia que no tiene el Valencia, por ejemplo, con el Barcelona, lo que pasa es que en el Bernabéu sí que la superioridad del Real Madrid ha sido aplastante, el Valencia sólo ha conseguido nueve victorias (de 89 partidos jugados)", recuerda Alfonso, que también suma a los éxitos valencianistas frente a los blancos, cómo no, las dos Ligas que el Valencia de Rafa Benítez le ganó al Madrid de los Galácticos en 2002 y 2004.
"La situación del Valencia ha limitado mucho la posibilidad de considerarse un rival del Real Madrid. El Valencia es un equipo que aspira a, en los partidos contra el Real Madrid, no sufrir demasiado"
Periodista deportivoAhora, "la situación del Valencia ha limitado mucho la posibilidad de considerarse un rival del Real Madrid. El Valencia es un equipo que aspira a, en los partidos contra el Real Madrid, no sufrir demasiado, no tener tampoco el infortunio que tuvo en el último encuentro en Mestalla, aunque se puede hablar de infortunio y y otra versión, que es que cómo no eres capaz de, con un jugador más, sacar el partido adelante, porque el Real Madrid tiene una calidad individual y colectiva superior y te hace un destrozo en cualquier momento, como se vio también contra la Real Sociedad, porque es un equipo con unos jugadores de un altísimo nivel", reconoce el exdelegado de la agencia EFE.
"Es verdad que el Valencia al Madrid, aquí en Mestalla, le ha complicado siempre muchísimo la vida, y han sido partidos muy duros, muy al límite de todo. En el Bernabéu hay muy pocas victorias, sí. Para el Valencia el Bernabéu es el peor escenario y para el Madrid Mestalla es, después del Barça, el peor escenario", reseña Paco, que lamenta que actualmente no haya "rivalidad deportiva, lógicamente, por desgracia", al tiempo que confirma que "en el fondo esa rivalidad en Valencia va a existir siempre y probablemente se alimenta, por ejemplo, con los tratamientos informativos, con la sensación de que hoy en día el periodismo, que ha cambiado, es muy diferente a otras épocas, ha generado una línea donde el Madrid es lo que es y goza de una protección mediática que lo que provoca es que, aunque tú estés ahora a años luz, sigas viendo las cosas de otra manera y que pienses que existe un favoritismo que es escandaloso".
"En el fondo esa rivalidad en Valencia va a existir siempre y probablemente se alimenta, por ejemplo, con los tratamientos informativos. El periodismo ha generado una línea donde el Madrid goza de una protección mediática"
Periodista deportivo32 puntos separan a Real Madrid y Valencia en la tabla, uno más que los que han sumado los de Carlos Corberán en toda la temporada, por los 63 de los de Ancelotti. Los blancos luchan por la Liga, la Champions y la Copa del Rey; el Valencia, por no descender. Un Valencia que no gana en el Bernabéu desde el 2-3 de la temporada 2007-2008 que recordábamos hace unas semanas con Arizmendi, autor del último tanto, con Koeman en el banquillo (desde entonces, diez victorias blancas en Liga; la más abultada, el 5-1 de la pasada temporada, y cinco empates, cuatro de ellos seguidos entre 2011 y 2015), y que en la década de los 40, entre 1942 y 1948, llegó a encadenar seis visitas a Madrid sin perder (dos victorias y cuatro empates). "No hay rivalidad. Ahora hay un Valencia-Madrid y no hay la tensión que había antes, que era una tensión terrible, yo lo vivía con muchísima tensión, incluso de periodista, pero es que ahora sabes que te van a ganar, más fácil, menos. Yo creo que es esa la clave ahora mismo", señala apenado Cayetano, un pensamiento que le lleva a reflexionar sobre el antimadridismo actual con sorpresa y añadiendo una variante respecto a sus compañeros.
"Ahora que lo pienso, yo creo que ahora el antimadridismo ha decrecido, se ha aliviado, se ha atemperado porque el Valencia no compite. El Valencia —resopla—, ya has visto, ahora tres han visto a la amarilla para no ir al Bernabéu (Gayà, Luis Rioja y Foulquier). Una de las claves del anti-algo o de la rivalidad es que tú puedas competir, por eso el Valencia con el Levante no tiene rivalidad y ahora mismo no puedes competir con el Madrid ni con el Barça ni con nadie. Entonces, yo creo que en los últimos años esa rivalidad se ha atemperado bastante, y lo de la Dana, que ayudó mucho el Madrid, también ha hecho que supongo que bajara. Diría, de hecho, que ahora mismo es el momento más bajo de antimadridismo de los últimos 50 años, lo que yo percibo, y es una novedad. No creo que ahora haya más antimadridismo que hace unos años, al revés, yo creo que está en su punto más bajo. Conforme vas perdiendo capacidad competitiva, ¿cómo vas a tener rivalidad con el Madrid? Si es que no puedes competir", recalca Cayetano.
"Una de las claves del anti-algo o de la rivalidad es que tú puedas competir y ahora mismo el Valencia no puede competir con nadie. Diría que ahora es el momento más bajo de antimadridismo de los últimos 50 años"
Periodista deportivo"La idea básica es que nada empieza en Mijatovic, todo viene de atrás y sí que en los últimos años hay una rivalidad potenciada porque en clubes como el Real Madrid, el Barcelona e incluso el Atlético, puntuar en Sevilla, en San Sebastián, en Bilbao, en Valencia, se considera un pinchazo, y realmente es muy difícil y ha sido muy difícil en la historia del fútbol para todos los equipos sumar en estos estadios. Ahora el poderío económico de estos clubes ha crecido tanto, y especialmente el del Real Madrid, que da la sensación de que haya que arrasar allí donde se juega, y eso no es así, sin negar que el poderío de estos equipos muchas veces eclipsa a cualquier otro, pero también ha habido momentos que la situación no ha sido como la actual", concluye Alfonso apelando a la historia y a la otrora competitividad para reseñar el nacimiento del antimadridismo en Valencia, alejado de la figura de Pedja Mijatovic y que, los tres coinciden en señalar que actualmente no lo encarna Vinicius "porque esto pasa en todos los clubes con todos los rivales", dice Alfonso.
De Mijatovic a Vinicius
"El episodio de Vinicius ya traspasa la rivalidad y el antimadridismo, porque se ha desvirtuado y se ha estigmatizado a la afición del Valencia con algo que nunca ha sido. Además, si hubo un club en España pionero en tener jugadores de raza negra, fue el Valencia. En la temporada 73-74 es cuando se abren las fronteras, cuando se autoriza la contratación de jugadores extranjeros, y el único futbolista negro en Primera división es Salif Keita, primer Balón de Oro africano, que jugó en el Valencia. En los años 50, retrocedemos, viene al Valencia Walter, luego viene Waldo, Chicao, y luego ya con el paso del tiempo fíjate si han pasado por aquí jugadores y, encima, brasileños, que me hace gracia que en Brasil algunos compraran esa teoría: Mazinho, Viola… Muchísimos jugadores. Ahora ya es normal, pero en aquella época el Valencia fue pionero, Walter llegó en el año 57, pero el periodismo exportó una imagen de Mestalla muy fea y ha afectado a la reputación de la afición, del campo, y eso es realmente inadmisible y, además, imperdonable, porque se creó una falsa imagen y, además, se fomentó de manera intencionada y deliberada", apunta Lloret.
"El discurso de que el problema con él es un problema de índole no futbolístico me parece que es un discurso que no se sostiene, es complicado de sostener, porque el problema de Vinicius es que genera enemistad allí donde va y no es por el color de su piel, ni muchísimo menos. Si Vinicius se dedicara a jugar al fútbol, sería mucho mejor para todos. Es porque es un jugador que es capaz de suscitar problemas donde no los hay, sin negar en absoluto la absoluta calidad que tiene, y buena prueba de ello es el partido de Copa ante la Real Sociedad, que no es que lo resuelva él de manera individual, pero casi. Cuando la animadversión a Vinicius se transforma en un problema de color de piel, entonces es que algo estamos haciendo mal, porque ni Rudiger ni Mendy ni Camavinga ni Rodrygo ni Bellingham… generan este tipo de problemas. Es un problema de la personalidad de este futbolista, que muchas veces tiene unas conductas que se pueden calificar de todo menos de profesionales, y que ahora el sentimiento general que hay es que el Real Madrid tiene un problema con este futbolista. Tiene un problema y tiene también una solución a veces, pero tiene un problema con este futbolista que, evidentemente, juega en un club poderoso, etcétera, pero su conducta genera más un rechazo personal que un rechazo a un club, por más que sea un club que, para la afición del Valencia, no sea un club que genere especial simpatía", razona Alfonso.
"Yo creo que lo de Vinicius es en toda España, aquí igual algo más por el tema de aquellos insultos que fueron intolerables, inadmisibles y gravísimos, pero después lo de Ancelotti que dijo que había cantado todo el estadio 'mono' cuando era 'burro', fue injusto, porque no era todo el estadio. El estadio cantó 'burro, burro', pero no creo que sea particular de Valencia el anti Vinicius. Vinicius cae mal a todas las aficiones y es generalizado, porque va provocando por donde va, es muy antideportivo", afirma Cayetano.