Lo que no se contó del fichaje de Pirlo por el Real Madrid: Sacchi, la obsesión de Pedja y el trueque fallido con Ronaldo
Relevo descubre cómo fueron las negociaciones con el jugador italiano que se echó atrás, prolongó el contrato cinco años con su club... y terminó ganando la Champions al Liverpool.

La reciente revelación de Andrea Pirlo de que en el verano de 2006 tuvo un contrato firmado para fichar por el Real Madrid ha causado un verdadero impacto en los ambientes futbolísticos, tanto en Italia como en España, aunque, en realidad, no ha sido la primera vez que el exfutbolista del Inter, Milan y Juventus, entre otros clubes, y ahora entrenador de la Sampdoria, ha hecho referencia a su frustrada aventura madridista. En 2014, en su biografia, Pienso luego juego ya se declaró por primera vez al club blanco.
"Yo en esos momentos ya pertenecía al Real Madrid, no al Milán. Yo era jugador del Real Madrid en mi cabeza, en mi corazón y en mi alma. Tenía un contrato de cinco años esperándome allí y un salario que no era de este mundo. Yo mismo me imaginaba con la camiseta blanca. Mis pensamientos a menudo se posaron en el Santiago Bernabéu, el templo, un estadio que siembra el terror en sus oponentes".
Relevo ha reconstruido cómo transcurrieron los acontecimientos en aquel verano de 2006 en el que Italia, con Pirlo al mando de las maniobras futbolísticas, se proclamó campeona del mundo en Berlín. Para entender la situación por la que Pirlo y el Real Madrid llegaron a un acuerdo para que el jugador de 26 años se incorporara a la disciplina blanca en la temporada 2006-07 y cuatro más, hay que poner en contexto los dos escenarios ambientales que se daban en el momento para que el fichaje se pudiera hacer realidad.
El primero, el planteado en Italia por el denominado caso Calciopoli por el que varios clubes y dirigentes fueron sancionados tras la denuncia e investigación de la Fiscalía. Entre ellos se encontraba el club donde jugaba Pirlo, el Milan. El segundo escenario era el que presentaba el Real Madrid, que el 2 de julio de 2006 celebró elecciones a la presidencia y Ramón Calderón salió elegido presidente tras derrotar en las urnas a Juan Palacios, Villar Mir, Lorenzo Sanz y Arturo Baldesano.
Nueva etapa, nuevas caras. Reestructuración profunda de la plantilla, El primer paso fue la incorporación del entrenador, Fabio Capello, que ya durante la campaña electoral había sonado como el elegido por Ramón Calderón, o mejor dicho, por su director deportivo Pedja Mijatovic.
Capellovenía de hacer campeón de Liga a la Juventus los dos años anteriores y le quedaba un año más de contrato con el club bianconero, pero, precisamente, que la Vecchia Signora fuera el club más señalado y afectado por el caso Calciopoli, con descenso a Serie B y desposeimiento de sus dos títulos incluidos, lo que hizo posible que su técnico pudiera marcharse al Real Madrid, donde firmó por un año.
Sacchi también le quiso vestir de blanco
Fue justo en esos días, con el fútbol italiano en plena ebullición, cuando el club blanco vio la gran oportunidad de fichar a Andrea Pirlo y el director deportivo, Pedja Mijatovic y Franco Baldini, hombre de confianza de Capello, contactaron con el jugador para convertirle en el eje de su proyecto futbolístico. No era, además, la primera vez que el club blanco se interesaba en él. Justo un año antes, coincidiendo con la llegada de Arrigo Sacchi a la estructura técnica del Real Madrid, en la que ocupó el cargo de director de fútbol a las órdenes directas de Emilio Butragueño, surgieron los primeros contactos.
Sacchi era un entusiasta de Pirlo, pero en el club no se consideró que fuera el momento de afrontar su fichaje, entre otras razones por su alto coste de mercado. En esta segunda ocasión la apuesta personal de Mijatovic si contó con el apoyo del presidente y el jugador firmó un documento con el Real Madrid en el que se especificaban las futuras condiciones del contrato y quedaba todo pendiente de cómo se viera afectado el Milan por el caso Calciopoli. Al final, el club rossonero no fue descendido y el futbolista, muy presionado por Adriano Galliani, la mano ejecutiva de Berlusconi, que sí fue inhabilitado en sus gestiones por las investigaciones realizadas, terminó prolongando su contrato por dos años más.
Fue el premio que le ofreció el Milan por romper su contrato con el Madrid. Si el Milan hubiese sido descendido a Serie B, como la Juventus, el club blanco sí hubiera negociado el fichaje del centrocampista, a quien además ya tenía atado. Pero al quedarse en la Serie A y hasta poder disputar la Champions, la operación desde el punto de vista económico era inviable para el nuevo equipo directivo del Bernabéu y además el Milan se hizo fuerte.
En su biografía antes mencionada, Pirlo expresaba así la situación vivida. "De una cosa estaba seguro: no iba a jugar nunca en la Serie B. Si hubiera tenido que salir, no me hubiera sentido un traidor. No iba a pagar yo por los pecados de los demás, si eso es lo que pasaba. El entrenador del Madrid, Fabio Capello, me llamó. Después Franco Baldini, su director deportivo. Todo el mundo quería hablar conmigo. Me dijeron que habían fichado a Emerson de la Juventus y que me querían para jugar a su lado. Me convencieron en un minuto. Tuve unas palabras con mi agente, Tullio Tinti, y le pedí que descubriera qué pensaba el Milán de todo esto. Tullio me dijo que me alejase mientras hablaba con el Madrid y tuviese el teléfono encendido. Capello solo necesitó un minuto para convencerse de ir al equipo español".
En primera persona, Andrea siguió dando todo lujo de detalles sobre la negociación. "En ese momento fue cuando entró en escena Galliani. "No te vas porque vas a firmar esto. Es por cinco años, y hemos dejado los detalles del salario en blanco para que puedas escribir lo que quieras". Pirlo se lo pensó durante unos días. "Quiero irme". Su representante le convenció. "No te van a dejar irte". Finalmente firmó, también presionado por su agente. "Fue una lástima que se esfumara la posibilidad de esa forma. Habría firmado por el Real Madrid en un santiamén. Es el club más importante, más que el Milán, con más perspectivas, más atractivo, más todo. Ellos infunden temor en sus oponentes, cualquiera que sea".
Pudo entrar en la operación Ronaldo
Aún así hubo un escarceo de última hora, casi con el mercado a punto de cerrarse. El Milan preguntó al Real Madrid si Ronaldo Nazario estaba en venta y, por momentos, en el club blanco se pensó que se podía confeccionar una operación en la que Pirlo volviese a entrar en escena, pero la negativa de Fabio Capello fue rotunda. "Ronaldo no se mueve del Real Madrid". El Milán, necesitado de un delantero centro, improvisó con Ricardo Oliveira, atacante del Betis. Tres meses después, Capello comunicó al club que no contaba con Ronaldo y en enero de 2007 fue traspasado al Milan por 7,5, menos de la mitad de lo que el club italiano estaba dispuesto a pagar en agosto, cuando el nombre de Pirlo volvió a revolotear por el ambiente.
Inaccesible la opción de Pirlo, el Real Madrid, por recomendación de su nuevo entrenador, apuntó a una Juventus en fase de liquidación por culpa de su obligado descenso. Allí pescó a Emerson y Cannavaro por 15 millones de euros, mientras el Barcelona se llevaba a Thuram y Zambrotta y el Inter a Vieira e Ibrahimovic.
A pesar de que esta temporada el equipo de Capello ganó la Liga con un eje central en su mediocampo formado por Diarra y Emerson, la añoranza por Pirlo se mantuvo viva entre los ejecutivos blancos que, desde la distancia, vieron como conquistaba al año siguiente la Champions a las órdenes de Carlo Ancelotti y en 2011, ya con 32 años, fichaba por la Juventus donde se convertiría en uno de los pocos jugadores que han jugado en los tres grandes de Italia, Inter, Milan y Juventus y completaría cuatro años extraordinarios para retirarse de bianconero con 35 años