Muy poco Real Madrid y mucha Mersnik

Tres puntos...y gracias. El Real Madrid volvió a mostrar su cara más apática ante el Sporting Huelva. Las de Toril fueron a rachas, más negativas que positivas. Caminaron por el alambre y María Ruíz, Sandra Castelló y ADT a punto estuvieron de empujarlas al vacío. A pesar del gol, no fue el mejor partido de Athenea, que apenas tuvo protagonismo. Más de lo mismo para Weir, que fue de menos a más.

El Sporting Huelva tardó en entrar en el partido. Sin embargo, cuando entró, fue para quedarse. Las de Antonio Toledo, muy intensas en todas sus acciones, se apoyaron en una Mersnik sublime, que salvó el tanto madridista en varias ocasiones. Lucharon hasta el final para arañarle un empate al Real Madrid, que nunca llegó.

Los primeros 45 minutos del Real Madrid fueron para olvidar. Aunque el segundo acto tampoco distó mucho del primero. Al igual que ocurrió en El Clásico, las de Toril estuvieron muy lejos de su mejor versión. Ganaron en posesión (27%-73%), pero su superioridad no se tradujo ni en ocasiones de gol ni en buen juego. Svava, por la banda izquierda, fue la más participativa. Faltó fluidez en el juego y agresividad arriba, Weir y Nahikari aparecieron muy alejadas del área, demasiado lejos de su zona de influencia. Tampoco fueron los mejores 45 minutos de Athenea. La extremo del Real Madrid, a pesar del gol, apenas tuvo protagonismo.

"Te quiero y, a veces, te odio", rezaría mi Whatsapp a la buena de Svava. La lateral danesa es capaz de lo mejor y lo peor. En el minuto 25 de partido, se pasó de revoluciones y a punto estuvo de ver la cartulina roja. Su entrada sobre Paula Romero con la planta del pie y a la altura del tobillo le costó la amarilla (una amonestación que le valió el cambio en el descanso). A pesar de esto, durante el tiempo que jugó, fue la futbolista que más ganas y ritmo le metió al partido. La mayoría de las jugadas de peligro del Real Madrid llegaron por su banda.

Ni Athenea ni Weir están pasando por su mejor momento y el Real Madrid lo nota. Ambas jugadoras deslumbraron en el inicio del curso y fueron dos de las grandes responsables del brillante arranque madridista. La conexión entre ambas futbolistas enamoró a la afición merengue, que pronto las erigió como ídolas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, ambas jugadoras (Weir se perdió varias jornadas por lesión) han bajado notablemente su rendimiento.

A pesar de ser la autora del tanto madridista Athenea está lejos de su versión mas desequilibrante y divertida. Mención aparte para el gol del Real Madrid. Olga Carmona centró al área y Nahikari, que no llegó a rematar, estaba en fuera de juego. Sin embargo, la colegiada no señaló la ventaja y la de Urnieta siguió a por el balón, vio la incorporación de Athenea y le cedió el balón. Athenea disparó a puerta y el balón tocó en una rival, que desvió su trayectoria a gol. Por su parte, la escocesa fue de menos a más y dejó destellos de su exquisita técnica y, poco a poco, va acercándose a su versión más brillante.

Aunque el Real Madrid no desplegó su mejor fútbol, la pegada de las de Toril está fuera de toda duda. Y Mersnik fue un muro. Tan solo Athenea, con mucha fortuna, logró batirla. La internacional eslovena le ha quitado la titularidad a Chelsea, una de las jugadoras más míticas del Sporting Huelva. Ante el Real Madrid, demostró porqué. Sacó varias unos contra unos y varias manos salvadoras. Especialmente, en la recta final del partido, cuando despejó a córner un gran disparo de Feller en una gran parada a mano cambiada. Pachu y María Ruíz también ayudaron a que la renta madridista fuese mayor. Además, ADT y Sandra Castelló estuvieron a punto de aguarle la fiesta al Real Madrid.

Feller y Méline Gerard fueron de las pocas futbolistas madridistas que se salvaron de la quema. La primera entro en la segunda mitad, gozó de varias ocasiones de gol y estuvo muy participativa por la banda izquierda. Le metió frescura y agresividad y al ataque madridista. Gerard, que fue una de las grandes sorpresas del once (en sustitución de Misa), cumplió y con creces. La portera francesa disputaba su primer partido oficial de la temporada. Gerard alcanzó su culmen en el minuto 69, con una doble parada de muchísimo mérito. En primera instancia, salvó el disparo lejano de Sandra Castelló, que rozó con la yema de los dedos y desvió al travesaño. El rechace volvió a caer en una jugadora del Sporting Huelva y Gerard, muy valiente, volvió a ser providencial.