El positivo del Papu Gómez se recogió horas después de jugar contra el Real Madrid tras una "fatídica noche"
Según su alegación, tomó el jarabe durante la noche, tras el partido en el Bernabéu y dio positivo en un control al día siguiente.
23 de octubre de 2022. Los vampiros se presentan en la Ciudad Deportiva del Sevilla y realizan varios controles antidopaje a algunos futbolistas, entre ellos, al Papu Gómez. Lo hacen tras el entrenamiento del equipo al día siguiente de perder en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid -el Papu jugó 22 minutos- en la undécima jornada de LaLiga de la pasada temporada. Junto al test de control, al futbolista se le pide, como suele ser habitual, que declare los medicamentos consumidos en los últimos siete días. Entre los que se declararon por parte del jugador argentino no aparece el jarabe que después alegó como el motivo del positivo en terbutalina que adelantó este medio.
El Papu Gómez justificó la presencia de la sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) asegurando que fue su mujer quien le suministró por error el jarabe que tenían en casa por su hijo. Durante la madrugada previa al control, según el recurso del futbolista, "volvió a casa con una fuerte tos, razón por la cual su mujer le administró por error una cucharada del jarabe con la intención de calmar las reiteradas molestias de la tos". En definitiva, "una ingesta inconsciente inducida por un error de la mujer del deportista" en la noche, según se recoge en la resolución de caso, a la que ha tenido acceso Relevo.
La respuesta del Comité Sancionador recogida en el expediente del futbolista es contundente: "Llama la atención que el deportista, después de revelado el contenido del análisis y construido el relato aportado al expediente, no intentase [...] al menos documentar mediante algún tipo de informe médico su condición física o crisis padecida en la fatídica noche, especialmente al considerar que la sustancia que se detectó en el organismo es una sustancia idónea para aumentar el rendimiento deportivo en la disciplina que practica el sujeto expedientado".
Y en el expediente sancionador, el comité insiste en la gravedad de que un futbolista de élite no apreciara que tomar un jarabe sin que tuvieran constancia los servicios médicos de su club es una "negligencia grave". "La apreciación de este Comité Sancionador es que las circunstancias de este caso, lejos de mostrar ausencia de culpa, revelan una falta evidente de precauciones normales y exigibles a un deportista profesional de primer nivel, que me merece la calificación de negligencia grave".
Con esta calificación, el Comité justifica la suspensión de dos años ―desde el 18 de noviembre de 2023 hasta la misma fecha de 2025― lejos de los seis meses que propuso el órgano instructor y de los cuatro que sugirió el propio Papu Gómez en su alegación, al reconocer que tomó la sustancia pero por error. Fue su mujer quien se lo suministró tras una crisis de tos justo en la noche posterior a jugar ante el Real Madrid y previa a que se le realizara el control antidopaje durante el entrenamiento de recuperación del Sevilla FC.