LEAGUE TWO

'Tú al City, yo al Bury', así fue el verano 2013 de los Navas: "Allí me rompieron dos veces la nariz"

Marco Navas, hermano de Jesús, explica en Relevo cómo fueron los seis meses que formó parte del Bury, a las afueras de Mánchester.

Marco Navas, jugador del Bury en la temporada 2013/14./
Marco Navas, jugador del Bury en la temporada 2013/14.
Álvaro de Grado

Álvaro de Grado

Sucedió casi a la vez, pero de forma paralela. El Manchester City pagó 21 millones para fichar a Jesús Navas en el verano de 2013 y unas semanas más tarde de aquel traspaso millonario se confirmó el segundo fichaje de la familia Navas por un club inglés, aunque algo distinto: su hermano Marco cerró su llegada al Bury, un club a las afueras de Mánchester que por entonces acababa de descender a la League Two, la cuarta división. "Allí me rompieron dos veces la nariz. No sé si caí conmocionado o no pero sí sé que no fue ni tarjeta", recuerda Marco Navas a Relevo una década después, ya convertido en agente de futbolistas, sobre esa etapa en Inglaterra.

Estuvo seis meses, pero qué seis meses: "Yo notaba que los compañeros me miraban y pensaban 'mira, el españolito, éste quiere venir aquí a tocar el balón'; además era la época del tiki-taka… Luego se dieron cuenta de que iba a chocar y a correr como todos", dice sobre aquellos primeros días, donde todo era nuevo.

¿Cómo acabaron los dos hermanos Navas en clubes separados por apenas 15 kilómetros pero a casi 2.000 kilómetros de Sevilla? Aunque muchos sospecharon que la llegada de Marco fue una consecuencia de la de Jesús -para así apoyarlo en el extranjero y conseguir que su adaptación fuera más llevadera- su primer contacto con Inglaterra había sido anterior: años atrás hizo unas pruebas en el Sheffield United, donde Kevin Blackwell era el entrenador asistente. "Al final no me quedé por una cuestión de tiempos, así que tenía la espinita clavada", explica.

Marco Navas pelea un balón durante un partido. Getty Images
Marco Navas pelea un balón durante un partido. Getty Images

"Cuando Jesús firmó por el Manchester City hablé con mi agente, me puse a investigar y vi que Kevin Blackwell estaba en Bury. Les sorprendió que quisiera ir de la Segunda División a la League Two. Fui con 30 años pero tenía cansancio mental". Después de muchos años saltando de equipo en equipo, su anterior etapa había sido en el Recreativo de Huelva: "Terminé un poco cansado del fútbol español. Yo quería ir fuera y aprender idiomas, aprender una nueva cultura futbolística", apunta.

A partir de ahí, una aventura total. Pero mucho mejor en sus palabras.

"Yo tenía un nivel de inglés de instituto. El club era británico al 100%, muy tradicional, nadie sabía nada de español. La secretaria de las oficinas era la madre de los Neville. Al principio lo pasé mal porque nadie me entendía y no sabía explicarme. Primero me mandaron a vivir a Burnley en unas casas que tenía el club: me dieron un Fiat 500, el código postal -que en Inglaterra te lleva directo a la casa- y las llaves para entrar. 'Haz lo que puedas', me dijeron, y allí que fui. No me acompañaron ni nada", cuenta Marco sobre su llegada al Bury. "Esa tradición del té o el café para que las manos estuvieran calentitas. Yo decía: ¿Por qué todo el mundo lleva un café en la mano? Luego me enteré, claro. Normal. Con ese frío".

"¿Por qué todos llevan un café en la mano? Luego me enteré, claro. Normal. Con ese frío"

Marco Navas Exfutbolista

Y hay más: "Ese año estaba el hermano de Wayne Rooney, John, el pequeño, que jugaba muy bien. También coincidí con Matt Doherty, el que estuvo en el Atlético de Madrid. Allí me rompieron dos veces la nariz. No sé si caí conmocionado o no pero sí sé que no fue ni tarjeta. El fútbol era complicado pero yo quería adaptarme. Y cómo se vive todo alrededor del fútbol... Me molaba muchísimo. Ese sentimiento de pertenencia al club o a la ciudad yo lo envidiaba mucho", rememora.

Sin embargo, jugó muy poco. Apenas un puñado de minutos hasta que hubo un cambio de entrenador que fue decisivo. Se marchó Blackwell, su principal valedor. Y se acabó todo: "Yo me hubiera quedado mucho tiempo más, pero el nuevo que llegó decidió que no confiaba en muchos de los extranjeros. Y el club me dijo: 'Marco, si quieres irte y tienes una oportunidad en España, vete: el míster dice que no vas a jugar'. Y me respetaron el contrato entero, me pagaron hasta la última libra. Seguí teniendo mucha relación con el CEO del Bury", recuerda sobre un club que desapareció, se ha refundado y ahora escala divisiones desde lo más bajo.

Negredo, Jovetic y Navas, fichajes del Manchester City en 2013. REUTERS
Negredo, Jovetic y Navas, fichajes del Manchester City en 2013. REUTERS

La fiesta de Navidad

En su recuerdo queda la Christmas Party, eso sí, una tradición en el fútbol inglés donde la plantilla al completo se va de fiesta. Y lo de 'se va' a veces significa de viaje y de ciudad, pero sólo a salir. A salir mucho, sin parar, incluso también durante varios días. Aunque con las plantillas tan profesionalizadas de la actualidad se está perdiendo, las grandes historias permanecen. "A mí me dio miedo", cuenta riéndose. "Cuando llegaba Navidad se hacía la Christmas Party y fueron a Dublín. Yo me quedé en casa. Pensé que nos meterían en la cárcel a todos. Luego llegaron, escuchabas las anécdotas y… 'Éste terminó allí, éste no sé dónde'... Me daba pánico. Se iban tres o cuatro días por ahí de fiesta sin parar. Si la única palabra española que sabían era Magaluf, imagínate la que pudieron montar en Dublín", confiesa.

Ser hermano de Jesús Navas

Marco Navas ha vivido toda su carrera sabiendo que su hermano pequeño era más conocido: "Yo llegaba a cualquier club y era el hermano de Jesús, aunque fuera mayor que él. En esa época no estaban todas las redes sociales de ahora. Me pasa con los jugadores que llevo: les digo a todos que intenten no influenciarse demasiado de los comentarios. Siempre te quedarás con el comentario que te jode", cuenta.

Desde que dejó el fútbol, el mayor de los Navas es representante en la zona de Andalucía para la agencia Bahía Internacional. Futbolistas como Rodri (Betis), Raúl Torrente (Granada), Carlos Álvarez (Levante) o Manuel Ángel (Real Madrid Castilla) forman parte de su día a día como agente. Su experiencia es un valor en las etapas formativas: "He tenido lesiones, ha habido equipos donde no he jugado nada, he estado en banquillos… Puedo ayudar en momentos que no son fáciles durante la carrera de un jugador y desde luego animo a todos a tener esa experiencia fuera de España, da igual la edad". Y una última conclusión: "El fútbol es complicado. A veces parece que eres la hostia y al día siguiente dejas de jugar".