El Manchester City gana sin jugar a 300 kilómetros de distancia

A muchos kilómetros de distancia y sin salir a jugar, al Manchester City le salía una sonrisa en los últimos minutos del Arsenal-Liverpool. Después de conseguir los tres puntos el sábado (vencieron por 1-0 al Southampton), sus dos máximos rivales por el título se enfrentaban 24 horas más tarde en el Emirates Stadium.

Y hubo tablas. Incluso el Arsenal salió más penalizado todavía, puesto que se retiraron por lesión tanto Gabriel Magalhaes y Timber. El Liverpool consiguió empatar en dos ocasiones y, aunque pierde el liderato -el City se va a un punto-, mantiene a una diferencia de cuatro puntos a los gunners.

Bukayo Saka dio las buenas tardes con un golazo marca de la casa. Se deshizo de Robertson con facilidad y fusiló a Kelleher, titular otra vez por la lesión de Alisson. Respondió pronto el Liverpool con un gol de Van Dijk de cabeza, dándole al Arsenal de su propia medicina con el balón parado... hasta que los de Arteta respondieron en su faceta favorita: jugadas de estrategia. Ahí centró Rice, milimétrico, y remató Mikel Merino de cabeza para marcar su primer gol como futbolista gunner.

En la segunda mitad comenzaron los problemas físicos. Cayó Gabriel y cayó Timber. Otro indiscutible como Saliba no estaba disponible por sanción -tampoco Odegaard por lesión-, así que Arteta tuvo que acabar el partido con una línea formada por Partey de lateral derecho, White y Kiwior de centrales y el joven Lewis-Skelly de lateral izquierdo.

"El marcador debería haber sido mayor y sin encajar nada, concedimos dos goles. Estoy muy decepcionado por no haber ganado el partido de hoy. Solo dos cosas que no hicimos bien", reconoció Arteta al término del partido.