PREMIER LEAGUE

El año de confirmación de Mateo Joseph que acaba en una promesa cumplida con Dean Huijsen y un ascenso a la Premier League

El delantero cántabro jugará en la Premier tras el matemático ascenso del Leeds. Se enfrentará a Huijsen, con el que le une una estrecha relación llena de piques y vaciles.

Mateo Joseph celebra con champán el ascenso a Premier League. /INSTAGRAM
Mateo Joseph celebra con champán el ascenso a Premier League. INSTAGRAM
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Mateo Joseph se ha pasado toda la vida persiguiendo una idea: la de llegar a lo más alto, aunque para ello tuviera que cruzar el mar, dejar su tierra, separarse de su familia y plantar sus raíces en un país que, aunque lejano, siempre tuvo algo de suyo. Y ahora, con solo 21 años, lo ha conseguido. El delantero nacido en Escobedo (Cantabria) en 2003, acaba de ver cumplido uno de los grandes sueños de su vida: jugar en la Premier League con el Leeds United.

El conjunto inglés, que peleaba por el ascenso directo desde el inicio de temporada, certificó esta semana su regreso a la máxima categoría del fútbol británico. Y con ello, la confirmación de que el año que viene Mateo Joseph competirá en la liga más exigente del mundo. Una liga que lleva años mirando desde niño por la televisión, que ha imaginado tantas veces en su cabeza y que ahora ya no es un sueño, sino una realidad que se toca con los tacos de las botas.

Pero para llegar hasta aquí, el delantero ha tenido que recorrer un camino largo y muchas veces solitario. Desde que era pequeño mostró una relación especial con el balón. Pasó por la cantera del Racing de Santander, donde empezaron a pulirse las virtudes de un delantero centro técnico, rápido y con un olfato natural para el gol. Sin embargo, su historia no iba a seguir el guion tradicional del joven talento español que se hace en casa. Mateo Joseph y su familia decidieron mirar hacia Inglaterra, un país donde la conexión iba más allá del fútbol.

Su padre, con raíces en Antigua y Barbuda, antigua colonia británica, facilitó el aterrizaje en un entorno que no era del todo nuevo para la familia. Allí, en Leeds, encontró una ciudad con una afición caliente, apasionada, que aprieta en los momentos duros pero nunca señala. Un entorno perfecto para moldear el carácter de un joven que, lejos de casa y de su padre (quien sigue viviendo en Escobedo, al frente de su escuela de fútbol), tuvo que madurar más rápido que muchos otros chicos de su edad.

La 2024-25 no ha sido una temporada cualquiera para el cántabro. El Leeds partía con el objetivo de regresar a la Premier, y lo ha conseguido con varias jornadas de antelación. Sin embargo, el curso ha sido exigente en lo anímico para el delantero cántabro. No ha sido titular indiscutible, y ha tenido que pelear cada minuto en un ataque muy competitivo. Pero cuando ha jugado, ha respondido. Ha marcado, ha asistido y ha dejado claro que, aunque joven, está listo para asumir retos mayores.

Pese a las ofertas recibidas el pasado verano y en el mercado de invierno, Mateo Joseph optó por la lealtad, por el compromiso con el proyecto que lo ayudó a crecer. Un gesto que en el club no ha pasado desapercibido, ni entre los compañeros ni entre los aficionados, que ya lo sienten como uno de los suyos.

Su explosión en la Selección

Pero si algo ha marcado un antes y un después en la temporada de Mateo Joseph ha sido su continuidad en la Selección Española. Después de ser habitual en las convocatorias juveniles de Inglaterra, optó por representar a España. Una decisión emocional, pensada y sentida. "Siempre soñé con jugar con España", confesó en Relevo. Y cuando se presentó la oportunidad, no lo dudó. Se integró a la Selección Sub-21 de Santi Denia con humildad, sabiendo que delante tenía a un delantero que estaba rompiéndola: Samu Aghehowa.

Mateo empezó como suplente, pero su momento llegó. Con el salto de Samu a la absoluta, donde ya suma varias convocatorias consecutivas con Luis de la Fuente, el cántabro tomó el relevo como '9' titular de la Sub-21. Sus goles, su entrega y su actitud lo han convertido en un fijo para Santi Denia, que lo considera una pieza clave para el Europeo Sub-21 que se celebrará este verano.

Dentro del grupo ha caído de pie. Tanto, que ya le han puesto mote: 'Bob', por su estilo inglés, su acento y esa dualidad cultural que lo acompaña desde pequeño. En el vestuario lo ven como uno más, aunque no haya crecido junto a ellos. Ha sabido ganarse el respeto desde el esfuerzo, sin levantar la voz, dejando que hable el balón.

La promesa a Dean Huijsen que cumple meses después

Entre todos sus compañeros en la Sub-21, hay uno con quien ha forjado una relación especial: Dean Huijsen, central del Bournemouth. Este año, Huijsen dio el salto a la absoluta por la lesión de Íñigo Martínez y dejó huella en sus primeros minutos como internacional. Con él compartió bromas ("oh, el MVP del Leeds", vacila el central al delantero) y confidencias. Y también una promesa: "Ese es el objetivo. Pero bueno, poco a poco, que es muy largo el año y luego la temporada que viene ya pensaremos en meterle goles a este [Huijsen]". Así bromearon ambos en Relevo. La temporada que viene, el duelo está garantizado.

Huijsen ya está en la élite. Mateo acaba de llegar. Pero ambos han caminado de la mano durante este año y representan una nueva generación de futbolistas que no entienden de fronteras, pero sí de identidad. De chicos que juegan por lo que sienten, no por lo que marca un pasaporte.

Leeds, hogar lejos de casa

Mateo Joseph vive en Leeds con su madre, con quien ha compartido los momentos más duros y también los más bonitos. Su padre, en Cantabria, sigue apoyando desde la distancia, dirigiendo su escuela de fútbol y soñando con el día en que podrá ver a su hijo marcar en Old Trafford o en Anfield. La separación no ha sido fácil, y a veces pesa. Pero el delantero tiene claro que esto va más allá del fútbol: es un proyecto de vida.

Y esa vida, ahora, lo sitúa en la Premier League. En el escaparate más grande del mundo. Con España esperando en el horizonte del verano, con Leeds como base de operaciones y Escobedo como combustible emocional. Mateo Joseph no ha hecho más que empezar. Pero el chico que salió de Cantabria para buscar su lugar en el mundo ya puede decir que lo ha encontrado. Y ahora, con la mirada en alto, está listo para conquistar lo que siempre soñó.