El 'efecto Cucurella' cambia los pasos de un Chelsea en reconstrucción
El lateral izquierdo de España en la Euro 2024 apunta a ser clave en el Chelsea de Maresca.

A veces los logros inesperados dejan en el paladar un mejor sabor más duradero. Lo de Marc Cucurella ha pasado por muchos puntos. La esperanza de los primeros días de carrera, a bordo de la siempre prolífica cantera del Barça. La duda, tras tener que salir del equipo culé al no contar con oportunidades. La resiliencia, con una vuelta fulgurante a la acción en el Brighton y en el Getafe. Y, por último, la gloria, a bordo de una Selección imparable, que fue una sorpresa en sí misma y que, de la mano de hombres como el catalán, ha conquistado la Eurocopa 2024.
En el Chelsea estarán ya pensando cómo aprovechar las virtudes mostradas por el jugador español, que claramente ha evidenciado su potencial, a pesar de que en Londres le costó ganarse la confianza. A pesar de haber sido una gran apuesta de los 'Blues' (pagaron 65 millones de euros al Brighton por su fichaje), el lateral sólo consiguió brillar en el último tramo de la campaña 23/24, encadenando buenos partidos en defensa y siendo uno de los favoritos de Pochettino, pues acabó jugando cerca de 2300 minutos en 26 partidos con la elástica del Chelsea.
Y, a pesar de todo, la salida del argentino del banquillo puede provocar el nuevo reto de convencer a Enzo Maresca, el nuevo jefe de la pizarra del equipo. Una nueva traba en el camino que la Eurocopa puede aligerar, pues cabe en la idea del técnico italiano y su rol con España puede haber sido un argumento más que notable para hacerse con los galones necesarios para tener oportunidades bajo sus órdenes. Aprovechar ese perfil izquierdo y hacer de él un baluarte de ida y vuelta puede pasar por una de las claves del Chelsea para reconstruir sus aspiraciones para la nueva temporada 24/25 en la Premier League.
"Maresca me escribió hace un par de días. Las sensaciones son muy buenas y parecía emocionado. Espero con ansias poder incorporarme"
Jugador del ChelseaLo que sí parece haber provocado la Euro 2024 de Cucurella es el interés de muchos en la calidad del lateral, aunque sacarlo de Stamford Bridge no será fácil, ni siquiera económicamente, con contrato hasta 2028 y la sensación de que, a priori, el exjugador del Sevilla y hoy entrenador del equipo londinense querrá tener entre las claves de su equipo a uno de los grandes nombres de la España campeona de la Eurocopa este verano, a pesar del fichaje de Renato Veiga, que puede jugar en su posición, o la marcada competencia de su compañero Ben Chilwell.
España le abre de nuevo el camino
Las virtudes de Cucurella parecen haber florecido en torno a la Selección española, pero más bien parece que lo que ha existido es una mayor percepción de lo que ha ido puliendo en todos estos años, como lateral zurdo, como carrilero o como central en línea de tres. Un compendio de experiencias que acaban por conformar un estilo, una capacidad de lectura de juego y una serie de virtudes que encaminaron al lateral a ser el elegido por De la Fuente para encargarse de la banda izquierda de España, vigilando la espalda de Nico Williams y asegurando ese perfil.
"Daré lo mejor de mí: en la izquierda, en la derecha o donde sea", comentaba el lateral zurdo antes del partido ante Francia. En ese momento, la duda estaba en la derecha, pero incluso había voces que comentaban la idoneidad de cambiar al catalán de banda para favorecer que su buen momento pudiera ayudar ante Mbappé. Simplemente esa consideración parece hablar a las claras del cambio de mentalidad con respecto a Cucurella y su valor dentro de esta Selección. Se sabía de la capacidad del lateral a nivel ofensivo, pero la duda estaba en su viabilidad para la defensa, en una línea de cuatro como la de España, y habiendo vuelto a la selección en marzo de 2024, tras un periodo de casi tres años en blanco con España.
El reto del esfuerzo y el amparo de la casualidad
Con el horizonte más despejado de lo que parecía antes de la convocatoria de Luis de la Fuente, Cucurella encara una temporada con el ánimo renovado y el palmarés engordado. Las cuatro Eurocopas de España ya llevan un sello indeleble por parte de una generación de jugadores acostumbrados a tener que convencer. Fabián Ruiz, Morata, Dani Olmo, Laporte o Unai Simón han vivido claramente condicionados por las dudas y por las críticas, en un contexto que les ha empujado, como a Cucurella, a demostrar más que al resto.
Y, a la vez, este verano nos enseña que todo es fruto de una casualidad extraña. Cucurella ha tenido la oportunidad de brillar tras la lesión de Gayà y Balde. Incluso la previsión parecía señalar la suplencia del catalán en favor de una de las grandes estrellas del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, Alejandro Grimaldo. Y a pesar de todas esas variables, lo que queda es una extraordinaria exhibición futbolística que ha cambiado la percepción de un lateral que ha luchado cada día por llegar a ser lo que todos ya parecían dudar.