Emery cambia la cara al Aston Villa

Primer partido... y la primera del año. Unai Emery está cambiando al Aston Villa. Comenzó el proceso en 2022 y lo sigue confirmando en 2023, tan pronto como ha tenido ocasión. El conjunto villano sigue escalando posiciones en la tabla de forma contundente: ya ha vencido al Manchester United, al Brighton y al Tottenham (0-2), este último en White Hart Lane, en el partido que abría la Premier League en el Año Nuevo.

Las señas de identidad comienzan a ser muy explícitas: un once que se repite (a excepción de piezas como Dibu Martínez, que no se ha reincorporado), un esquema reconocible para su entrenador (4-4-2 con dos puntas claros) y una competitividad tan característica de Emery, que le ha dado al Aston Villa herramientas para crecer. Todo esto teniendo en cuenta que viene un mercado invernal donde podrán reforzarse.

Gracias a su victoria contra el Tottenham, Unai Emery es el primer entrenador del Aston Villa que gana sus dos primeros partidos fuera de casa de Premier League desde 1998, cuando lo hizo John Gregory. De los cuatro encuentros de liga que ha dirigido, tres los cuenta por victorias (sólo perdió ante el Liverpool en el Boxing Day).

Con un rendimiento excepcional de Douglas Luiz o Kamara en el centro del campo, los villanos encontraron los goles en la segunda mitad. Primero, aprovechando un error de Lloris: el francés no atajó un disparo lejano, Watkins aprovechó el rebote y asistió a Buendía para marcar el 0-1. Más tarde, Douglas Luiz dejó uno de los detalles del partido tras controlar un pase entre líneas y rematar con el exterior en un gesto de muchísima calidad.

El Tottenham, por su parte, sigue en clara cuesta abajo: cuatro derrotas y un empate en sus últimos siete partidos. Antonio Conte tenía muchas bajas en el frente de ataque -Richarlison, Lucas Moura o Kulusevski fueron baja- lo que provocó la inusual imagen de ver a Bryan Gil como titular, pero la imagen de los Spurs distó mucho de ser la ideal. Por si fuera poco, llevan al menos siete partidos recibiendo dos goles, una estadística con la que ni Conte ni cualquier otro equipo puede convivir si quiere pelear por las posiciones europeas. Mucho trabajo por delante.