La estrella Mudryk se apaga

El Chelsea solventó su papeleta pasando a la siguiente ronda de los cuartos de final de la Champions League. No era una tarea fácil. Tenían que remontar al Borussia Dortmund ante sus aficionados, que por fin explotaron de júbilo y de felicidad tras un temporada que no llega ni al aprobado en estos momentos. No obstante, en el cuadro londinense sigue siendo llamativa la desaparición de Mudryk.

El futbolista llegó en el mercado invernal al equipo 'blue' como una de las futuras joyas a seguir en el fútbol internacional. El nuevo mandatario, Todd Boehly, desembolsó por el ucraniano casi 100 millones de euros (70 más 30 en variables). Una cifra que solo fue superada por el fichaje de última hora de Enzo Fernández por 120.

El ex del Shakhtar Donetsk ha ido perdiendo peso en el equipo desde su llegada. El mediapunta apenas juega, una cosa que viene siendo la tónica habitual de las últimas semanas. Y eso que el joven de 22 años brilló en su debut frente al Liverpool pese a que su equipo no pudo conseguir la victoria.

Después de vestir por primera vez la elástica del Chelsea y de levantar grandes expectativas, las sensaciones en su estancia en la capital inglesa no están siendo como él esperaba y su papel se ha vuelto testimonial. Ha pasado de ser titular a apenas contar para Graham Potter. En el último partido en la Premier ante el Tottenham jugó tan solo siete minutos.

Los números son muy pobres y no acompañan. Desde que se unió a las filas del club aún no ha disputado un partido entero. En su casa, Stamford Bridge, tan solo ha jugado dos choques y no ha podido encontrar su mejor fútbol. En este último choque en Liga de Campeones tocó fondo cuando ni siquiera saltó al campo para ayudar a sus compañeros.

"Tal vez el chico no está listo, o el sistema no le queda bien y quiere jugar en una posición diferente, no lo sé. Es por eso que dije que sentía que algunos propietarios solo gastan dinero porque tienen dinero para gastar y ni siquiera saben si los jugadores se adaptarán al equipo", dijo William Gallas al ser preguntado por las fuertes inversiones del Chelsea.

Por desgracia, para Mudryk, su estancia en el banquillo está siendo su hábitat natural de las últimas semanas. En el último partido frente al Leeds United ni siquiera se le vio por el verde. En el partido de vuelta frente al Borussia Dortmund era el favorito para cubrir la banda izquierda en el ataque del Chelsea, como ya ocurrió en la ida. Sin embargo, desde que su entrenador cambió de sistema, pasando a jugar con cuatro a tres defensas, el ucraniano es el más damnificado.

Sus registros individuales no son para tirar cohetes. Cero goles y cero asistencias en los seis partidos en los que ha estado presente. De hecho, algunos exjugadores del Chelsea cuestionan si vale o no para el equipo: "Es un jugador de 100 millones sentado en el banquillo, lo que demuestra que no es un futbolista para Potter. Si fuera un jugador que habría pedido a la directiva, estaría en el césped", explicó en 'Sky Sports' el ex jugador Paul Merson.

El cambio de la liga ucraniana a la inglesa es un salto evidente. El futbolista pese a que cayó de pie no anda cómodo. Su seleccionador ha explicado que su ausencia se debe a que necesita tiempo para adaptarse al equipo, ya que viene de un país donde el campeonato doméstico estuvo parado por el "descanso invernal".

Otra de las causas por la que su participación ha ido decreciendo es el hecho de haber incorporado tantos jugadores en el último año puede que afecten a la química del equipo. La experiencia también hace huella sobre todo en un país donde los equipos buscan a jugadores con una amplia experiencia en el fútbol profesional para reforzar sus plantillas.

En los últimos meses se revalorizó su valor en el mercado y estuvo muy cotizado. El Arsenal estuvo pendiente de él constantemente pero finalmente su equipo vecino se lo arrebató. Al comprarlo por un precio más desorbitado, la presión le ha podido pasar factura. Por ello, puede que la mejor arma para el futbolista sea el tiempo para poder ser el que deslumbró a Europa.