Iraola prolonga su condición de invicto, no hay quien frene al Forest y Strand Larsen hurga en la herida del Tottenham

Un gol de Ouattara en el minuto 89, ágil en la definición tras un rechace dentro del área, dio un punto al Bournemouth de Andoni Iraola, que retuvo su sexta plaza de la clasificación con un empate frente al Fulham, que se queda octavo (2-2).

Raúl Jiménez adelantó primero al Fulham. Su cabezazo en el minuto 40 batió a Kepa para dar ventaja al conjunto local. Solo, en su incursión, manejó los tiempos a la perfección para su testarazo, demasiado solitario y cruzado adentro de la portería del guardameta español, que después sí le ganó la partida al ariete mexicano, ya con el 1-1 en el marcador.

Porque el Bournemouth igualó en el inicio de la segunda parte, con un remate acrobático de Evanilson. El brasileño rompió con una racha de siete encuentros sin marcar.

Ya en el minuto 72, otro cabezazo de Harry Wilson estableció el 2-1 para el Fulham, que tampoco derribó así al Bournemouth, invencible en sus últimos siete encuentros en esta competición tras el 2-2 de Ouattara.

Una nueva sobresaliente actuación de Morgan Gibbs-White que completó la hoja de servicios del choque en Goodison Park con la participación determinante del primer gol y la firma del segundo, llevó al triunfo ante el Everton (0-2) al Nottingham Forest que ya está en lo alto de la clasificación de la Premier, solo por detrás del líder, el Liverpool.

El final del 2024 para el conjunto de Nuno Espirito Santo es de ensueño. De luchar como el curso pasado, cuando ascendió, por la permanencia, a sentarse en la mesa de los poderosos de Inglaterra en lo que va de ejercicio. Su papel va más allá de un simple equipo revelación.

El momento de juego de Gibbs-White se refleja en el equipo. El Nottingham sumó en esta decimonovena jornada su quinto triunfo seguido y ya es segundo tras superar a los toffees que llevaban tres empates seguidos y que siguen metidos en la carrera por la salvación.

Pero le faltaron argumentos al Everton para enmendar un partido que tomó forma para el Nottingham al cuarto de hora, cuando un gran pase, lejano, medido y preciso, desde su campo, de Gibbs White fue aprovechadro por Chris Wood que batió a Jordan Pickford tras una pared en el área con Anthony Elanga.

El segundo, que sentenció el choque, llegó en el 61'. Cuando una indecisión en la defensa local fue aprovechada por Chris Wood, que envió un pase a Gibbs-White, que vio la jugada con antelación, llegó al área y anotó el gol que redondeó un nuevo éxito del Nottingham Forest, acomodado ya en la zona de Champions League.

Con un tanto de Jørgen Strand Larsen en el minuto 87, el Wolverhampton arrancó un empate (2-2) en su visita al estadio del Tottenham y agudizó el bache del conjunto londinense, que sólo ha ganado uno de los últimos siete partidos que ha disputado en la Premier League.

No levanta cabeza el equipo dirigido por Ange Postecoglou. Cada fin de semana es una incógnita para el Tottenham, que sigue mermado en defensa por las ausencias de Cristian Romero, Micky van de Ven y Ben Davies, todos lesionados. Aun así, los Wolves, que pelean por no perder la categoría, eran un rival propicio para emerger de sus últimos malos resultados y terminar bien 2024.

Los hombres de Postecoglou comenzaron mal el encuentro, con un tanto de Hwang Hee-Chan, que abrió el marcador a los siete minutos gracias a un gran disparo desde fuera del área. El Tottenham se repuso pronto y al filo del cuarto de hora el uruguayo Rodrigo Bentancur, de cabeza tras un pase de Pedro Porro, estableció el empate.

El conjunto londinense, mucho mejor en la primera parte, pudo marcharse al descanso con una victoria más amplia si Son Heung-min no hubiese fallado un penalti al filo del descanso.

Sí acertó Brennan Johnson en el tiempo añadido, pero fue insuficiente: a tres minutos del final, Larsen, de cabeza, selló el empate para el Wolverhampton y amargó el final de la primera vuelta al Tottenham, en tierra de nadie, a seis puntos de Europa y con muy malas sensaciones de cara a la segunda parte de la competición.

El Southampton desperdició la oportunidad de generar dudas en un rival directo por la salvación y perdió 2-1 ante el Crystal Palace, que hundió y dejó casi desahuciado al equipo de Ivan Juric en la última posición de la tabla con sólo seis puntos al finalizar la primera vuelta.

Ese es el bagaje total del Southampton, media docena de unidades de 57 posibles. Con esas estadísticas, salvo milagro, está destinado a terminar la temporada en una de las posiciones destinadas a bajar a la Championship. Y, este domingo, el beneficiado fue el Crystal Palace, que necesitaba ganar para darse un respiro y finalizar el año con buen pie.

De hecho, no ganar al Southampton habría dejado al Crystal Palace con una renta de solo tres puntos por encima del descenso. Sin embargo, aunque con cierta incertidumbre, no desaprovechó su oportunidad y superó al equipo más débil de toda la Premier League.

Tuvo que remontar un tanto de Tyler Dibling, que abrió el marcador al cuarto de hora con un remate a puerta vacía tras un centro de Adam Armstrong. La alegría del Southampton apenas duró quince minutos, los que tardó Trevoh Chalobah en firmar el empate con un certero cabezazo que colocó los cimientos de la victoria de su equipo.

El Southampton terminó de hincar la rodilla al inicio de la segunda parte, cuando Eberechi Eze se sacó un gran gol de la chistera: desde fuera del área armó un buen disparo ajustado a un palo y consiguió los tres puntos para el Crystal Palace, que tomará aire de cara a 2025, año en el que tendrá que pelear por no perder la categoría. El Southampton, mientras, rezará por su supervivencia. Necesita un milagro.