Viví dos partidos que explican lo que después fue el Liverpool de Klopp y ninguno fue una victoria
Sin que nadie se lo esperase, en medio de la temporada y con un vídeo, pero directo al corazón: "Me estoy quedando sin energías", ha dicho Jürgen Klopp para explicar que se va a ir del Liverpool cuando acabe esta temporada. La decisión de marcharse la había tomado hace más tiempo -en noviembre se lo comunicó al club- pero no ha sido hasta ahora, con el equipo vivo en cuatro competiciones y liderando la Premier League con ventaja respecto a todos sus mayores rivales, cuando ha tenido la fuerza y valentía de dirigirse a su afición. Porque es aquí donde viene lo importante: ¿Quién es Klopp para el Liverpool?
Klopp ha sido la persona más importante del Liverpool que muchos conocen. En algunos momentos, en casi todos incluso, Klopp ha sido el Liverpool. Ha sido la figura sobre la que ha rotado el proyecto red. Mientras otros equipos tenían futbolistas que lideraban, mientras que ha habido clubes que se construían en función de los fichajes sobre el campo, el Liverpool se edificó alrededor de su entrenador. Nadie ha sido más importante que él.
Su primer aviso ante las cámaras del club ya fue claro: "Hay que convertir a los incrédulos en creyentes", dijo cuando firmó en 2015 con el equipo a mitad de tabla, fuera de la Champions y con varios años de sequía en títulos. El Liverpool necesitaba un referente y Anfield buscaba un líder en el que creer: y entonces llegó Jürgen Klopp, un entrenador enérgico que iba a sentir la atmósfera de uno de los mejores rincones del fútbol.
Hay dos momentos muy llamativos que recuerdo de sus primeros meses en el club que sirven para explicar lo que vino poco después. Para explicar la explosión posterior. Los recuerdo, en parte, porque estuve allí. Y ninguno de los dos son victorias.
El primero, ya convertido en meme por todos los rivales, fue cuando un gol de Origi en el 95' sirvió para que el Liverpool lograra un 2-2 contra el West Brom en Anfield. Aquella noche, empatando en casa y en la 9ª posición de liga, Klopp cogió a sus futbolistas para que no se marcharan al vestuario y fueran de la mano a agradecérselo al fondo mítico del estadio, The Kop. No es casualidad que la comunión que se ha generado entre los aficionados y el equipo, con Klopp como vínculo, haya sido el mayor motor de estos años. El segundo sucedió poco después, en Wembley, al caer contra el Manchester City en la final de la Copa de la Liga. Lo recuerdo por su declaración posterior, por el valor de esas palabras, por lo que estaba a punto de suceder: "Uno tiene que sentirlo mucho cuando pierde. Es importante. porque nada es fácil. No puedes decir que no te importa". Y vaya sí importó.
Luego vinieron remontadas europeas, luego llegaron fichajes que cambiaron los resultados, luego se completaron temporadas sobresalientes, títulos nacionales y títulos europeos, incluso subcampeonatos históricos frente al City de Guardiola, la mayor rivalidad que hemos conocido en una década. En una mesa de negociación, las únicas cartas ya no eran "vas a jugar en Anfield, vas a sentir lo que es el Liverpool". También podía decirse otra cosa: "Te va a entrenar Klopp". El Liverpool volvió a convivir con la élite como hacía años que no lo conseguía. De repente, todo era posible aunque fuera muy improbable, como remontar una eliminatoria contra el Borussia Dortmund en el descuento, ganar un título de liga con 99 puntos, estar 18 partidos seguidos ganando en la Premier o darle la vuelta a tres goles de desventaja al Barcelona. Lo vio todo el mundo: algo pasaba en Anfield.
Klopp avisa de que se va cuando hay margen de sobra para buscar un reemplazo y con cuatro trofeos por los que pelear hasta el último día. A ver ahora, en esta situación, quién no se imagina al Liverpool luchando cada segundo por el mejor final feliz. Lo que hace unos meses empezó con Mané o Firmino y continuó con Fabinho o Henderson, además de con otros movimientos en los despachos como Michael Edwards, está a punto de cerrarse con la cada vez más próxima salida de Salah y la ya confirmada de Klopp.
¿Qué es lo que se encontró Klopp cuando llegó al Liverpool y qué es lo que tiene el Liverpool ahora que se va Klopp? Pues mira, aquí tenemos una buena definición de lo que es un legado. Se autodenominó como "The Normal One" en su presentación, aunque lo de estos nueve años no ha sido muy normal. Que le pregunten a cualquiera del Liverpool.