Memes, goles en propia puerta y canciones sobre la cabeza de Harry Maguire: "Nunca he visto que se trate igual a un jugador"

Harry Maguire ha sido muchas cosas en poco tiempo, pero sobre todo el defensa más caro del mundo durante varios años. El Manchester United pagó 85 millones en el 2019 y así superó a Virgil van Dijk en el primer puesto, ya obsoleto, después del traspaso de Gvardiol. Cuatro temporadas más tarde, tras ser capitán, perder el brazalete y luego hasta la titularidad, protagonista de memes y de críticas, Maguire sigue en la plantilla de los diablos rojos -estuvo a punto de ser vendido al West Ham este verano- y también en la selección inglesa, a pesar de casi no tener minutos con Ten Hag.

¿Qué ha salido mal en todo este tiempo? ¿Por qué Maguire cuajó un excelente Mundial 2018 como futbolista del Leicester City y luego se diluyó en Old Trafford? Si sus inicios con Solskjaer fueron ilusionantes -indiscutible durante dos temporadas hasta que una lesión antes de la final de la Europa League le impidió jugar contra el Villarreal en 2021-, la posterior llegada de Ragninck y, sobre todo, Ten Hag, cortaron de lleno con su presencia en las alineaciones titulares. Por el camino, antes, eso sí, una muestra de respeto y de personalidad en el vestuario: fue nombrado capitán del Manchester United a pesar de sólo llevar unos meses en la plantilla. El brazalete lo llevó durante tres años, aunque durante la temporada 2022/23 se convirtió en un obstáculo para sus propios intereses. En más de una ocasión, las críticas aparecieron dentro del vestuario, con algunos pesos pesados cuestionando su liderazgo y resaltando sus errores. Algunos no comprendían su constante presencia en los onces y los suplentes habituales, resignados, se preguntaban que más hacía falta para jugar.

Un dato rápido, sencillo y visual que no necesita demasiada explicación: sus últimos dos goles oficiales han sido para el Sevilla y para Escocia. El segundo de ellos, este mismo martes. Maguire fue suplente en el amistoso contra los escoceses, entró en el descanso sustituyendo a Guehi y apenas unos minutos más tarde desvió un centro lateral y metió un gol en propia puerta, sorprendiendo a Ramsdale.

El foco volvió a ponerse sobre su figura. La cuenta oficial de la selección inglesa ni siquiera quiso mencionar su nombre en el mensaje que avisaba del gol rival: "Escocia recorta distancias", sin dar más explicaciones, con la intención de evitar el escarnio. Su simple convocatoria con Southgate ya generó polémica. En cuatro jornadas de la Premier League sólo ha disputado 23 minutos, todos en el tramo final de la derrota contra el Arsenal por 3-1, cuando concedieron dos goles en el tiempo de descuento.

En los planes de Ten Hag, Maguire ha caído hasta ser el cuarto central por detrás de Lisandro Martínez, Varane, Lindelof y a veces incluso Shaw, que se readaptó al centro de la zaga por necesidades del guion. Por si fuera poco, el estilo de juego del técnico neerlandés exponía aún más las carencias de Maguire: errores, tarjetas evitables, mal posicionamiento y lentitud evidente en los duelos a campo abierto.

Como es tan habitual en la cultura del fútbol inglés, Maguire no podía no tener una canción propia. Demasiados recuerdos asociados a su figura. Y la melodía escogida fue la de "La Bamba". En su etapa en el Leicester, la hinchada de los foxes se inventó la letra: "Harry Maguire bebe vodka, bebe jagger y su cabeza es jodidamente grande". Años más tarde, cuando llegó al Manchester United, cambiaron alguna frase: "Harry Maguire jodió al Leicester por Manchester y su cabeza es jodidamente grande".

Y todo esto por no hablar de los cientos de vídeos que existen en YouTube y más plataformas con compilaciones de sus errores y sus peores jugadas. El que durante unos años fue el central más caro del mundo es hoy una diana de críticas.