LEAGUE TWO

El presidente del Crawley Town, del mundo 'crypto', echa al entrenador y se pone al mando del equipo

Preston Johnson ya ha despedido a tres entrenadores este curso.

El estadio del Crawley Town, de cuarta división./GETTY
El estadio del Crawley Town, de cuarta división. GETTY
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El empresario americano Preston Johnson, del mundo de las criptomonedas, compró el Crawley Town, de la cuarta división inglesa, en verano. Era su primera experiencia en el mundo del fútbol. Desde entonces, ha dotado de poder a los propietarios de criptomonedas del club en materia de fichajes, han desfilado tres entrenadores y están cerca de zona de descenso. ¿La solución? Ha decidido coger el toro por los cuernos y sentarse en el banquillo.

"Tras media temporada con resultados inaceptables, está claro que necesitamos cambios significativos, tanto dentro como fuera de la cancha", comentaba Johnson, copropietario de WAGMI -la empresa de criptomonedas- en el comunicado en que anunciaba la decisión. "Por este motivo he decidido volar al Reino Unido y tomar partido durante estos momentos clave", añadía. Capitán America al rescate: Johnson estará de interino durante los siguientes dos partidos para preparar el terreno de cara al mercado de fichajes.

Nada más aterrizar, Johnson echó al entrenador John Yems, que estuvo durante varias campañas al frente del Crawley Town. Su primera decisión fue apostar Kevin Betsy, con pasado en las categorías inferiores de la selección inglesa y el Arsenal. Durante el verano, según cuentan personas con relaciones con la dirección deportiva del club, el club tenía la premisa de fichar futbolistas del talento de League One, tercera división, para disputar League Two, la cuarta. Lograron las cesiones de futbolistas de clubes como el Liverpool, el Brighton o el Aston Villa.

'Cryptobros' al rescate

Betsy contó con la ayuda de profesionales procedentes del mundo de las criptomonedas para mejorar el club. Entre las propuestas, que entre abonados y propietarios de NFT pudieran elegir qué posiciones reforzar en la plantilla. Betsy, que proponía un juego atractivo, duró poco más de tres meses. Le sucedió Lewis Young, que no alcanzó los 50 días en el cargo. El último fue Etherington, con pasado como futbolista en la Premier League. Duró tres partidos.

Uno de los objetivos del Johnson es intentar escrutar durante los siguientes días qué piezas necesita el equipo para realzar el vuelo. En las últimas horas, de hecho, el Crawley Town ha vendido a su delantero titular, Tom Nichols, al Gillingham, ahora mismo competidor directo por la salvación.

WAGMI invirtió en nuevos sistemas de ojeadores, hizo pretemporada en España (por primera vez en su historia fuera de sus fronteras) y creó un filial. La ambición también les llevó a confeccionar una plantilla con aspiraciones de League One. Tres entrenadores después, el mismo propietario se pondrá al cargo del equipo. Las siglas WAGMI significan We're all gonna make it (lo lograremos). De momento, parecen lejos de conseguirlo.