Una carrera de castigo y otros trucos de Ten Hag para devolver la gloria al United 1.400 millones después

El Manchester United no dejó escapar la primera oportunidad que tuvo en su mano y con una goleada que deja muy tocado al Chelsea, amarró la última plaza en la Premier para la próxima edición de la Champions League. Los diablos rojos golearon al conjunto de Stamford Bridge (4-1) en una exhibición de Casemiro que devuelve a los mancunians a la máxima competición europea tras una temporada en el purgatorio de la Europa League.

La victoria ante los 'blues' supone la confirmación del proyecto de Erik ten Hag, que ha sido el encargado de devolver al United al lugar que por tradición e historia le pertenece. El técnico fue el hombre elegido para intentar reflotar al equipo. Y de momento lo ha conseguido con una clasificación para la Champions, con la consecución de la Carabao Cup y con la final de la FA Cup que se disputa en Wembley el próximo 3 de junio.

Un balance inmejorable para su primera temporada y que ha insuflado optimismo en un club que trata de levantarse tras una década con más fracasos que éxitos. Sin embargo, el técnico neerlandés no da por terminado el trabajo. Ni mucho menos. "Estamos de vuelta en la Champions y creo que es un paso importante para nosotros, pero todavía no estamos donde queremos estar", aseguraba el ex del Ajax.

No lo ha tenido fácil Ten Hag para devolver al United parte del prestigio perdido. El comienzo de temporada con una derrota por 4-0 ante el Brentford en la segunda jornada aventuraba una nueva tormenta en Old Trafford. Además, el rendimiento y los conflictos de Cristiano Ronaldo con el cuerpo técnico y sus compañeros no invitaban al optimismo. Todo apuntaba a un desastre como el que se vivió el curso anterior, cuando el United apenas sumó 58 puntos y terminó con seis derrotas consecutivas.

El astro portugués salió de Manchester para poner rumbo a Arabia y Ten Hag empezó a dar galones a Rashford para que asumiera el mando del United. Y la apuesta salió bien. Además, el técnico se ganó al grupo con sus planteamientos y con su cercanía, siendo uno más en la plantilla en los entrenamientos. De hecho, se ganó a gran parte del vestuario el día siguiente de la derrota contra el Brentford cuando salió a correr con ellos los 14 kilómetros que les puso como castigo por caer en el segundo partido de la temporada. Fue su primera gran muestra de liderazgo.

Una característica que ha resultado fundamental para levantar el vuelo del United. Pero no ha sido la única. Los resultados de Ten Hag son fruto de un trabajo minucioso y de una obsesión por la preparación física que ha dado sus frutos. El técnico vigila al detalle todo lo que comen sus jugadores y ha diseñado diferentes programas de acondicionamiento y fuerza para que sus futbolistas llegaran como un tiro al final de curso. A pesar de derrotas como el 6-1 ante el City o el 7-0 ante el Liverpool, los resultados terminaron llegando.

La llegada de Ten Hag supone un rayo de esperanza para un equipo que lleva una década sin encontrar el rumbo. Concretamente desde la salida de sir Alex Ferguson. El técnico escocés dejaba el club hace 10 años y sumía a la entidad en una época de penumbras por la que han pasado entrenadores como Louis Van Gaal, Mourinho o David Moyes. Ninguno consiguió devolver al United a glorias preteritas.

Tampoco lo consiguieron los Glazer con una inversión mayúscula que supera los 1.400 millones de libras en fichajes en 10 temporadas. Inversiones como los 90 millones de libras por Paul Pogba, los 90 por Lukaku o los 80 que el club desembolsó por Harry McGuire, que no dieron los frutos esperados. Algo que sí está consiguiendo el neerlandés.

Además, Ten Hag ha conseguido aislar al grupo de todo lo que sucede con la posible venta del club. El Grupo Raine, que está manejando la posible venta del club, continúa trabajando para lograr una resolución después de que la familia Glazer anunciara su intención de vender la propiedad del club, a la que aspiran Sir Jim Ratcliffe, propietario del grupo Ineos, y el jeque Jassim bin Hamad Al Thani. Un duelo que, de momento, no ha llegado al césped, donde los diablos rojos vuelven a sonreír como hacía tiempo que no lo hacían.