Mucho más que tres días de fiesta y 500.000 seguidores nuevos: así se ha forjado el fenómeno Grealish

Si en los últimos tres días has entrado en alguna red social, la que sea, no importa, es muy probable que hayas visto a Jack Grealish. Lo de cómo lo hayas visto ya es otra cosa: puede haber sido bailando, puede haber sido cantando, o quizás bajando del avión, pero seguro que ha sido bebiendo. La del inglés ha sido la imagen más buscada del Manchester City durante la celebración de la Champions League, que en realidad es la celebración de un triplete histórico por parte del equipo de Pep Guardiola.

En un equipo donde Haaland fue el fichaje más mediático y De Bruyne es la gran estrella, el vídeo más visto, en una celebración o no, casi siempre es el de Grealish.

El inglés ha ganado casi medio millón de seguidores en Instagram desde que levantó el título y sus vídeos han circulado por las redes como la espuma. El historial de fiestas de Grealish es de sobra conocido en los últimos años: comenzó siendo un adolescente efervescente del Aston Villa tirado en una calle de Tenerife y ha acabado con 72 horas de euforia con el Manchester City tras el título de Estambul. Sin embargo, cuando no hay un trofeo de por medio, cuando no sólo el alcohol aumenta el foco de sus contenidos, Grealish sigue liderando las tablas de máximo interés.

¿Qué tiene Grealish para llamar tanto la atención? Esta temporada, PUMA cerró un acuerdo con el futbolista para ser una de sus principales caras comerciales. Desde su fichaje por el Manchester City, la combinación entre su repercusión, juventud y personalidad ha sido un cañón en redes sociales. Llega a los más jóvenes, y a los no tanto; llega a los hombres y a las mujeres (según The Athletic, el 30% de sus seguidores son chicas); y tiene un carisma innato y no tan habitual en la élite.

Grealish es auténtico, conecta con todas las audiencias y se siente cómodo delante de las cámaras. En una época donde los influencers también son referentes, su engagement 2.0 es mayor que en otros deportistas. Sus características son un caramelo para cualquier marca... y para su propio club: es uno de los jugadores más demandados de la plantilla para realizar todas las activaciones comerciales a las que está comprometido el City. De hecho, sus vídeos en los perfiles del club de TikTok o IG se ven más que los de sus compañero. Uno de sus clips más virales sucedió durante el pasado Mundial, cuando realizó el baile que le prometió a Finley, el niño con parálisis cerebral que le había visitado unas semanas antes en la ciudad deportiva.

Medias bajadas enseñando los gemelos, una cinta de pelo icónica que los jóvenes imitan en las gradas... y ahora un rendimiento excelente, al contrario que en su primer curso en el City. "Ha sido el peor año de mi carrera", decía a sus allegados hace meses. El año más difícil, contaba, en referencia al primero tras salir del Aston Villa, donde se convirtió en capitán y referente ascendiendo al equipo desde Championship, y desde donde llegó a la selección para jugar la Eurocopa 2021. En aquella edición, aunque Grealish no era titular, era el más aclamado cuando salía a calentar.

Aunque su fichaje por 118 millones de euros levantó críticas (el City pagó una cláusula que tenía en su contrato) y no cuajó en sus primeros meses, este curso se ha resarcido siendo titular indiscutible por delante de Foden, Mahrez o Julián Álvarez.

La temporada ha finalizado con una Champions League y, posteriormente, con tres días seguidos de fiesta. En Estambul se celebró hasta que salió el sol -y se vio a Grealish sin quitarse la camiseta del partido después de toda la noche-, continuó en Ibiza con un vuelo privado que cogieron algunos jugadores para visitar Ushuaia y finalizó este lunes, en Mánchester, bajo el diluvio y con un protagonismo indiscutible de Grealish, que cerró con una foto ya eterna donde se le ve disfrutando de una tarde magnífica... y de una campaña excepcional, dejando atrás su peor año.