El Andorra de Gerard Piqué encuentra un aliado que le podría ceder su estadio... a 200 kilómetros de distancia

Sigue enquistado el caso del futuro campo del FC Andorra, que en verano deberá abandonar el Estadi Nacional para permitir que el rugby vuelva a la que históricamente ha sido su casa, por mucho que le pese a un Gerard Piqué, que, según se desprende de sus últimas declaraciones públicas como propietario de la entidad del Principado, se niega a irse de su actual estadio.

La solución que propone el Gobierno es que el FC Andorra se mude al campo que está construyendo la federación andorrana de fútbol (FAF) en Encamp, que se estrenará en junio y que será el único del país junto al Nacional con césped natural, condición indispensable para competir en Primera RFEF o Segunda División, que es donde jugará el club a partir del próximo verano.

Y, como ya explicamos en Relevo, desde el ejecutivo se estudia subvencionar al equipo de fútbol para que acepta esa opción, que ya fue declinada por Piqué. "No iremos a Encamp", verbalizó en rueda de prensa, el día que amenazó con abandonar el país. El exjugador del FC Barcelona no quiere "poner el Gobierno entre la espada y la pared", pero aseguró tener ofertas "para llevarse el club, la mayoría de Cataluña".

En relación con el conflicto con el ejecutivo del país, no existe aún una propuesta concreta por parte del Gobierno al FC Andorra, pues se están estudiando todos los escenarios posibles. Pero mientras tanto, al club tricolor se le ha abierto una puerta para jugar sus partidos como local en otro estadio, aunque está a 200 kilómetros de distancia. Se trata del campo de un Nàstic de Tarragona, cuyo presidente volvió a ofrecer al equipo de Piqué.

El ofrecimiento del Nàstic no es nuevo, pues en 2022, el club grana ya le permitió que inscribiera su campo como plan B al Estadi Nacional. Así lo explica a Relevo Lluís Fàbregas, que es el presidente de la entidad de Tarragona: "Es una norma de LaLiga. Cuando el Andorra sube necesita tener un campo alternativo por si pasa algo con el suyo. Tenemos buenas relaciones con el Andorra y antes de subir habíamos hablado con ellos sobre como funcionaba el tema de LaLiga, teníamos relaciones de proximidad. Y nos preguntan si podían poner nuestro estadio como alternativo. Claro, nosotros tenemos una concesión del campo, que es municipal. Les dijimos que sí, hablamos con el ayuntamiento y el consejo de administración para que pudiera autorizarlo, e hicimos la gestión para que pudieran contar con nuestro campo por si pasa… y si tenéis que jugar partidos, porque no tenían el campo arreglado, pues fijamos un tanto por cada partido con un mínimo garantizado y ciertas cláusulas. El ayuntamiento dio el visto bueno y así lo hicimos. No tuvieron que venir a jugar porque arreglaron el tema de su campo".

La predisposición del Nàstic para ceder su estadio como alternativo o como primera opción en el caso de que la entidad tricolor no llegase en verano a un acuerdo con el Gobierno del Principado sigue siendo absoluta, según manifiesta Fàbregas: "Totalmente, seguiríamos los mismos casos. El campo es municipal, tenemos una concesión a 50 años que firmamos el año pasado, y si se da un caso excepcional haríamos lo mismo. Hablaríamos con el ayuntamiento y si diera el ok haríamos un contrato con unos cánones. Y que viniese a jugar aquí el Andorra. Debería jugar fines de semana alternativos, compartiríamos mantenimiento… pero sí, sí, nos ponemos a su disposición".

De momento, este escenario está muy lejos y parece un tanto irreal, pues la lógica invita a pensar que si el FC Andorra no llega a un acuerdo con el órgano de Gobierno de su país, más que arrendar un estadio, lo que hará es trasladar toda su actividad a otro lugar, en España, tal y como manifestó Piqué: "No lo hemos valorado porque queremos llegar a un acuerdo, pero la licencia es propiedad del club y si es necesario buscaremos una solución".