FC BARCELONA

Un mensaje sorprendente de Laporta que señala al nuevo Sergi Roberto del Barça

Marc Casadó, canterano culé, será uno de los jugadores que hará la pretemporada con Hansi Flick tras un año espectacular en el filial.

Marc Casadó, en un partido con el Barça Atlètic./FC Barcelona
Marc Casadó, en un partido con el Barça Atlètic. FC Barcelona
Albert Blaya

Albert Blaya

En el equipo más joven de la historia de la Primera Federación, su capitán no lo es solo por edad, sino por vocación. Marc Casadó (2003) es de esos jugadores que lleva el liderazgo en la sangre, independientemente de la edad o el bagaje previo, su forma de competir es guiando al resto desde el ejemplo. Su magnífico curso en el filial le valió el sorprendente mensaje de Joan Laporta en Barça ONE, cuando el presidente dijo que "estamos muy pendientes de Casadó. Subirá al primer equipo", confirmando de esta forma el ascenso de un jugador que lo reúne todo para estar muchos años en el Barça.

La temporada de Marc Casadó ha estado marcada por dos hechos. El primero, por la impresionante juventud que lo rodea, convirtiendo al joven centrocampista de 21 años en un veterano prematuro, llevándolo a ser mentor y guía de quienes todavía son juveniles imberbes. "Es un gran líder. Siempre está pendiente de todo el mundo, ayuda y echa una mano a los chavales", explica gente del club. El segundo, por el paso de Héctor Fort al primer equipo, dejando sin ocupante la plaza de lateral derecho. Como hiciese Sergi Roberto con la marcha de Dani Alves, Casadó pasó a ser el lateral del equipo de Rafa Márquez en un movimiento que aupó el rendimiento del filial.

Un movimiento ganador que demuestra su polivalencia

En vez de jugar de lateral, el capitán lo sería solo para defender, haciendo gala de su enorme competitividad, sacrificio y capacidad para robar y hacer sentir incómodo a su par, mientras que, en posesión, Casadó sería mediocentro, acompañando a Marc Bernal en la base de la jugada, facilitándole la vida al de Berga y permitiendo que este pudiese descolgarse. De facto, Casadó es la brújula del equipo: solo los centrales dan más pases que él (64 por encuentro) y es el futbolista que más veces hace progresar al equipo hacia el último tercio (7,9 veces por partido). Partiendo como lateral, el filial ha ganado a un centrocampista extra que ha ordenado al resto.

Quienes le han entrenado ven en el canterano al jugador de equipo definitivo, una suerte de gladiador que equilibra la falta de talento diferencial con sacrificio, lectura e intensidad innegociables. Ese exceso de atención, de no descuidar nunca un ápice de sus funciones, es lo que impulsa un juego que bebe en su gran mayoría de la intensidad, no entendida como un sobreesfuerzo constante, sino en cuanto a la velocidad y precisión de sus decisiones. Defensivamente, no hay jugador más importante para Rafa Márquez, porque logra cubrir grandes porciones del campo y su agresividad en los duelos son un arma ganadora.

Casadó va a la ayuda en una situación de 1x1 en campo propio.  WYSCOUT
Casadó va a la ayuda en una situación de 1x1 en campo propio. WYSCOUT
Casadó va al suelo y recupera la pelota.  WYSCOUT
Casadó va al suelo y recupera la pelota. WYSCOUT

Pocos jugadores han mostrado su ansiedad para recuperar la pelota, algo que también transmite Gavi y que Casadó recoge con la misma voluntad. Sus números defensivos muestran el porqué es el futbolista más importante para Márquez: nadie gana más presiones (3,69) ni contrapresiones (0,92) por cada 90 minutos. Permite instalar al equipo en campo rival y, si no se puede, sabe sufrir y jugar a un fútbol que suele causar alergia en un grupo tan joven.

Las palabras de Laporta confirman a Casadó como el relevo de Sergi Roberto, no por perfil, sino por rol. Con jugadores como Gavi, Balde, Lamine Yamal o Cubarsí, el valor del canterano en la primera plantilla se ha distorsionado por completo, y a veces se cree que solo se asienta aquel que es absoluta élite precoz, cuando el gran valor añadido de La Masia debería ser el de completar las plantillas, evitando costes innecesarios. Casadó reúne las cualidades necesarias para estar una década en el primer equipo: polivalencia, compromiso, buen nivel y liderazgo. Y un sentimiento azulgrana innegociable, algo que arraiga el sentimiento de pertenencia al grupo.

A priori, Casadó es un perfil que podría encajar con Flick y la pretemporada servirá para medir la primera relación del técnico con el canterano, viendo de esta forma dónde le ve y cómo se desenvuelve en el máximo nivel. Su posible valor en el largo plazo podría residir, precisamente, en el de mantener el suelo del equipo sin que el techo se venga abajo. En una época de abundancia, quien mejor la permite es aquel que no necesita nada para hacer lo que tiene que hacer.