CRISIS EN LA FEDERACIÓN

El destino de Rafael Louzán se ha sellado en menos de 20 minutos en el Tribunal Supremo

El fiscal ha empleado menos de dos minutos en contestar a la abogada de presidente de la RFEF: "Todo aquel expediente fue prevaricación".

Rafael Louzán es el presidente de la RFEF desde el 16 de diciembre de 2024. /EFE/Borja Sánchez-Trillo
Rafael Louzán es el presidente de la RFEF desde el 16 de diciembre de 2024. EFE/Borja Sánchez-Trillo
Sergio Fernández

Sergio Fernández

"El recurrente don Rafael Louzán sostiene en su recurso en un único motivo…", arrancó la vista casación contra la condena del todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el Tribunal Supremo. Antes, al amparo del espectacular edificio que tiene como sede, habían intentado explicar a los poco más de diez periodistas deportivos que allí nos dábamos cita como un pulpo en un garaje que lo de esta mañana era una cosa sencilla. "Una prevaricación", aseguraban, como una simple molestia en un entorno acostumbrados a juzgar materias muchísimo más relevantes.

"Lo normal es que ya lo tengan prácticamente decidido. Han estudiado la documentación, y lo que hacen aquí es escenificar la defensa, de forma muy breve", decían.

Y así fue, una vez quearrancó todo en la sala 2 del tribunal de máximo rango del país, alrededor de las 10:50 horas. En nombre de Louzán habló la letrada Mónica Godoy. Ni cinco minutos de exposición muy técnica afrontando exclusivamente los pormenores concretos de la prevaricación, porque este tipo de vistas no permiten discutir "la mayor". Es decir: al Tribunal Supremo llegan ya hechos probados por otros juzgados. No se discuten esos hechos probados sino que, con un escaso margen de maniobra, se valora la condena que han venido a recurrir.

La abogada de Louzán (que acudía en sustitución de un compañero porque a este le coincidía con otro juicio de violación grupal) fue escueta y directa. Defendió la labor del entonces presidente de la Diputación de Pontevedra, el Rafael Louzán político del PP, y cerró su alegato conociendo que era mejor no entrar demasiado al detalle ni alargar una sesión en la que la suerte parecía ya echada.

El resto de abogados (eran cuatro personas las que recurrían, no sólo Louzán) salvo uno, fueron incluso más breves. A las 11.05 horas ya le llegó el turno del fiscal. "Todo el expediente que se generó para aquel pago es prevaricación", resumió. "El fiscal se reitera en el escrito y la desestimación de los recursos".

La vista ha terminado, pueden retirarse. 11:09 horas. Más concreto imposible.

Qué puede pasar a partir de ahora

La decisión del Supremo no tardará en conocerse. Según explican fuentes judiciales, en ningún caso entrará a valorar la condena de inhabilitación a Louzán, sino si los hechos enjuiciados constituyen un delito de prevaricación, como sentenció la Audiencia Provincial de Pontevedra. Tras la decisión del alto tribunal, el caso volverá a esa instancia.

Si el Supremo anula la condena, Louzán no tendrían problemas para continuar como presidente de la RFEF. Pero si la postura del Supremo no es favorable a sus intereses, sus días en la presidencia están contados. La ministra de Deportes, Pilar Alegría, ya ha dicho que tendrán que dejar el cargo y que deberán convocarse nuevas elecciones.

El artículo 60.6 de la Ley del Deporte es claro: "Cuando la persona titular de la presidencia o cualquier miembro de la junta directiva de una federación o liga profesional sean condenados por sentencia firme, deberán abandonar el cargo de forma inmediata".

El clavo ardiendo al que se agarran Louzán y la RFEF es que su condena es anterior a la Ley del Deporte, pero es algo que difícilmente puede prosperar. Llegados a ese punto, seguramente Louzán intentará recurrir (puede incluso intentarlo ante el Tribunal Constitucional), pero lo tendrá muy complicado.