FÚTBOL

Un español en el Corinthians de Depay al que comparaban con Morata: "Recuerdo las palabras de Simeone como si fuera ayer y en el primer balón, marqué"

Héctor Hernández, tras consagrarse en suelo luso, busca hacerse un nombre en un Timão en horas bajas, sin perder de vista su sueño de la Selección Absoluta.

Héctor Hernández con el Corinthians. /Instagram: @hectorhernandez9
Héctor Hernández con el Corinthians. Instagram: @hectorhernandez9
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

No todas las personas pasan de driblar boliches y rematarlos de cabeza a vivir por y para el fútbol en el corazón universal del carnaval. Con cinco horas de diferencia respecto a su tierra natal, el delantero Héctor Hernández Marrero (Las Palmas de Gran Canaria, 1995) agarra su teléfono obrigado por la llamada de Relevo y, al tiempo que añora a su gente, le brillan los ojos cada vez que se visualiza con su nueva camiseta: la "22" del Sport Club Corinthians Paulista. Lleva desde agosto en Brasil, en São Paulo, la urbe más grande, caótica y pasional del país. "Cuando aterrizo aquí, ni de broma me imaginaba tal magnitud de afición, es brutal. No lo había visto en mi vida", flipa.

Desde José Ufarte en 1962, ningún español vestía la camiseta del "Timão". Él, valiente, se aventuró este agosto y firmó hasta 2026 tras dos excelsas temporadas en el Grupo Desportivo de Chaves portugués -hace justo un año era el máximo goleador español de las mejores ligas de Europa-, sin olvidar su paso por las canteras de la UD Las Palmas, del Atlético de Madrid y su infinidad de cesiones en el fútbol profesional. Pero, en el gigante sudamericano, con el recuerdo de su leyenda Sócrates "y no te olvides de Ronaldo Nazário, que se retiró aquí", no todo es fiesta. Ahora atraviesa una de las peores crisis de su historia con una cara mundialmente conocida: Memphis Depay, de 30 años y quien firmó, también hasta 2026, a cambio de 11,3 millones de euros.

29 puntos en 29 partidos y antepenúltimos, esa es la situación. El fantasma del descenso -un infortunio que solo ha golpeado al club paulista una vez en sus 114 años- amenaza con repetirse. En este escenario desalentador, Héctor ha disputado ya cinco partidos oficiales, superando incluso a la estrella neerlandesa que -para más inri- estaría con un pie y medio fuera tras una posible desvinculación del club con su principal patrocinador (Esportes da Sorte), una casa de apuestas sin autorización para operar en Brasil. Desde julio, el equipo está bajo las órdenes del técnico argentino Ramón Díaz. "Me acabo de enterar de lo de Depay. No se ha hablado, la verdad que no tengo constancia. Pero entiendo que si se hace un contrato, es que está blindado", interrumpe. "Llegué aquí con una situación no deseada en términos de clasificación. Confío, saldremos del barro, pero te engañaría si te digo que no sentimos presión. Eso sí, jugamos dos competiciones y queremos ganar títulos, somos ambiciosos ", sostiene esperanzado.

Profesionalidad y lujo en una ciudad deportiva de ensueño

En mayo de 2024 concluyó su etapa en Portugal y, tras un mes y medio como agente libre, su representante recibió una llamada que cambiaría todo. "¿Corinthians? ¡Joder, ¿en serio?!", fue su reacción inicial. "Ellos mostraron un interés auténtico en mí, fueron las personas más claras. Todo se dio muy rápido. Si no es el club más grande de Brasil, está entre los más grandes -es el cuarto con más Brasileirão (7)-. Es un escaparate impresionante para crecer profesionalmente", afirma muy convencido. "Quiero hacerme un nombre aquí, hacerlo bien, rendir al máximo y dar lo mejor de mí. No quiero hablar de lo que vendrá, pero estoy muy agradecido", recalca con humildad.

La magnitud del club no deja de impresionarle: "Es un club gigantesco, lo digo en serio". Y lo demuestra con detalles: "La ciudad deportiva es increíble, tenemos incluso un hotel dentro de las instalaciones. Cada día me sigue asombrando. Aquí trabajan más de 80 personas, entre psicólogos, médicos, nutricionistas... Es un equipo de élite, y eso que he pasado por clubes históricos de nuestro país. Esto es otro nivel".

Echarle gasolina al cuerpo, la llave

"Aquí el calendario de competición sigue el año natural, y yo llevaba sin jugar oficialmente desde mayo, como te dije. Mentalmente me costó adaptarme, hay mucha presión y todo sucede muy rápido. São Paulo es una ciudad llena de estímulos nuevos para mí. Es verdad que tuve que adaptarme tanto al ritmo competitivo como a mi nueva vida aquí", reconoce Héctor. Afortunadamente, su conocimiento del portugués y la presencia de futbolistas hispanoablantes como Félix Torres, Diego Palacios o Rodrigo Garro le han facilitado la transición.

Sobre su compañero Memphis Depay, él no escatima elogios: "Es una figura mediática, no hace falta descubrir nada nuevo sobre los clubes increíbles en los que ha jugado. Si ha estado en esos equipos, es por algo. Técnicamente es excelente y tiene muchísima experiencia. Pero le pasa lo mismo que a mí: aquí los jugadores llevan compitiendo un año completo, mientras que nosotros llegamos con menos ritmo."

"Además, el juego aquí es muy físico y muy intenso. Los europeos necesitamos un periodo de adaptación para procesar todo esto. La prensa tiene expectativas muy altas, pero el otro día Memphis jugó de maravilla, dio una asistencia. Pude compartir campo con él durante unos 15 minutos, ambos salimos como revulsivos. Es un jugadorazo", concluye admirado.

La frase de Simeone y la salud mental

Héctor tejió su carrera futbolística como delantero centro nato en la cantera de la UD Las Palmas, donde fue comparado con Álvaro Morata. "Hace años tuve la oportunidad de volver a la UD Las Palmas, pero no me valoraron como yo pensé que tenían que hacerlo. Igualmente no soy el niño de hace años, he madurado bastante", admite. "¿Cómo están ustedes por Gran Canaria?", se interesa. Con el club insular, en edad juvenil, y a cambio de 250.000€, fichó por el Atlético de Madrid.

Bajo la rigurosa dirección de Diego "Cholo" Simeone, Héctor debutó en La Liga frente al Rayo Vallecano y en la Copa del Rey contra el modesto Sant Andreu. "Recuerdo las palabras del Cholo como si fuera ayer: 'Quédate en el área, no te muevas de ahí'. El primer balón que toqué, lo mandé al fondo de la red. Son recuerdos preciosos, no tuve ni un solo mal momento con él", comenta con cariño. Su carrera parecía destinada al éxito, llegando a representar a España en la Sub-19 de, por aquel entonces, Luis de la Fuente. "No he mantenido más contacto con él", puntualiza.

A medida que su valor aumentaba, acumuló cesiones en equipos de LaLiga Hypermotion como el Elche, Albacete y Málaga. Sin embargo, en la temporada 2019/2020, las cosas se complicaron tras su fichaje por el Fuenlabrada. "Lo pasé muy mal. Estuve cuatro o cinco meses con problemas de pubalgia, y después no me dieron la confianza que necesitaba", confiesa. Esa misma temporada fue particularmente difícil, descendiendo a Primera RFEF con la Cultural y Deportiva Leonesa. "Mentalmente fue muy complicado, además coincidió con la pandemia... Fue una etapa dura, pero gracias al tratamiento psicológico logré recuperarme. Lo demostré en el Rayo Majadahonda, donde marqué 16 goles y peleamos en el Playoff por ascender a Segunda".

Sus más que aceptables estadísticas llegaron en verano de 2022 a los despachos de los directores deportivos de la Primera División portuguesa, llamando la atención del Chaves. En tierras lusas, Héctor se convirtió en un héroe local. En su segunda y última temporada, brilló al ser el máximo goleador de las principales ligas europeas en las primeras 8 jornadas, con 7 goles, y cerró la campaña con 14 tantos en 32 partidos.

El desencanto con el foco mediático

A pesar de su exitoso rendimiento en Portugal, Héctor no puede evitar sentirse desconcertado por la falta de atención recibida en su país natal. "Estuve más de mes y medio como jugador libre, y en España apenas se habló de mí, a pesar de mis buenos números en la Primera División de Portugal…", lamenta sobre un vacío, en el reconocimiento de su talento, que es algo que sigue intrigándolo.

Esta sensación de invisibilidad contrasta notablemente con la cobertura mediática que recibieron otros compatriotas, como Rafa Mujica y Cristo González, actualmente en el Al Sadd. "Ellos también hicieron una gran temporada, al mismo nivel que yo, y salieron en todos lados. Tuvieron la suerte de contar con una plantilla más destacada, eso sí", reflexiona Héctor, sin rencor, pero con una comprensión clara de las diferencias en la atención mediática.

La Selección Española, un sueño más vivo que nunca

El ariete isleño no pierde de vista su mayor ambición: "La Selección es mi sueño, lo tengo entre ceja y ceja. Nunca se sabe…". También se atreve a opinar sobre el estado del fútbol español y la escasez de delanteros de renombre en la actualidad: "Creo que en España falta un delantero más mediático, más popular. Hay muy buenos delanteros como Ayoze o Morata, pero la gente quiere una estrella, un nombre de peso como lo fueron Villa o Torres. Eran figuras globales".

Los retos en Brasil no menguan su ambición; al contrario, la avivan. Su meta es clara: disfrutar del camino y, si el destino lo permite, por qué no, brillar algún día en La Roja. Por ahora, enfrenta una prueba de fuego que pondrá a examen su capacidad de adaptación y su "espíritu indomable". Sabe que, en la intersección de la adversidad y la oportunidad, es donde se forjan los verdaderos ídolos: "Vivir en Brasil y jugar en un club tan grande me exige dar lo mejor de mí cada día. Es aquí donde puedo mostrar mi valía y seguir soñando con la selección", termina diciendo, mientras los acordes de "Garota de Ipanema" de Tom Jobim flotan en el ambiente, acompañando su deseo de dejar huella a más de 7500 kilómetros de casa.