El proceso que llevó a Ruibal y Borja Iglesias a ir con un bolso a una boda: "Se puede jugar con muñecas y con una pelota"

Samuel Silva

Publicado12 de junio de 2023, 10:44 h

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Una boda, una foto con un bolso y ruido en las redes sociales. Los jugadores del Real Betis Borja Iglesias,Aitor Ruibal, Juanmi y Víctor Camarasa, este último ahora en el Oviedo, acudieron al enlace matrimonial de un integrante del cuerpo técnico del equipo verdiblanco y se fotografiaron. Traje y corbata Juanmi y Camarasa, al uso. Sin corbata y cuello de la camisa sacado por encima de la chaqueta, Borja Iglesias y Aitor Ruibal. Hasta ahí todo habitual. Destaca el bolso colgado del hombro derecho del 'Panda' y el sujetado por Ruibal con su mano derecha.

Los comentarios a la foto se suceden. Likes, partidarios y alabanzas. Haters, contrarios y algunas críticas. Nada tampoco nuevo en las redes sociales. Hasta que lo negativo se convierte en homófobo y Aitor Ruibal decide también saltar a su twitter a pedir respeto a "una minoría ruidosa".

"Tras los intentos frustrados por parte de una minoría ruidosa de ridiculizar a mi compañero Borja Iglesias y a mi, en referencia a nuestra vestimenta así como a su supuesta vinculación con nuestra orientación sexual, solamente quiero subrayar:

- La importancia de mantener el respeto hacia cualquier persona, con independencia de su orientación sexual o de cualquier índole

- La necesidad, de una vez por todas, de normalizar y convivir entre todos rechazando y alejándonos de cualquier tipo de fobia, para hacer que se pueda convivir con normalidad en nuestra sociedad

Condenar la homofobia que, evidentemente, sigue existiendo en mayor o menor medida y luchar por su erradicación. Aquellos que a estas alturas continúan mostrando comportamientos de este tipo, necesitan ayuda de manera urgente. El problema lo tienen ellos por su intolerancia y sus complejos".

El problema que ha salido a superficie tras esta polémica de redes sociales no es otro que la estereotipación de los futbolistas, para muchos una profesión y una figura característica de la hombría. Un futbolista y un bolso. Si de sus manos y hombros colgasen dos botas de vino quizá hubiesen sido más agasajados por esa mencionada minoría.

Aitor Ruibal y Borja Iglesias no caminan por la vida cumpliendo estereotipos, precisamente. Muy amigos, son dos de los futbolistas más disruptivos con las modas y las costumbres predefinidas. En abril, el primero de ellos, en una entrevista a Relevo nos habló detalladamente de ello y de cómo, a través de Borja y Héctor Bellerín, la pasada temporada compañero de ambos en el Benito Villamarín, ha cambiado su forma de ser. Un proceso que le ha llevado a posar sin complejo con un bolso delante de miles de usuarios ávidos de comentar.

"Me considero una persona diferente desde que les conozco. He tenido mucha suerte en estos años de encontrar a Borja y Héctor, me van a tener toda la vida. Pueden pasar muchas cosas, pero me van a tener.", afirmaba. Tanto, que le han hecho liberarse en la forma de mostrarse ante los demás, de decir lo que piensa aunque esté fuera de lo convencional y de vestir, que es de lo que ha versado dicha polémica.

"Si me gusta algo, me lo hago sin problemas, o si es algo de ropa me lo pongo. De hecho, en eso he aprendido mucho de Borja y Héctor, hay que dejarse llevar por lo que uno siente, lo que uno necesita. El pelo, las uñas, la ropa… Vestirte como te apetezca en cada momento. El futbolista está como estereotipado, lo demás está mal visto. Hay que cambiarlo, cada uno es como es, que cada uno puede hacer lo que quiera o lo que le apetezca. Eres futbolista pero también tienes una vida privada", contestaba.

Ruibal es de esos deportistas que se ha cansado de tener que morderse la boca en las redes sociales. Aguantar porque sí, porque lo dice la norma, porque contestar no te va a llevar a ningún lado... Se niega y este domingo, tras la imagen de la boda y los comentarios, decidió no taparse la boca. "Cuando hay algún tuit malo y contestas, te dicen: "¿Qué haces contestando?". Pero tengo derecho también. Tú me insultas y yo te contesto con respeto, pero está como mal visto y no puedes entrar. A veces da rabia. Me gustaría contestar a los que me felicitan y a los que me critican. Al final no haces una cosa ni otra, si contesto, vete a saber lo que pasa", reflexionaba por entonces en la entrevista.

El bético, nacido en Sallent de Llobregat, también ha encontrado aliento a su frescura en el feedback de algunas personas. "Os cuento una historia que me hace muy feliz. Hace poco conocí a una profesora que me dijo: 'Gracias a que te tiñes el pelo, vienen niños con el pelo tintado y no se meten con ellos'. No me lo hago por eso, pero me llena. Vamos a firmas de autógrafos y vemos a los niños con las uñas pintadas. Pienso, mira que guay, tiene 8 años y le ha dicho 'mamá que quiero pintarme las uñas'. Mi hermano tiene 4 años y se viste de chica. Pero eso no quiere decir nada. Se viste de chica y de chico. Juega con muñecas, con muñecos o con la pelota. No por cómo eres te tienen que juzgar. Es es el problema de la gente, te juzgan por cómo llevas el pelo, por cómo vistes o por cómo hablas".

Borja Iglesias, una de las influencias de Ruibal, como él mismo reconoce, también ha sufrido el proceso. El delantero comenzó a pintarse las uñas de negro en 2020, como señal de protesta contra el racismo y la homofobia en el fútbol y en la sociedad, pero de lo reivindicativo pasó al gusto por lo estético.

"Es una forma de concienciarme y luchar desde mi posición contra el racismo, pero creo que también me viene bien contra lo homofobia. Además tengo que admitirte que me gustan', afirmó. Y siguió haciéndolo. Y recibió críticas cuando venían mal dadas.

Se le ha visto por salones de belleza y ha pintado uñas a periodistas en medio de una entrevista. Borja, como Aitor y Bellerín, siguen su proceso, siendo referentes para niños y motivo de controversia para algunos mayores.

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