FÚTBOL

Sanción de tres años y medio para los dos jugadores que agredieron al árbitro en Ceuta

El presidente del Polillas, en las alegaciones al acta arbitral, reconoce que ya ha expulsado a los dos futbolistas del club.

Antonio Pozo, el árbitro agredido en Ceuta el pasado sábado./Pakito Arrebola
Antonio Pozo, el árbitro agredido en Ceuta el pasado sábado. Pakito Arrebola
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

Ya se conocen las sanciones por los hechos que tuvieron lugar en Ceuta tras un partido de División de Honor de juveniles. Dos jugadores del Polillas (Enrique Martos y Carlos Román) y el padre del primero agredieron al árbitro, Antonio Pozo, en la calle tras la finalización del encuentro. El Juez de Competición ha impuesto una sanción de suspensión de licencia federativa por un periodo de tres años y medio a cada uno de ellos y da traslado a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte la situación del progenitor de Enrique Martos.

Los acontecimientos sucedieron a raíz de un duelo disputado el pasado sábado en el Campo José Benoliel, en Ceuta. Todavía sobre el césped, Enrique Martos, jugador del Polillas, se dirigió al colegiado "de forma agresiva", como recoge el acta arbitral. Posteriormente, él y su padre irrumpieron en el vestuario arbitral "tratando de agredirme". "Al intentar abandonar las instalaciones se encontraba el jugador expulsado y el padre del mismo, ya que fui amenazado anteriormente por dicha persona diciéndome: 'Te voy a esperar fuera, hijo de puta'", continúa el acta del árbitro. Por todo ello, el Juez de Competición sanciona al futbolista con doce partidos.

Ya después de que el árbitro abandonara la instalación, y cuando se dirigía a su domicilio, se produjo la agresión en la vía pública, que le provocaron lesiones en el tórax, abdomen, hombro izquierdo, escoriaciones por rasguños, edema en los labios o torcedura de muñeca. El Polillas, que formuló alegaciones al acta arbitral (aunque excediendo el plazo para ello), reconoce que Enrique Martos y Carlos Román actuaron con violencia contra el árbitro, que también recogió agresiones de otros dos jugadores, circunstancia desmentida por el club, por lo que el Juez, de momento, no los castiga. "Respecto de los demás mencionados en el acta, se instruirá un procedimiento disciplinario, de carácter extraordinario, para depurar las eventuales responsabilidades, a fin de esclarecer al máximo su intervención", se puede leer en la resolución.

En cambio, el Juez de Competición sí castiga a los dos futbolistas mencionados con anterioridad. Lo hace aplicando la sanción relativa a la "Participación activa o fomento de actos violentos, racistas, xenófobos o intolerantes" en su grado medio, ya que abarca un periodo de dos a cinco años. Ambos estarán inhabilitados para los próximos tres años y seis meses. Además, el presidente del Polillas, en el escrito enviado a la RFEF, reconoce que ya ha expulsado a ambos del club.

Respecto a los hechos protagonizados por el padre, escapa de las competencias del Órgano Disciplinario, por lo que ha trasladado al expediente a a la Comisión Estatal.