La afición pone dinero de su bolsillo para salvar al Zamora, al borde de la desaparición por el 'caso Koldo'
La continuidad del club depende del ascenso y los jugadores llevan meses luchando por ello sin cobrar. Su presidente, Víctor de Aldama, tiene las cuentas bloqueadas y está siendo investigado por corrupción.

Desgraciadamente, cuando una persona irresponsable, por decirlo de alguna manera, se pone a los mandos de un club de fútbol, al final es la afición quien paga por sus errores. Es el caso del Zamora C. F., presidido por Víctor de Aldama, uno de los protagonistas del 'caso Koldo', la trama de corrupción política, actualmente en investigación, por lucrarse con contratos públicos en la compra de mascarillas durante la pandemia valorados en más de 50 millones de euros.
Víctor de Aldama es un empresario madrileño que, durante la pandemia, habría aprovechado sus buenas relaciones con el Ministerio de Transportes del socialista José Luis Ábalos para influir en la adjudicación de unos contratos de compra de mascarillas, con lo que generaría unas comisiones que le harían ganar casi siete millones de euros, según la Fiscalía de Anticorrupción. Posteriormente, según reveló Cadena SER, en julio de 2020 Aldama realizó unas transferencias para ocultar la procedencia del dinero, lo que acabó con la compra del Zamora CF. También, para sacar el dinero de España, el dirigente creó varias sociedades en Portugal, motivo por el que empezó a levantar sospechas.
Desde el primer momento, la adquisición del club se hizo de manera sospechosa, con reuniones a las espaldas de la anterior presidenta; y desde su llegada, el nuevo directivo generó desconfianza en la afición. Como nos cuentan algunos aficionados, "iba con una soberbia, una superioridad, que no me gustaba nada"; y que "desde que llegó todo ha sido raro, esta gente cuanto más lejos mejor", opinan.
Luchando por ascender sin cobrar
Actualmente, tras la detención y posterior puesta en libertad de Víctor de Aldama, sus cuentas estás bloqueadas por el juez, lo que hace que los jugadores, cuerpo técnico y demás trabajadores del club lleven desde febrero sin cobrar. La falta de liquidez está suponiendo un problema grave para el día a día del equipo, en plena lucha por el ascenso. A falta de cuatro jornadas, el Zamora se posiciona tercero en el Grupo I de 2ª RFEF, con el playoff asegurado pero a cinco puntos del ascenso directo.
Dada la situación, el futuro del Zamora C. F. depende de un posible cambio de propiedad. Hace unos días, el entrenador, David Movilla, ya confirmó que el club estaba a la venta. De momento, y mientras no se desbloqueen los fondos de Aldama, son los jugadores quienes costean los viajes para seguir peleando por ascender. En caso de subir, parece mucho más viable el futuro del club, que tendría ya varios grupos interesados en adquirir sus acciones, según COPE Zamora.
Si bien también podría haber comprador en 2ª RFEF, sería mucho menos probable. "Quedar primero es casi imposible, pero en un playoff seríamos favoritos", comenta otro aficionado, aunque recalca que "ya serían cuatro meses sin cobrar y es complicado competir así". Pese a la dificultad, algunos zamoranos aún confían en el ascenso directo, "al tener mejor calendario y ser el equipo menos goleado, con 16 goles encajados en 30 jornadas". "De todas formas, no daría por malo jugar el playoff como segundo clasificado", añaden.
El técnico vasco, en rueda de prensa, aseguró que están haciendo "todo lo posible" y que los futbolistas "se están partiendo la cara" para pelear por subir. "Tengo unos jugadores extraordinarios porque muchos en esta situación se bajarían del barco, pero aquí no bajan los brazos. Llevan dos meses sin cobrar y van a seguir ahí, vamos a seguir todos". Sin embargo, y como ha informado Cadena SER, una parte de la plantilla está pensando en denunciar los impagos de la entidad, aunque sin dejar de lado su compromiso deportivo. La Asociación de Futbolistas Españoles está en contacto con los jugadores y está pendiente de todo lo que suceda. Las consecuencias de una denuncia podrían conllevar desde la fijación de un plazo para pagar a los trabajadores hasta el impedir hacer fichajes en una hipotética futura temporada o incluso un descenso de categoría.
Donaciones de aficionados para ayudar a su equipo
'Te regalo una afición' es el lema a través del que los aficionados zamoranos han lanzado una campaña para ayudar económicamente al club. Con tres huchas colocadas en diferentes bares de la ciudad, se recaudan donaciones de todo el que quiera aportar. "Yo he donado 28 euros, aunque hay gente que ha donado mucho más. Lo hago para que no desaparezca mi club", nos cuenta uno de los ciudadanos que han colaborado. No obstante, esta iniciativa es más un gesto que el impacto que realmente pueda tener, ya que se necesitarían cerca de 300 000 euros para solucionar los problemas de liquidez de momento.
"Nadie en el club sale a dar la cara", protestan los aficionados entrevistados, que tienen a Novilla como "capitán general" por ser el único que ha hablado. Desde Relevo hemos intentado hablar con el club, pero tampoco hemos recibido respuesta. Los seguidores rojiblancos recuerdan más episodios de desencuentros con Víctor de Aldama, que hacen que no les pille por sorpresa lo acontecido en los últimos meses. En 2021, tras una dura derrota en casa, la afición pidió la dimisión del director deportivo, Villafañe. Tras esto, el presidente salió a hablar y dijo lo siguiente: "Este señor no es mi director deportivo, es mi hermano. Y no va a dimitir, pase lo que pase, como si el equipo desciende. Antes se va el equipo a la mierda o desaparece, que este señor se vaya".
También nos relatan otro episodio ocurrido durante la pandemia, cuando aún se jugaban los partidos a puerta cerrada. En un partido disputado en los Anexos del José Zorrilla, contra el Real Valladolid Promesas, Aldama increpó y amenazó al cuerpo arbitral. "Se escuchó desde fuera", recuerda un aficionado estudiante en la ciudad vallisoletana que estuvo en los aledaños del estadio. "El segurata le echó por comportarse como un perro. Estando fuera, Aldama dijo 'espera, que voy a hacer una llamada que te vas a cagar'. Llamó a alguien, le pasó el teléfono al de seguridad, y le pidió perdón y le dejaron entrar. Se creen impunes, por encima del bien y del mal", nos cuenta, indignado.
En medio de una situación tan delicada para la afición y la ciudad de Zamora, "ya son tres ocasiones en este siglo en el que el club ha estado a punto de desaparecer", lamentan. Sin tener culpa, en la ciudad castellanoleonesa los aficionados ponen de su parte para ayudar y alentar a unos jugadores que luchan a diario sin cobrar para mantener con vida a un club que, después de malas gestiones, vuelve a pender de un hilo.