SEGUNDA RFEF

El Sant Andreu-Europa logra lo nunca visto en Barcelona: el Ayuntamiento reúne a los clubes para pedirles paz

Este domingo se celebrará un derbi marcado por los incidentes de la primera vuelta: se suspendió al caerse una valla.

Los capitanes de Sant Andreu y Europa, antes del sorteo de campo en el Nou Sardenya. /SANT ANDREU
Los capitanes de Sant Andreu y Europa, antes del sorteo de campo en el Nou Sardenya. SANT ANDREU
Alberto Martínez

Alberto Martínez

El domingo hervirá el barrio de Sant Andreu de Barcelona. El Narcís Sala acoge a las 19:15 el derbi barcelonés entre el equipo local y el Europa, ambos peleando por ascender a Primera RFEF y a quienes les une una rivalidad histórica (hace 100 años no formaban parte ni de Barcelona). El barrio de Sant Andreu contra el de Gràcia en un derbi que evoca a tiempos pasados y viaja a Inglaterra, donde los partidos de carácter más local mantienen el esencia del fútbol. Hay tensión, igualdad y pasión en las gradas y en los aledaños, lo que ha llevado al Ayuntamiento de Barcelona a pedir paz en un gesto nunca visto.

Este jueves el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, ha citado a los presidentes, los entrenadores y los capitanes de ambas entidades para ilustrar un encuentro que será muy seguido en la ciudad -las entradas se agotaron en tiempo récord- y que será determinante en el campeonato. Pero el mensaje lleva implícito un gesto a la paz y a la deportividad después de todo lo que envolvió en la primera vuelta, cuando el encuentro se tuvo que suspender porque la caída de una valla y las imágenes se hicieron virales. El encuentro era un espectáculo en el césped (3-5) y en la grada.

Uno de los ejemplos fue el 2-2. Cano, el capitán histórico del Europa, anotó el 2-2 e hizo gestos a la grada en la que se ubicaban los espectadores del Sant Andreu. En ese momento empezaron a caer objetos, entre ellos una lata y algún mechero. En ese instante ya el colegiado activó el protocolo de seguridad. Con el 3-3 se repitió la escena en la grada y el colegiado se vio obligado a detener el encuentro.

Los jugadores se marcharon a los vestuarios y durante diez minutos se intentó calmar los ánimos hablando con los capitanes. Posteriormente, se remprendió el encuentro, pero de nuevo con el 3-4 sucedió el mayor incidente que imposibilitó que se reemprendiera el encuentro. La valla que impedía el paso a los aficionados del Sant Andreu cedió y cayó al césped. Vinieron camillas y se llevaron un herido, y los Mossos d'Esquadra determinaron que no se podía garantizar la seguridad en esas condiciones. Al salir, las fuerzas del orden tuvieron que escoltar a ambas aficiones, que se estaban enfrentando.

El partido, suspendido al comienzo de la segunda parte, tuvo que acabarse a puerta cerrada. Había hasta 80 periodistas acreditados. La expectación fue grande y abrió múltiples debates, como el deterioro de las instalaciones municipales (ahora el Ayuntamiento ha aprobado un plan de ayuda para mejorar el Narcís Sala) o las consecuencias de una rivalidad futbolísticas que crece y que requiere mayor seguridad o gestos como el que tendrá lugar esta tarde en el consistorio.