GIRONA 4 - BARCELONA 2

Los 146 segundos en los que Portu le dio la Champions al Girona, la Liga al Madrid y lía al Barça: "Me quité la espina que tenía"

El grito de David López fue el preludio de la revolución del delantero, autor del 2-2 y asistente del 3-2.

Portu celebra el 2-2 a los 20 segundos de entrar en el terreno de juego. /AFP
Portu celebra el 2-2 a los 20 segundos de entrar en el terreno de juego. AFP
Alberto Martínez
Marc Mosull

Alberto Martínez y Marc Mosull

Era el minuto 64:09, el FC Barcelona ganaba 1-2 en un partido que parecía que tenía en el saco, con incluso ocasiones al contraataque para poder hacer el tercero. El Girona estaba perdido, Montilivi se impacientaba. La Champions debía esperar. Pero todo saltó por aires en ese instante, cuando Cristian Portugués, Portu, le chocó las manos a David López y piso el terreno de juego. A partir de ahí todo cambió. El cielo se despejó para el Girona mientras el Barça fue absorbido por un agujero negro.

David López recibió la palmadita de Míchel y se sentó en el banquillo. Lanzó la sudadera el suelo y todos los espectadores escucharon su enfado: "Puta madre, hostia", dijo, mientras Sergi Roberto realizaba un pase suicida a Ter Stegen que interceptó Dovbyk y cedió a Portu. Minuto 64:38. Gol del murciano. Beso al escudo y 2-2. Todo estaba por decidir mientras el Real Madrid miraba atento para cantar el alirón. David López, seguramente, trago saliva y lo celebró como el que más.

Apenas pasaron 146 segundos cuando el propio Portu asistió a Miguel Gutiérrez para hacer el 3-2. El Girona, con ese resultado, se metía en la Champions, mientras que el Barça entraba en un lío al perder la segunda plaza con la confirmación de la continuidad de Xavi para la próxima temporada todavía caliente. Para añadirle más contundencia a la remontada y épica al protagonista, el propio Portu hacía con un zurriagazo el 4-2 en el minuto 74:03. El héroe del primer ascenso lo es ahora el de la Champions.

"Tenía una espina clavada con este club. Mi último año aquí viví la otra cara, que fue descender. Me sentí uno de los responsables. Es increíble. Vivir esto, mirar la camiseta y ver que toda esta gente disfrutará de la Champions. No se podía pensar en esto. A nivel personal me quito la espina", comentó después del partido el delantero. "No hay nada más bonito que escribir tu nombre en la historia de un club que quieres, que sientes, que te respetan. Me acuerdo de la gente que sigue aquí", añadió.

Un partido mirado desde Madrid... y ahora una pugna Girona-Barça

La secuencia dio paso a unas hondas consecuencias. El gol del empate de Portu ya le daba el título de Liga al Real Madrid, que, tras ganar ante el Cádiz precisaba de un tropiezo -empate o derrota- del FC Barcelona para cantar el alirón. Y el 3-2 de Miguel Gutiérrez, asistido por el propio Portu, suponía el tanto de la remontada para los gerundenses y la clasificación matemática para la próxima edición de la Champions League. Con la victoria de ayer del Athletic Club en el campo del Getafe, a los de Míchel solo les valía un triunfo para asegurarse su plaza en la máxima competición continental a nivel de clubes.

Además, con los tres puntos, el conjunto rojiblanco supera en la clasificación al FC Barcelona y se sitúa en segunda posición de LaLiga. De terminar así la competición, sería el Girona el equipo clasificado para disputar la próxima Supercopa de España junto a Real Madrid, Athletic Club y Mallorca. También se llevaría el título honorífico de ser el primer equipo catalán en la clasificación, por delante del todopoderoso FC Barcelona, el club hegemónico en la comunidad autónoma desde prácticamente su fundación.