Ndicka sigue en observación y fuera de peligro tras desplomarse en el Udinese-Roma

Sentido común y miedo es lo que se ha vivido en el Dacia Arena de Údine. Sobre el minuto 75 de partido, Ndicka, futbolista de la Roma, se desplomó e inmediatamente los servicios médicos ingresaron para atenderlo. El francés, de 25 años, se retiró del terreno de juego en camilla, consciente y con el dedo en alto diciendo que estaba 'ok'.

De Rossi se fue corriendo al vestuario para conocer la situación del futbolista y cuando regresó, con un gesto de preocupación, decidió hablar con Luca Pairetto, árbitro del partido, y Cioffi, entrenador del Udinese, para paralizar el juego y pedir que la suspensión.

Los jugadores de la Roma y el técnico no se sentían en condiciones de seguir jugando. Ese fue el mensaje que dio el exjugador y actual entrenador del equipo. La preocupación era grande y De Rossi, con lo poco que se podía escuchar, dijo algo así como "qué pasa si seguimos jugando y ocurre lo peor".

El encuentro, finalmente, se suspendió de manera definitiva. Los poco más de 15 minutos más el descuento se jugarán en otro momento, cuando se encuentre fecha. La Roma tiene cita el próximo jueves contra el Milan, en el partido de cuartos de final de vuelta de Europa League tras ganar 0-1 en la ida. De Rossi salía del terreno de juego santiguándose y esperando que lo de su futbolistas se quede en un susto.

Al cabo, la Roma informó en sus redes sociales del estado de Ndicka: "El jugador está consciente y fue trasladado al hospital para ser examinado. ¡Vamos Evan, estamos todos contigo!".

A Ndicka se le ha sometido a pruebas cardiológicas y neurológicas, incluido un TAC, además del electrocardiograma que se le realizó en los vestuarios. En función de los resultados, su desvanecimiento podría haber sido fruto de una compresión pulmonar, quizás por algunos golpes recibidos durante el partido. Pasó la noche en observación y esta mañana será evaluado de nuevo para determinar cuál pudo ser la causa.

Mientras tanto, el futbolista subió una foto alentadora desde el hospital Santa Maria della Misericordia de Udine, donde se le realizaron las pruebas. Desde su llegada, se descartó el peligro de muerte.

El equipo de la Roma no le dejó solo. El autobús con todos sus compañeros, De Rossi y su staff y Lina Soulokou, director general, se presentaron en el hospital inmediatamente después de salir del estadio del Udinese.