La obra arquitectónica de Cesc en el Como: "Me gusta la presión. En el Barça, con nueve años si no jugabas bien te echaban"
Fábregas se estrenó con una victoria sufrida en su debut en el banquillo del Como, en Serie B. 2-1 para los locales frente al Feralpisalò.

"De momento voy a estar un mes, no pienso más allá. Me obsesiona el presente. Quiero jugar bien, marcar más goles. Tenemos mucho que mejorar, pero hemos hecho un buen primer tiempo. Tenemos que estar contentos porque hemos pasado en pocos días de una defensa baja de cinco a una de cuatro alta", explica Cesc a Relevo en la conferencia de prensa tras el choque.
Se acaban de apagar las luces del estadio Giuseppe Sinigaglia, que se asoma al atractivo lago de Como. Fue el lugar elegido por Cesc Fábregas para terminar su último capítulo de futbolista y comenzar un nuevo libro: el de entrenador. Nada menos que en Italia, con todas las cadenas que envuelven un fútbol demasiado encasillado a las tradiciones y los estereotipos defensivos, lleno de amasijos corpóreos y arabescos matemáticos. "Conciben el fútbol como una guerra y las guerras como un partido de fútbol", decía Winston Churchill.
La realidad, sin embargo, parece virar en algunos lados hacia las antípodas. "Vamos, Como". Ese era el titular que recogía el principal diario, La Provincia. Un llamamiento para un equipo que pretende cambiar de piel, que quiere llenar de ínfulas futbolísticas el entramado arquitectónico que dejó Moreno Longo, destituido hace dos semanas pese a los buenos resultados cosechados: siete puntos de los últimos diez. "Un mundo nuevo, un estilo español con mil toques para verticalizar después, un juego de posición construido desde atrás. Además, un impulso a la cantera", rezaba el artículo ya desgranado y bien diseccionado. Precisamente la Academy, como la llaman, la conoce bien un Cesc Fábregas que se ha estrenado cono victoria sufrida ante el último de la tabla: Feralpisalò, con el peor ataque y el equipo más goleado de la Serie B.
"Será una revolución lenta. Trabajamos para un fútbol agresivo y dinámico, pero tenemos buenas bases defensivas para partir desde ahí", aseguro el flamante entrenador en la previa al choque, que Como TV emitió en directo para Estados Unidos y Gran Bretaña. A partir de ahora será la tónica habitual, porque ahí radica el cambio de mentalidad, el plus de universalización que quieren dar los dueños indonesios al conjunto lombardo.
Podrá contar con Fábregas como entrenador oficial sólo un mes, aunque probablemente se quede como autor en la sombra (con Marco Cassetti como primero) mientras convalida el título en Coverciano. Una tónica habitual en el complejo fútbol italiano, con precedentes importantes, como cuando Roberto Mancini ganó la Coppa Italia en calidad de interino con la Fiorentina (2001), un trofeo que en su caso supuso una especie de salvoconducto para acortar plazos. Prácticamente como Cesc, el italiano venía de colgar las botas hacía pocos meses (en su caso con el Leicester) cuando se sentó en el banquillo viola en sustitución de Fatih Terim. Su historia cambió para siempre. La del mundo del calcio también: ahora dirige la selección árabe.
Fábregas Week
El Como, con la apuesta de Fábregas ya como primer entrenador, manda un mensaje importante a Italia, pues. Apuesta por una idea de juego, la que tenía su entrenador cuando jugaba al fútbol. Un arquitecto sobre el verde, con velocidad mental y una idea onomatopéyica que reproducía su propio lenguaje. "Unidos, unidos", gritaba desde la banda ilustrando el movimiento con sus brazos.
Con pocos cambios en el once respecto a su predecesor (Baselli en lugar de Kone), Lucas Da Cunha y Alessandro Gabrielloni, en el 93', dieron la victoria al Como 1907 en el debut oficial de Fábregas en los banquillos. Llegó en el descuento, de forma casi dramática y agónica tras un partido bronco y de pocas finuras, lejos aún de lo que espera quien fuera uno de los máximos estetas del fútbol moderno español. "Tenemos que mejorar en todas las líneas, pero los inicios son difíciles. También para Guardiola en el Barça, y hablamos del mejor del mundo. Hay que seguir con los automatismos nuevos de la defensa a cuatro, estar más finos cara al gol, atentos en las posiciones, con y sin balón, pero sé dónde estoy. Me gusta la mentalidad y la presión la noto, claro. He vivido siempre con ella, desde que tenía nueva años en el Barça, donde si no jugabas bien te echaban", explica.
Ahora espera el Lecco en cuatro días. El primer derbi en la semana Fábregas, como titulan los rotativos más importantes de la atractiva ciudad asomada a un lago que custodia el templo de Sinigaglia. Un lugar minuto y universal, metáfora de un club pequeño que se aferra a Cesc para subir a Serie A. Para irrumpir, con hechuras, en la élite del fútbol italiano y así culminar su prematura obra de arte desde que llegaron sus nuevos patrones: tres ascensos en cuatro años. Como jugador del Como se esperaba más de él, pero como míster ya ilusiona. "Os entiendo, pero con trabajo lo conseguiremos". Lo dice que conquistó el mundo y construyó un imperio arquitectónico en torno a él.