¿Qué le pasa al Inter?
El equipo de Inzaghi recibe al Barcelona tras una mala racha de resultados y con el ruido de una posible destitución en el ambiente.
Ocho partidos en Serie A, cuatro derrotas. Las mismas que en toda la temporada pasada. Llevando la vista atrás, entrenadores como De Boer, Gasperini o Ranieri no pudieron meterse nunca en dinámica positiva y abandonaron 'Casa Inter' de manera veloz. El caso de Inzaghi no es igual, el técnico tiene espalda y su puesto todavía no está en riesgo, aunque él diga que siempre lo está. "Los entrenadores siempre estamos en riesgo, todas las semanas".
El Inter no está con la cabeza puesta en los partidos, ya lo dice el técnico: "Pagamos la mínima distracción, también en situaciones que hemos trabajado en la semana". El Inter se pone por delante en el marcador y después sufre remontadas. Eso no le puede pasar a un equipo con grandes campeones en la plantilla como Skriniar, Handanovic, Dzeko, Lautaro, Barella...
Para colmo, no está Lukaku. Y el ataque sufre. Lautaro Martínez - Dzeko a veces no es suficiente, Correa, a pesar de contar con la confianza del entrenador, no termina de romper y ser el de la Lazio. Los jóvenes lo intentan con más ganas que fuerza, pero en estos partidos 'pesados' como dicen en Italia, la improvisación no sirve. Ahora, los 'neroazzurri' quedan pendientes de la situación física del '10' argentino, que salió con molestias en el muslo de la pierna derecha.
Volviendo a la parte defensiva, Handanovic está sufriendo y Onana presiona desde atrás. En Champions, el camerunés fue titular pero hasta ahora en Serie A juega el capitán. En el gol de Dybala le faltó reacción y ante el Barcelona podría volver a tocarle al ex Ajax. En defensa, una noticia alegría es la de Dimarco. El carrillero italiano marcó con su selección y también contra la Roma, dándole un plus de fuerza a un equipo caído.
Contra el Barcelona, en el Meazza, muchas cámaras enfocarán al palco. Allí donde están Zhang, Zanetti y Marotta. Las caras de ellos tres durante el partido contra la Roma fueron un poema, especialmente aquella del presidente, que no estaba muy contento. Una noche de Champions puede ser especial… tanto para lo bueno como para lo malo.