De Rossi se gana el sitio, hace olvidar a Mou y Dybala disfruta

La época de Mourinho al frente de la Roma había caducado. Todo lo bueno que el portugués llevó a la parte 'giallorossa' del Olímpico de Roma, se había evaporado. Mourinho consiguió que los futbolistas romanistas compitieran, ganaran la Conference, llegaran a la final de la Europa League. Hubo gran hermanamiento entre grada y jugadores que hizo que dieran más de lo que tenían. Pero llegó un momento que el desgaste fue superior.

Entonces echaron (se fue) Mourinho y llegó Daniele De Rossi, una leyenda del club, con poca experiencia en los banquillos. El exjugador de la Roma y de Boca llegó con fuerza, sabiendo lo que hay en el club, sabiendo la exigencia de los hinchas y conociendo a los jugadores. Con un calendario más que Mourinho, De Rossi agarró confianza y creció.

Mou había conseguido cinco puntos en seis partidos. Pero los encuentros fueron ante Fiorentina, Bologna, Napoli, Juventus, Atalanta y Milan. Por otro lado, De Rossi sólo perdió ante el Inter, el líder, ganando contra Verona, Salernitana, Cagliari, Frosinone y Torino, además de pasar de fase en Europa League ante el Feyenoord y ganarle al Monza como visitante.

En todo este proceso ha tenido una gran importancia el argentino. El mejor jugador del equipo, el más desequilibrante, ha sufrido mucho tiempo lesiones y molestias que no le han permitido estar al 100%.

A pesar de eso, esta temporada ya ha marcado 13 tantos en todas las competiciones, con 12 en Serie A, además de siete asistencias. El argentino es el faro que ilumina los ataques de los capitalinos y el mejor ejemplo son los tres goles marcados ante el Torino, de una calidad de Champions League. El de hoy de falta directa, sublime.

Por otro lado está Lukaku, que ha alcanzado dobles dígitos por 11ª vez en su carrera en las cinco grandes ligas. El belga es un jugador que, cuando está bien, es muy importante. Algunos hinchas criticaron el precio que se pagó por él y que haya fallado penaltis claves como contra el Feyenoord, pero la realidad es que si él está bien, el equipo tiene mucho ganado porque su calidad y fuerza es diferencial.

Esta pareja ha conseguido dobles dígitos esta temporada, algo que dos futbolistas de la Roma no conseguían desde la 16-17, cuando Dzeko y Salah marcaron 29 goles y 15 respectivamente.

A falta del partido de la Atalanta, la Roma está quinta y en Champions, ya que con el formato de la temporada que viene el equipo de De Rossi estaría en la máxima competición continental. Esa plaza la están peleando con Fiorentina (por debajo) y Bologna (por arriba). Cuatro equipos para dos plazas, que lucharán hasta el último encuentro.