Sorpresón en la Coppa: el colista de la Serie A elimina al Nápoles
La Cremonese apea a los partenopeos en octavos de final. El partido se decidió en la tanda de penaltis, donde falló Lobotka.

Sorpresón en la Coppa Italia. El Nápoles, el mismo equipo que está liderando la Serie A con puño de hierro, que goleó en el Stadio Diego Armando Maradona al Liverpool en Champions y a la Juventus hace escasos cuatro días, ha caído en octavos de final del torneo copero ante la Cremonese, colista de la competición doméstica con tan solo 7 puntos y ninguna victoria.
Así es el fútbol. El conjunto napolitano salió de inicio con muchos suplentes. Victor Osimhen se quedó en el banquillo. El socio del nigeriano en ataque, el georgiano Khvicha Kvaratskhelia, ni siquiera formó parte de la convocatoria, debido a un síndrome gripal que provocó que no estuviera apto para el encuentro.
Solo Meret repetía en la alineación de Luciano Spalletti. El partido no comenzó bien ni para el Nápoles ni para el propio guardameta. A los 14 minutos, Pickel apareció completamente solo en el área para culminar la acción individual de Okereke por banda izquierda. Eso sí, ya antes del descanso el Nápoles colocó la lógica en el marcador.
Juan Jesus, en una jugada un tanto confusa dentro del área pequeña, igualó la contienda en el minuto 33. La Cremonese reclamó falta de Simeone sobre su portero, Carnesecchi, protestas a la que la árbitra, Maria Sole Ferrieri Caputi, hizo caso omiso. La colegiada, por cierto, pasó a la historia por liderar un equipo arbitral completamente femenino por primera vez en Coppa Italia. Estuvo ayudada en las bandas por dos mujeres.
Tres minutos después, Giovanni Simeone firmó el 2-1 con un testarazo a centro lateral de Alessio Zerbin. Ese 2-1 permaneció inamovible en la segunda parte, cuando el técnico del cuadro partenopeo comenzó a dar entrada a jugadores más habituales, como Politano, Zambo Anguissa, Min-jae Kim o Zieliński.

El Nápoles no cerró el partido y la Cremonese lo penalizó en el tramo final, cuando en el Diego Armando Maradona, seguramente, ya nadie contaba con treinta minutos extra. Se alcanzó esa prórroga con el gol del joven ghanés Felix Afena-Gyan, que puso su testarazo fuera del alcance de Meret. El meta italiano, de hecho, hizo la estatua.
Ya lo había tenido de cara el Nápoles en el tiempo reglamentario, mandando en el electrónico ante el colista de la Serie A al que en competición doméstica superó por 1-4. Y, también, en la prórroga. Aunque con empate, es cierto, pero la Cremonese se quedó en inferioridad numérica en el minuto 100, debido a la segunda amarilla de Sernicola. Además, casi a renglón seguido, Spalletti introducía en el campo a Osimhen.

Pero el Nápoles, que solo dio la sensación de apretar algo más en el tramo final de la prórroga, se vio condenado a la tanda de penaltis. Y ahí no falló ningún futbolista de la Cremonese. Sí erró Lobotka, ex del Celta, su lanzamiento. Engañó al cancerbero, pero lo mandó directamente fuera. El mejor consuelo para los napolitanos, que a partir de ahora solo pondrán el foco en dos competiciones: la Champions League, donde se medirán en octavos al Eintracht Frankfurt, y en la Serie A, que lideran con un colchón de nueve puntos sobre el Milan y diez por encima de Juventus e Inter.