El supuesto "Vale" de Jenni Hermoso, clave para el futuro judicial de Luis Rubiales
Con la ayuda del catedrático Emilio Cortés, analizamos las posibles consecuencias de la querella de la Fiscalía.

La querella de la Fiscalía contra Rubiales pone su caso con Jenni Hermoso en una nueva dimensión. Pasa a ser un procedimiento penal, alejado de la justicia deportiva, con el que el presidente suspendido de la RFEF se arriesga a incluso una pena de cárcel. Con la nueva ley del "Sólo sí es sí" los castigos para esta clase de delitos van desde una multa económica a condenas de prisión de uno a cinco años, exponiendo a Rubiales a algo más que perder su trabajo. Y lo tiene complicado...
En esta primera etapa del proceso se han abierto unas diligencias en las que se analizarán los hechos, principalmente las imágenes disponibles. Según Emilio Cortés, catedrático en Derecho Penal por la Universidad de Extremadura, toda la investigación girará en torno al "vale" con el que, supuestamente y según Luis Rubiales, Jenni Hermoso consintió el beso en la celebración del Mundial femenino, una palabra que según la jugadora nunca existió.
"Lo que dice la nueva ley es que todo gira en torno al consentimiento de la presunta víctima. Tiene la característica de que define cómo tiene que ser ese consentimiento. Hasta 2022 eran los tribunales los que le daban contorno a eso. Ahora dice que consiste en un acto de voluntad expreso", analiza, añadiendo que ahora el acusado se ve obligado a demostrar que existió un permiso explícito. "Con la ley nueva, la situación para Rubiales y cualquier otro justiciable es más comprometida".
Emilio aleja el proceso judicial del debate que se ha formado en la sociedad, afirmando que la defensa de Rubiales pasa, en gran parte, porque su abogado consiga demostrar que realmente existió ese "vale", clave para demostrar que hubo consentimiento. Sin embargo, cuenta con muchos factores en contra, empezando porque, hasta ahora, en ninguna de las imágenes se observa cada palabra de la conversación con Jenni Hermoso.
Incide también en las declaraciones del directivo tras lo sucedido. "El cotejo de todas las veces que se ha manifestado sobre esto nos da un diagnóstico de que no es un discurso coherente. Ha dicho cosas diferentes en diferentes contextos. Esto se penaliza mucho en el proceso penal". Por otra parte, explica que, teniendo en cuenta su declaración de lo sucedido, la que ofreció en la Asamblea de la RFEF, no concuerda con lo que se ve en las imágenes.
Lo importante de la querella son los hechos. Que estén bien concretados, ya que van a darle el contorno a la investigación. A través de los mismos se decidirá si Rubiales ha cometido delito y de qué tipo. "El derecho penal tiene una regla que una misma conducta no puede ser sancionada con dos preceptos diferentes. Puede ser una agresión sexual, un delito de coacciones, o un delito contra la integridad moral... Pero no se pueden aplicar todos en el mismo supuesto. Un hecho no puede ser un asesinato y un homicidio, por ejemplo. Por tanto, se analizará el caso y se juzgará si ha entrado en uno u otro delito", dice respecto al beso.
El delito de coacción incluido en la querella de la Fiscalía apunta a la insistencia de Rubiales por intentar que Jenni y sus familiares diesen la versión que a él le interesaba, y se analizará aparte de la posible de agresión. Según el código penal, podría ser castigado con una pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados
Un punto clave para que la querella avance pasa porque Australia responda si esa conducta es delictiva en su territorio, aunque según Emilio no debería ser un problema ya que un acto así seguro tiene algún tipo de reproche por parte de la justicia.
La nueva ley deja muy expuesto a Rubiales. Todos los indicios hacen pensar que, si no son capaces de demostrar el consentimiento del beso, algo que hasta ahora no ha podido, será condenado por agresión sexual. Cabe destacar que, como en cualquier otro caso, las reacciones posteriores a los hechos no tienen influencia. Es decir, si Jenni estaba más o menos contenta en la celebración del Mundial no afecta al posible delito de Rubiales. Se espera que no dure demasiado vista la repercusión alcanzada.