Sólo tres meses después de su pacto, se desata una crisis Louzán-Galán con la intervención de UEFA
Las condiciones acordadas en diciembre por las titulaciones de los entrenadores, y que evitó la impugnación de la candidatura del gallego, han saltado por los aires. Hoy, reunión clave en Madrid.

El pacto entre Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y Miguel Galán, director de CENAFE, ya está en en el alambre sólo tres meses después de una firma que evitó la impugnación de la candidatura del gallego y que le puso una alfombra roja hasta liderar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas desde el 16 de diciembre de 2024. El acuerdo del 7 de diciembre, en el que se consensuaron las condiciones para las titulaciones de los entrenadores formados en centros privados, aún pueden mantenerse a salvo, pero la realidad es que ahora mismo hay un serio riesgo de que salten por los aires. Una reunión esta tarde en la federación madrileña será clave para determinar si la situación se reconduce como desean todos o si vuelven los tambores de guerra.
Hasta la fecha todo lo acordado entre las partes se iba cumpliendo de forma escrupulosa. En enero, tal y como se prometió, Louzán oficializó la creación de la Comisión de Seguimiento para las convalidaciones de las titulaciones otorgadas en los centros privados para que no hubiera discriminación con los títulos federativos. De hecho, incluyó a Galán como representante de los centros privados y los técnicos deportivos de toda España con voz y con un voto en un organismo donde hay otro representante de la Federación, también con un voz y un voto, y uno más del Consejo Superior de Deportes. Y a partir de ahí se puso en marcha la fase 1, que se centraba en aprobar una circular que recogiese este acuerdo.
Sin embargo, un reciente requerimiento del responsable de titulaciones de la UEFA ha hecho que se desate la tensión al llegar a la fase 2 una vez que ya se había decidido añadir en el Reglamento General de la RFEF lo siguiente: el título de técnico deportivo de grado medio nivel inicial en fútbol es equivalente al UEFA B a efectos profesionales; el de grado medio nivel final es equivalente al UEFA A y el de grado superior es equivalente al UEFA PRO. Según ha podido saber Relevo, estos días ha ocurrido lo que muchos expertos temían, que la UEFA no iba a aprobar tan rápido estos interesados pactos de caballeros.
El máximo organismo europeo ha solicitado información detallada a la Federación sobre cómo se está llevando a cabo este nuevo proceso de convalidaciones por el que Miguel Galán enterró el hacha de guerra con el objetivo de alcanzar un sueño que viene de lejos y que siempre le ha enfrentado a la RFEF: que alrededor de 22.000 técnicos deportivos sean tratados de igual manera a aquellos entrenadores que se sacan su titulación en la Federación, aunque desde la institución se aclara que nunca ha habido discriminación. Como resultado a esta petición de documentación, la RFEF ha decidido suspender temporalmente el reconocimiento de competencias conocido como ROC UEFA. Y ahí se ha desatado la tormenta pese a la mediación de Paco Díez (presidente de la Madrileña y vicepresidente de la RFEF) y la presencia en primera línea de Louzán en varias reuniones.

Dónde radica la división
La gran controversia en estos momentos surge porque en el acuerdo firmado Louzán y Galán, en una exclusiva recogida gráficamente por Relevo, se estableció textualmente que no se exigirían experiencias previas a esos técnicos para otorgar la licencia UEFA y que puedan ejercer su profesión en el extranjero. Sin embargo, y dado este movimiento de UEFA, la Comisión de Seguimiento que se conformó para este asunto está considerando en estos momentos modificar la circular que ya había aprobado para introducir una exigencia de tres años de experiencia previa para obtener la licencia UEFA PRO. Galán, en una reunión online bastante caliente celebrada este fin de semana, se negó rotundamente a este giro brusco, alegando que se planta en beneficio del colectivo que representa y porque, supuestamente, va en contra de la libre circulación de trabajadores en la Unión Europea.
En la última reunión para abordar esta problemática hubo un buen encontronazo entre Louzán y Galán delante de varios testigos. Desde la Federación se le recordó a Galán que el pacto firmado ha desatado el enfado de varios presidentes territoriales y que había que relajar la tensión para buscar una solución. Alguno insinuó si era el Gobierno el que ya le estaba empujando a la pelea... Sin embargo, Galán criticó que, por su parte, a él le tocó ponerse en contra del Gobierno en su día "por salvar la cabeza de Louzán", le recriminó el tono a Louzán y, ya de paso, y tras repetir reiteradamente que no cederá, recordó a la RFEF que mientras han hecho hueco en su Junta a Javier Tebas (LaLiga), David Aganzo (AFE) o Beatriz Álvarez (Liga F), ha dejado fuera de ella a conciencia a gente que le había ayudado en en si lucha y que debería haber tenido su espacio en ese órgano si de verdad había voluntad de acercar posturas (Gerardo González Otero, David Jiménez de ProLiga...).
La Comisión de Seguimiento, que se verá este lunes de manera urgente, está compuesta por Iván Cancela (presidente del Comité de Entrenadores), David Gutiérrez (director de la Escuela de Entrenadores), Jordi Aparisi (jefe de los servicios jurídicos), Óscar Callejo (secretario de la escuela) y Miguel Ángel Galán (presidente de CENAFE). Y, según varios de los integrantes, hasta ahora todos habían mantenido una excelente sintonía hasta que la aparición de UEFA ha hecho patente una división notoria. Hasta el punto de que ha tenido que intervenir el mismísimo Louzán y comprometerse a que va a hablar esta semana con la UEFA, e incluso con Aleksander Ceferin, para reconducir la situación y llegar a un acuerdo.

Galán ya ha propuesto que la RFEF traslade a la UEFA que está dispuesto a que haya alguna modificación del acuerdo inicial firmado con Louzán (y que también rubricó Sergio Merchán, vicepresidente y que llegó a ser candidato a las elecciones, por si acaba siendo él el presidente), pero que no quiere ni hablar de esos tres años de experiencia previa que pretenden aprobar. Sería fallar a la palabra, al acuerdo firmado y a los técnicos académicos que se habían ilusionado con alcanzar por fin una solución. Galán, basándome en la última Convención de Entrenadores UEFA 2025, está dispuesto a validar una modificación de mínimos ya que el problema es de la RFEF, por no poder cumplir lo prometido, y no suyo. Propone que se pidan 6 meses como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol base para convalidar la Licencia UEFA B. Que se necesaria una temporada como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol 11, ya sea en fútbol base o senior amateur, para ser acreedor a la Licencia UEFA A. Y que se necesite una temporada como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol senior amateur para la Licencia UEFA PRO.
También hay dudas con el CSD
Galán, según su exposición en la última reunión que se alargó durante casi dos horas, exigió que se aborde esta situación cuanto antes puesto que hay muchos profesionales sin poder ejercer fuera de España y, supuestamente, ya podrían ejercer en 2025. Además, señaló que nuestro país es el único donde las titulaciones de entrenadores de fútbol están reguladas por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deporte y que, por lo tanto, no se pueden aplicar los mismos criterios que en otros países, especialmente considerando que estos entrenadores ya han obtenido sus titulaciones según lo establecido en el Real Decreto 320/2000 de Enseñanzas Deportivas de Técnico Deportivo en Fútbol. La RFEF contradice algunos de estos postulados, pero reconoce que hay cierta inquietud porque saben lo que supone tener a Galán en contra... Villar, Rubiales y Pedro Rocha pueden confirmarlo.
Encima de la mesa también está el papel del Consejo Superior de Deportes en esta crisis. Según la Comisión de Seguimiento, debía haber aprobado la fase 2 del acuerdo entre Louzán y Galán hace ya un mes, que incluye un cambio reglamentario introduciendo un artículo 167 bis que establece que los títulos de Técnicos Deportivos son equivalentes a la licencia UEFA. Pero, sin una mayor explicación hasta ahora, todavía no ha dado su visto bueno. Hay quien piensa que el retraso se debe a un conflicto con Galán, quien no impugnó la candidatura de Louzán como supuestamente se le había solicitado en su día para apartar al expolítico de la carrera electoral que tenía en marcha con Salvador Gomar (Valencia), evitando así que se presentara a través de una anulación en el Tribunal Administrativo del Deporte.
Fuentes gubernamentales niegan estas teorías y se remiten a su respeto máximo por cómo se han ido desarrollando los acontecimientos en la RFEF y a las decisiones judiciales. Es más, el CSD señala que "recibió el pasado 4 de febrero por parte de la RFEF una propuesta de modificación de su reglamento general". El expediente, según señalan a Relevo, se está tramitando con normalidad, habiendo hasta tres meses de plazo para su estudio y aprobación por parte de la Comisión Directiva. Cualquier modificación reglamentaria debe cumplir la normativa vigente.