El Mega Bernabéu alza el puño junto a Vinicius con un España-Brasil y muchos alicientes
La Selección, obligada a lavar su cara después de la pobre imagen ante Colombia. La 'canarinha' viene de ganar en Wembley con Endrick en el escaparate.
![Lamine, Vinicius, Nico Williams y Rodrygo posan en la previa del España-Brasil. /RFEF](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202403/25/media/cortadas/lamine-yamal-vinicius-rodrygo-nico-williams-espana-brasil-amistoso-racismo-RpPDAYkKB9ETDZFTovaEp4J-1200x648@Relevo.jpg)
No es un partido oficial, pero como si lo fuese. Es un España-Brasil. Dos selecciones campeones del mundo. La estrella de la Roja en Sudáfrica 2010 contra las cinco de la canarinha, que lleva toda su vida ganando Mundiales, desde 1958 a 2002, pasando por 1962, 1970 y 1994, aunque el último asteroide cumpla 22 años. Además, el escenario de la gran cita es, según los libros de texto balompédicos, la casa por excelencia del equipo nacional. Será el quincuagésimo partido de la Selección en el Santiago Bernabéu, que lucirá como nunca lo ha hecho hasta ahora. Por algo se está convirtiendo en uno de los mejores estadios del universo. En lo que va de siglo, la Selección ha disputado en terreno blanco siete partidos, cinco oficiales y dos amistosos y los ha resuelto todos con victoria.
Y si los expuestos se consideran pocos alicientes para acercarse al Bernabéu, sentarse ante el televisor, poner la radio y terminar leyendo Relevo, el partido se juega por una causa global que debería identificarnos a todos, independientemente de que seamos, o no, futboleros. Como reza su cartel anunciador, es el partido de 'Una misma piel', de la 'UmaSopele', traducción al portugués-brasileño. El de todos los que huimos del racismo. De Vinicius y Carvajal, esta vez rivales, pero no enemigos. De Rodrygo y Endrick. De Rodri y Morata. De Nico Williams y Lamine Yamal. De Bruno Guimaraes y Richarlison...
Amistoso, sí, pero con sus incentivos futbolísticos. El duelo posicional entre Carvajal y Vinicius amortiza por sí mismo el precio de la entrada. Tantas veces compañeros y esta vez rivales. Un puñado de preguntas sobre el césped empuja a no perderse la cita. ¿Se mostrará Carvajal en su máxima intensidad, como demuestra en cada partido que disputa? ¿Entrará fuerte a su compañero de colores en los balones divididos? ¿Se atreverá Vinicius a retar a 'Carva' con caños, bicicletas y sombreros? ¿Se le encarará, como hace con otros rivales si le hace alguna falta? ¿Evitará el técnico brasileño que se repita muchas veces el desafío, colocando a su jugador más como delantero que como extremo, como ya pasara el sábado en Wembley?
Y por si el Carvajal-Vinicius no es suficiente, el capítulo de los estímulos se traslada a las figuras de Rodrygo y Endrick (será suplente), por un lado y Lamine Yamal y Nico Williams por otro. ¿Jugarán los tres brasileños juntos en algún momento como podría pasar la temporada próxima en ese mismo escenario? ¿Se atreverá De la Fuente a juntar a sus dos genios del regate, uno en cada banda? ¿Apostará por la presencia de Cubarsí en el once titular o juntará a Le Normand y Laporte, los dos últimos nacionalizados?
Cuentas históricas pendientes
A nivel histórico, la Selección tiene muchas cuentas pendientes con la verde-amarelha. No es cuestión de querer cobrarse todas en esta ocasión, pero nunca estaría de más igualar un poco el palmarés que favorece claramente al rival. Nueve partidos: cinco victorias, dos empates y dos derrotas. Además, a tres meses de la Eurocopa, los de Luis de la Fuente están casi obligados a lavar su figura después del varapalo ante Colombia. Si de por sí el equipo nacional lucha en cada encuentro que disputa contra el desafecto de una afición, la española, que es más de clubes que de Selección, una nueva derrota con otra mala imagen, desapuntaría aún más al aficionado en el camino hacia Alemania 2024.
Brasil, por el contrario, viene de ganar en Wembley a la mismísima Inglaterra de Bellingham en el estreno de su nuevo seleccionador, Dorival Junior. Un veterano técnico de 61 años, al que la selección le ha llegado, como a Luis de la Fuente (62), en el tramo final de su carrera después de dar muchas patadas al banquillo, pero con éxitos como la Libertadores 2022 con Flamengo o, anteriormente, la Copa de Brasil 2010 y la Recopa Sudamericana 2011 con Santos.
Esta selección canarinha que se presenta en el Bernabéu no está, indudablemente, entre las mejores, ni por asomo, de su historia. Le faltan hombres importantes, como los dos porteros Allison (Liverpool) y Ederson (City); Marquinhos (PSG) y Gabriel Magalhaes (Arsenal); Casemiro (Chelsea); Martinelli (Chelsea) y Gabriel Jesús (Arsenal)... Es un equipo en construcción. Con jugadores jóvenes, cortos de recorrido. Ocho de ellos han sido llamados en esta convocatoria por primera vez a la selección. Cuatro de ellos (Fabricio Bruno, Berarldo, Pablo Maia y Savinho) se estrenaron en Wembley. Los porteros Leo Jardim y Rafael; Murilo y Galeno, esperan su turno.
Un Brasil muy europeizado
Si convenimos que el conjunto de De la Fuente se nutre de jugadores con poca experiencia internacional a nivel de selección, donde Morata (70) y Navas (50) son los más curtidos, con Rodri (48) y Carvajal (42) cercanos al medio centenar; en esta nueva canarinha, solo el capitán, Danilo, ex del Real Madrid y ahora en la Juventus, con 55 supera esa barrera. Richarlison (48) se acerca, pero Vinicius, por ejemplo, está en los 27 y Rodrygo y Raphinha en los 21.
Otro punto de comparación entre las dos convocatorias se encuentra en el origen de sus jugadores. España tira de 17 futbolistas que militan en LaLiga y de nueve que trabajan fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, Brasil cuenta con 17 jugadores que se ganan el sueldo en clubes europeos, cinco de ellos en la Premier, que podían ser once si no estuvieran lesionados Allison, Ederson, Gabriel, Casemiro, Martinelli y Gabriel Jesús. Solo nueve viven aún en clubes brasileiros a la espera de su aventura en el otro continente, entre ellos Endrick, que ya tiene fecha de salida.
Bajo estos guarismos, la deducción inmediata es que este Brasil juega a la europea. El físico de Bruno Guimaraes y Paquetá se impone en el centro del campo y Danilo, tras el triunfo en Wembley, habló de la "organización y el orden del equipo" como mejor virtud. Precisamente dos cualidades en las que España tendrá que mejorar mucho después del fiasco contra Colombia. Evidentemente el once del Bernabéu, seguro que ofrecerá más garantías. Es el momento de los Unai Simón, Carvajal, Le Normand, Rodri, Fabián, Dani Olmo, Morata... y Yamal y Williams desde el principio.